Viaje de socios a Jordania para conocer el trabajo de UNICEF
Visitaron nuestros programas de educación y empleo para jóvenes, protección de la infancia, salud e inmunización y visitaron el campo de refugiados de Zaatari.
Te invitamos a conocer la experiencia de Jordi Martínez en Jordania. Después de más de 40 años colaborando con UNICEF, se sumó a un viaje que, seguramente, recordará toda su vida. ¿Te gustaría conocer los proyectos que estás apoyando? Si eres socio de UNICEF España, puedes inscribirte aquí y participar en el sorteo del viaje de 2023.
23/11/2022
Apreciado lector/a de este escrito:
Cualquier iniciativa que tomamos en la vida, la hacemos con aquel punto de ilusión, en ocasiones indescifrable, que posteriormente nos lleva a una resolución a veces satisfactoria, otras solo regulares y otras que nos hacen pensar si nos habremos quizás equivocado.
Pues bien, cuando UNICEF me comunicó la posibilidad de formar parte del grupo de socios que participaría en este viaje, no lo dudé ni un instante, pues al momento lo consideré como una oportunidad y una experiencia que merecía ser vivida.
Luego llegaron los preliminares, lógicos, conocimos vía telemática a los compañeros/socios de la expedición y los responsables de la organización y, a resultas de todo ello, pude apreciar, al instante, la calidad humana de un grupo de personas entrañables, de mente y corazón abierto.
Quienes creemos en la labor de UNICEF, no solemos preguntarnos demasiadas cuestiones, pensamos que las cosas se hacen bien, y que no tenemos por qué dudar, pues si lo hacemos perdemos un poco de fe en la raza humana. Pero, ¿qué sucede, cuando visualizas “in situ”, la magnitud del trabajo que se desarrolla en aquellas tierras?
Cuando tienes la oportunidad de estar en el terreno, quedas sobrecogido por la bondad y organización de los técnicos y cooperantes de todo tipo, los foráneos y los locales, todos a una para la consecución de los objetivos, y sin preguntar en exceso, pues no se trata de interrogarlos sino de proveerles de la ayuda, básica, del todo necesaria para el desarrollo humano de aquellas personas.
Fue muy emocionante llegar por la noche a la habitación del hotel, cansado, y no poder conciliar el sueño pensando, CUÁNTA BONDAD REPARTIDA POR EL MUNDO, cuánta esperanza para los habitantes del planeta que lo han perdido casi todo, simplemente por nacer allí, sin ninguna otra razón ni culpa.
Por cierto, quedan clavados en la retina los ojos, las miradas de aquellas criaturas que expresaban cierto asombro y quizás agradecimiento ante nuestra presencia. Ellos, ¿sabes qué nos pedían?, medios para estudiar, para forjarse un futuro, para acceder al escaso mercado laboral. ¿No te parece emocionante amigo/a lector/a?
Con todo ello llegas a la conclusión de que debemos, imperiosamente, trasladar a familiares y conocidos que quieren escucharnos la experiencia vivida y pedirles clara y llanamente, por favor, colaborar con UNICEF. Su labor es ingente, maravillosa, difícil y obviamente necesitan recursos, muchos recursos, y que no falte nuestro granito de arena. No lo demoréis, es el momento. Llegarán las Navidades y en nuestra sociedad disponemos más o menos de todo, "en ocasiones demasiado” y muchos, en aquellas tierras, no disponen de lo más elemental. Seamos solidarios, hoy y siempre.
Un fuerte abrazo,
Jordi Vilaró Martínez