Ucrania: los retos de la acogida
En UNICEF España vemos una oportunidad para fortalecer los sistemas educativo, de protección, de salud mental y acogida a la infancia migrante y refugiada en nuestro país.
06/05/2022
En nuestro país se están llevando a cabo grandes esfuerzos, visibles a toda la sociedad, para dar respuesta a las necesidades de los niños y niñas procedentes de Ucrania.
España, que desde el primer momento mostró una gran solidaridad con Ucrania, ha recibido a cerca de 130.000 refugiados ucranianos. Unos 85.000 ya tienen protección temporal y el 38% son niños, niñas y adolescentes. Hasta el 2 de mayo había 843 niños y niñas no acompañados registrados.
Si bien su llegada ha supuesto avances en el sistema de acogida a refugiados o la adopción de protocolos para clarificar cómo debe ser el acogimiento familiar de quienes llegan solos, también ha generado retos a los que se debe dar solución.
La guerra de Ucrania y los consecuentes desplazamientos de su población, nos están ofreciendo una oportunidad sin igual para reforzar con carácter permanente la respuesta de España ante los contextos de contingencias humanitarias migratorias.
Desafíos para las familias que llegan a España
Tanto las familias refugiadas de Ucrania recién llegadas, como las que ya vivían aquí, se enfrentan a algunos desafíos:
- Detección y registro de todos los niños y niñas que arriben por vía aérea y terrestre (estén solos o acompañados).
- Coordinación y supervisión de las iniciativas solidarias de acogida a familias por las autoridades competentes.
- Acceso a información oficial y de calidad, para poder llevar a cabo los trámites pertinentes y acceder a los derechos.
- Que los recursos del sistema de acogida a refugiados garanticen el derecho a la vida familiar y la atención a las necesidades de los niños, como espacios para el juego y que haya profesionales específicos para tratar con ellos.
Que las familias ucranianas que acogen en sus casas a sus compatriotas accedan a la protección social, para que no siga aumentando su vulnerabilidad social y económica.
Los niños y niñas que llegan solos
Uno de los aspectos que más preocupa es la llegada de niños y niñas solos, o con adultos que no son sus tutores legales, lo que supone un desafío para los sistemas de protección de la infancia de las comunidades autónomas.
“Es vital reforzar el seguimiento a los niños que se encuentran con adultos que no son ni sus padres ni sus tutores legales, y también garantizar que cualquier iniciativa de acogida sea coordinada por las autoridades competentes”, explica Sara Collantes, especialista en migraciones de UNICEF España. “Para ello, ha sido fundamental que empiecen a registrarse estos casos por parte de la policía, y que las Direcciones de Infancia estén al tanto. Permite que no se rompa el vínculo afectivo tan necesario para que los niños estén bien, sin generar desprotección”.
Salud mental
José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España, destaca también la salud mental como uno de los asuntos más importantes a abordar. “Se trata de niños y niñas que han huido de situaciones absolutamente traumáticas, que se han separado de sus padres y abuelos, de sus amigos, que han dejado la escuela, que, en muchos casos, han sido testigos de situaciones violentas. Que, en definitiva, se han visto desarraigados de su vida, y vienen con un enorme trauma”.
En este sentido, desde UNICEF España hemos lanzado unos ‘Consejos Básicos para el Bienestar Emocional’ de los niños refugiados afectados por conflictos armados, y en los próximos meses ofreceremos formación a trabajadores de centros de acogida, personal de la administración local y del ámbito educativo, para que sepan atender y apoyar de la mejor manera a estos niños y niñas.
España preparada para las crisis migratorias
La llegada de miles de niños y niñas de Ucrania en dos meses también origina numerosos retos para los sistemas que les tienen que atender.
Algunos sistemas están teniendo ya que dar una respuesta a la llegada de estos niños y niñas. Otros no pueden esperar mucho para movilizarse. De hecho, más allá de las medidas para cubrir las necesidades más inmediatas, hay que empezar a pensar en medidas más estables y a largo plazo para normalizar la vida de las personas refugiadas, como la derivación de residencias u hoteles a pisos o recursos más estables, así como poner en marcha estrategias de integración laboral con implicación de entidades locales y empresas.
Desde UNICEF España consideramos que estamos ante una oportunidad única para fortalecer los cuatro sistemas de forma permanente, no solo para las personas que están llegando de Ucrania, sino también para otros niños y niñas solicitantes de asilo, refugiados y migrantes.
Sistema de acogida a refugiados:
Este sistema tiene dispositivos en distintos puntos de España, pero no todos están igual de adaptados a las necesidades y derechos de la infancia y sus familias (espacios específicos que garanticen la vida familiar, personal especializado, prevención de violencia contra la infancia, etc.).
Sistema educativo:
Garantizar la existencia de medidas específicas de acompañamiento para lograr la integración, asegurar un puente con el sistema de origen y una buena coordinación entre los centros educativos y los de la red de acogida a refugiados. Lograr también que las escuelas se conviertan en entornos protectores y lugares de integración en la sociedad.
Sistema de salud mental:
Impulsar estrategias de carácter psicosocial encaminadas a prevenir y promocionar la salud mental de estos niños y niñas especialmente vulnerables. Poner especial atención a las posibles necesidades relacionadas con la salud mental y el bienestar emocional, como a las causadas por los traumas asociados a la guerra, el desarraigo repentino, las separaciones de amigos y familiares, la falta de información o la dificultad de comunicación, el acostumbrarse a un nuevo país, lengua, casa, clima, colegio y amigos.
Sistema de protección de la infancia:
Seguir invirtiendo en este sistema en toda España, para garantizar su calidad y su capacidad de adaptación a las necesidades específicas de los niños y niñas que encuentran su oportunidad de vida gracias al acogimiento familiar y residencial. La mejora del sistema, redunda en una respuesta más adecuada para los niños que estaban aquí y los que llegan de fuera.
El objetivo es que todos los pasos dados hasta ahora para apoyar a las personas refugiadas procedentes de Ucrania y promover su integración se concreten en una política sólida y estable a largo plazo, de forma que España esté mejor preparada para afrontar crisis migratorias, y que este nuevo modelo beneficie a todos los niños y niñas no acompañados solicitantes de asilo, vengan de donde vengan.
"Los niños son siempre niños, y no se debe hacer ninguna distinción en ningún contexto”, concluye Vera.
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