Un cuarto de millón de habitantes de la región oriental de la República Democrática del Congo huye del ataque de grupos rebeldes de Ruanda
Desde enero, más de 250.000 personas han tenido que huir de los combates en la provincia de Kivu del Norte, en la región oriental de la República Democrática del Congo. El desplazamiento de los habitantes ha empeorado aún más la grave situación humanitaria que sufren los niños, niñas y familias de la región. Tras dos años de conflicto en la provincia, unos 800.000 congoleños continúan desplazados
En enero y febrero, las fuerzas armadas congoleñas y ruandesas llevaron a cabo operaciones militares conjuntas en Kivu del Norte contra la Fuerza Democrática de Liberación de Ruanda, la organización ruandesa de milicianos de etnia hutu. Los dirigentes de la FDLR están acusados de haber participado en elgenocidio de Ruanda de 1994, tras lo cual huyeron a la región oriental de la República Democrática del Congo y se adueñaron por la fuerza del control de gran parte del territorio y de sus recursos.
Inicialmente, la operación militar conjunta contra la FDLR dio motivos de esperanza con respecto al posible establecimiento de lapaz. Más de 350.000 congoleños desplazados pudieron regresar a sus hogares por primera vez en muchos meses, y, en algunos casos, en años. Pero desde que cesaron esas operaciones, las fuerzas rebeldes han regresado a la zona septentrional y central de Kivu del Norte, donde han lanzado ataques contra la población civil y los convoyes de las organizaciones humanitarias y no gubernamentales. Cientos de personas han muerto como resultado de esos ataques.
Atacada a machetazos
En el hospital Heal Africa de la ciudad deGoma, Nyirazibera Nyiyosenga, de 27 años de edad, todavía tiene dificultades para hablar. En febrero, la mujer fue atacada por un efectivo de la FDLR que llegó a la aldea para tomarrepresalias contra varios habitantes acusados de colaborar con la operación militar conjunta. Varias semanas después del ataque a machetazos, la herida que sufrió la Sra. Nyiyosenga aún supura y la mujer ha perdido la movilidad en el costado izquierdo.
"Si los nervios lesionados de la cabeza no sanan, quedaráparalítica", afirmó Papy Boendi, jefe de enfermería del hospital Heal Africa. "No podrá volver a trabajar en el campo y tendrá dificultades hasta para cuidar a sus hijos".
En la República Democrática del Congo, las mujeres están a cargo de la mayor parte de las labores agrícolas y domésticas, así como de la crianza de los niños.
Muerte de niños y niñas
Mutawera Shimani, de 38 años de edad, llegó a un campamento dedesplazados en Kivu del Norte junto a cientos de otros habitantes de su aldea situada en el distrito de Ziralo, que como él, huyeron tras un ataque de los milicianos. "Estaba sentado en mi casa", recuerda, "cuando llegó la FDLR. Escuché los disparos, vi cómo mis hijos eran alcanzados por los proyectiles y cómomorían".
Dos de los cinco hijos del Sr. Mutawera perdieron la vida como consecuencia de ese ataque. El Sr. Mutawera no sabe si su hijo mayor está vivo o muerto, ya que no le ha visto desde aquel día fatídico.
Los trabajadores humanitarios informan sobre miles de casos similares a lo largo y a lo ancho de la provincia. Existen denuncias de que en el territorio de Lubero, donde se registran los niveles más elevados deviolencia, las fuerzas de la FDLR detienen a autobuses en tránsito, asesinan a los conductores e incendian los vehículos.
Situación inestable
Debido al recrudecimiento de los ataques, las organizaciones de ayuda humanitaria tienen cada vez más dificultades para evaluar lasnecesidades de los habitantes recientemente desplazados y prestarles asistencia.
En muchos campamentos de desplazados se comenzaron a reducir las raciones de alimentos a fin de alentar a los ocupantes a que regresaran a sus lugares de origen. Sin embargo, quizás se haya tratado de una decisión prematura. Mientras en una parte de Kivu del Norte va desapareciendo la situación de emergencia, en otra estalla una nueva crisis con su secuela de bajas civiles, enfermedad y sufrimiento.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha afirmado que la situación en Kivu del Norte es "fluida e inestable", e hizo un llamamiento para que la región siga recibiendo atención internacional.