UNICEF recuerda la pérdida de uno de sus compañeros en el atentado contra la ONU en Bagdad
En ocasión del primer aniversario de este atentado, UNICEF reafirma su compromiso con la infancia de Irak
Un año después de la trágica pérdida de varios funcionarios de Naciones Unidas durante el ataque a su sede en Bagdad, UNICEF sostiene su decisión de llevar a cabo su misión humanitaria en Irak. Hace un año, un miembro del personal de UNICEF murió cuando la explosión destruyó el principal edificio de la ONU en Bagdad.
Christopher Klein-Beekman, de 31 años y de origen canadiense, era en el momento de su muerte el Oficial Encargado de la oficina de UNICEF.
“Nunca olvidaremos la energía, la motivación y el compromiso de Chris hacia los niños y niñas de Irak”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy.
“Los acontecimientos ocurridos después de esta tragedia sólo han servido para reforzar nuestra determinación de resolver las necesidades de los niños y las niñas de Irak, ahora más que nunca”, continuó.
Casi la mitad de la población de Irak tiene menos de 18 años. Incluso antes de que comenzara el conflicto, muchos niños y niñas eran ya muy vulnerables a la enfermedad, la desnutrición y la explotación.
Irak tiene una de las tasas de mortalidad infantil más elevadas del mundo, ya que uno de cada ocho niños y niñas iraquíes muere antes de cumplir cinco años.
Los problemas de seguridad agravan aún más la difícil situación en que se encuentra la infancia de Irak. Desde que comenzó el conflicto, cientos de niños y niñas han muerto y miles han resultado heridos.
En muchos casos, las escuelas están cerradas y muchas familias mantienen a sus hijos en casa por temor a que resulten heridos o a que los secuestren cuando acuden a clase.
Sin embargo, a pesar del temor a la violencia y a los secuestros, muchos niños y niñas siguen yendo a la escuela con sus padres, madres u otros miembros de la familia, que les acompañan para tratar de garantizar su seguridad.
En Faluya, cuando comenzó el bombardeo de las escuelas, se tomaron rápidamente medidas para que los alumnos pudieran realizar sus exámenes en otras escuelas.
Pero la violencia en Irak es una realidad diaria en todo el país. En abril, más de 100 niños murieron en Faluya y Basora como resultado de los combates, algunos mientras se dirigían a la escuela.
Los niños también mueren o sufren lesiones debido a las minas terrestres y las municiones sin estallar, ya que a menudo se sienten “atraídos” por sus diseños y coloridos poco comunes.
“Los niños de Iraq han sufrido bastante”, dijo Bellamy. “Han conocido tres guerras, 12 años de sanciones y viven en circunstancias extraordinariamente difíciles, a menudo atemorizados por la violencia”.
Acción de UNICEF
A pesar de los límites en materia de seguridad, el personal nacional de UNICEF trabaja sin descanso para tratar de satisfacer las necesidades de la infancia de Irak.
Conjuntamente con las autoridades del país, UNICEF ha realizado las siguientes actividades:
- ha vacunado a miles de niños y niñas
- ha distribuído carpetas escolares en las escuelas primarias
- ha reparado plantas de agua y desagüe
- ha repartido agua en cisternas a las comunidades iraquíes
- ha proporcionado materiales esenciales a los centros recreativos infantiles de las comunidades
- ha distribuido folletos de educación sobre el peligro de las minas terrestres a los residentes de Faluya para advertirlos de los problemas que representan las municiones sin explotar
Antecedentes
Los principales donantes del programa nacional de UNICEF en Irak son España, Japón, USAID, la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá, Australia y Noruega.
UNICEF ha estado permanentemente en Irak desde 1983. La organización trabaja para mejorar las vidas de los niños, las niñas y las mujeres iraquíes desde 1952.