#UNIDASporlasNiñas en Guatemala: un viaje para cambiar futuros

Lucía mi pediatra, Laura de Malasmadres y Marián García (Boticaria García), de izquierda a derecha, hablan con una de las niñas y adolescentes que pudieron conocer en Guatemala. En este viaje, las tres vieron de primera mano el impacto del trabajo de UNICEF en la vida de muchas niñas que viven en circunstancias muy complejas. © UNICEF/Brandon López

28/03/2025

Hay lugares a los que no se puede ir y volver y simplemente seguir en silencio. 

Uno de ellos es Alta Verapaz, en Guatemala. Allí, en esta época del año, las mañanas son frescas y húmedas mientras las nubes se retiran hacia lo alto de las montañas. Y los días son largos. Sobre todo cuando tienes que enfrentar tantas barreras como Adrianita, Maira o Cristelle. 

Aquí, donde la historia maya sigue latiendo, las niñas enfrentan desafíos que llevan siglos repitiéndose. Sin acceso a educación, su potencial se ve truncado; sin derechos garantizados, su camino se vuelve incierto. Sin embargo, la resiliencia de estas niñas es tan fuerte como los volcanes que dominan el paisaje del país.  

Estas niñas y adolescentes quieren aprender, desean ser doctoras, maestras, científicas. Pero, en muchos casos, se ven obligadas a abandonar la escuela demasiado pronto, a enfrentarse a la violencia o a una unión o un embarazo demasiado tempranos que les arrebatan su infancia.  

Desde UNICEF España hemos viajado hasta Guatemala con un propósito claro: conocerlas y recordar al mundo que su futuro importa. Lo hemos hecho junto a Laura Baena (Malas Madres), Lucía Galán (Lucía, mi pediatra) y Marián García (Boticaria García), tres divulgadoras, activistas y profesionales de la salud, tres mujeres que han prestado su voz para contar las historias de tantas niñas y madres y para demostrar que, cuando nos unimos, podemos cambiar vidas y construir un futuro distinto. Un futuro donde la educación no sea un privilegio sino un derecho para todas las niñas. Donde la salud y la protección sean certezas, no desafíos.  

Voces que inspiran, historias que conmueven  

Durante nuestra misión, conocimos a niñas como Débora, de 8 años, que sueña con ser maestra para que otras niñas puedan seguir estudiando. O a Adrianita, madre a los 14, que logró volver a la escuela después de que nuestras compañeras de UNICEF y su comunidad se unieran para apoyarla. También a Diana, que con solo 12 años ya sabe que quiere ser enfermera para ayudar a su gente, como ve que hacen nuestras compañeras sanitarias. Sus historias nos recuerdan lo que está en juego y nos llenan de esperanza.  

Pero también nos enfrentamos a realidades muy duras: 1 de cada 3 niñas en Guatemala se casa antes de los 18 años y más de 100 niñas y adolescentes se convierten en madres cada día, muchas por abuso sexual. Muchas de ellas nunca vuelven a la escuela. ¿Cómo podemos permitir que esto siga pasando?  

Proyectos que cambian vidas  

Niñas lavándose las manos, Guatemala.

Greisi y otras niñas se lavan las manos en una instalación de agua y saneamiento que UNICEF ha puesto en marcha en su escuela. © UNICEF España

Cada día, UNICEF trabaja en comunidades de Guatemala y de todo el mundo para garantizar que más niñas tengan acceso a educación, salud y protección. A través de programas de apoyo, formación y concienciación, estamos logrando que más niñas sigan estudiando, que se reduzca la violencia y que sus derechos sean respetados.  

Durante nuestra visita, conocimos de primera mano escuelas donde las niñas no solo aprenden, sino que también reciben apoyo psicosocial y encuentran espacios seguros y oportunidades para seguir adelante. Conocimos a docentes comprometidas que hacen todo lo posible para que ninguna niña se quede atrás. Como Greisi, una niña de unos seis años que no paraba de reírse mientras se lavaba las manos en la instalación de agua y saneamiento que UNICEF ha montado en su escuela. Nos contó que le encanta su colegio y lavarse con agua limpia y fresca. Me pregunto si recordará esta felicidad momentánea dentro de un tiempo, si acaso un día, cuando viva lejos de aquí, le vendrán a la cabeza sus manitas extendidas, su vestido brillante, y cómo la ayuda de tantas personas le cambió la vida.  

También visitamos centros de salud inclusiva en comunidades rurales, donde, aunque los servicios son escasos, UNICEF trabaja para asegurar atención médica a mujeres embarazadas, bebés y niñas y niños en sus primeros años de vida. En un país donde se hablan más de 20 idiomas indígenas, garantizar que las niñas y sus familias puedan recibir atención en su propia lengua es clave para que la salud sea realmente accesible.  

Cuando hacemos preguntas a las chicas que se acercan al centro, vemos cómo les cuesta compartir eso que se les nota que bulle por dentro, esperando la ocasión de encontrar palabras. Sus respuestas llegan en susurros, a veces con timidez, pero siempre con la esperanza de ser escuchadas. Hablan de sus sueños, de sus miedos, de lo difícil que es crecer cuando la pobreza y los mitos, en ocasiones, pesan tanto. Aquí, la atención médica y psicosocial en las lenguas autóctonas no es solo un derecho, sino un salvavidas, un primer paso hacia un futuro con más oportunidades.  

La salud también es educación. En muchas comunidades, la falta de acceso a productos de higiene menstrual sigue siendo una de las razones por las que las niñas dejan de ir a la escuela. UNICEF trabaja en programas que no solo les proporcionan productos, sino que también rompen el tabú de la menstruación, educan a las comunidades y ayudan a que ninguna niña tenga que faltar a clase por algo tan natural. Porque la menstruación no debería ser un obstáculo para aprender.  

Súmate a Unidos por los derechos de las niñas  

Hay lugares a los que no se puede ir y volver y simplemente seguir en silencio. Uno de ellos es Alta Verapaz, en Guatemala. Por eso os traemos tantas historias y testimonios y os recordamos que podéis ayudarnos a que más niñas en Guatemala y en todo el mundo tengan la oportunidad de escribir su propia historia, de soñar y de construir un futuro mejor. Porque cuando nos unimos, el cambio es posible.   

Aida Sánchez Ramos

Community Manager en UNICEF España, participante en la misión a Guatemala. 

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