Violaciones graves contra la infancia en conflictos
En los últimos años se verificaron más de 300.000 violaciones graves, un promedio de 20 al día.
© UNICEF/UN0611868/Ibarra Sánchez
05/06/2023
Un nuevo informe de UNICEF señala que entre 2005 y 2022, Naciones Unidas verificó 315.000 violaciones graves contra la infancia cometidas por las partes en más de 30 situaciones de conflicto en África, Asia, Oriente Medio y América Latina.
Esta cifra representa solo una parte de todas las violaciones que se cree que se han producido, ya que las limitaciones en el acceso y seguridad; y la vergüenza, el dolor y el miedo que sufren los niños y las familias supervivientes, dificultan a menudo la denuncia, documentación y verificación de las violaciones graves contra la infancia en situaciones de conflicto armado.
Unas cifras alarmantes
El estudio revela que durante estos 18 años:
- Más de 120.000 niños y niñas han sido asesinados o mutilados en situaciones de conflicto armado,
- Al menos 105.000 niños y niñas han sido reclutados y utilizados por las partes en conflicto,
- Más de 32.000 niños y niñas han sido secuestrados,
- Más de 16.000 niñas y niños han sido violados, casados a la fuerza o explotados sexualmente por las partes en conflicto,
- Más de 16.000 incidentes de ataques contra escuelas y hospitales,
- Más de 22.000 incidentes de denegación de acceso humanitario a los niños.
El número anual de violaciones verificadas ha aumentado gradualmente. La media mundial se situó en la alarmante cifra de 20 violaciones graves verificadas cada día, lo que demuestra las graves consecuencias que los conflictos armados y las crisis de protección cada vez más complejas y prolongadas, tienen sobre la infancia.
Muchos niños y niñas sufren más de una violación, un factor que aumenta su vulnerabilidad. Por ejemplo, el secuestro se combina a menudo con otras violaciones, especialmente el reclutamiento, la utilización y la violencia sexual, o bien es una antesala de estas otras violaciones.
Otras conclusiones
El estudio 25 años de conflictos armados y la infancia: Actuar para proteger a los niños y niñas en la guerra ya revelaba el año pasado otras características que cabe destacar:
- Los niños procedentes de los entornos más pobres o con circunstancias específicas –incluidos los niños refugiados, desplazados internos e indígenas, entre otros– siguen corriendo un mayor riesgo de sufrir violaciones graves,
- Los incidentes verificados de violaciones graves han afectado predominantemente a los niños varones. Por ejemplo, en 2020, los niños varones representaron el 73% de todas las víctimas infantiles, una mayoría en el caso del reclutamiento y la utilización (85% de varones), el secuestro (76% de varones) y el asesinato y la mutilación (70% de varones). En comparación, las niñas son una cuarta parte (26%) de todos los niños y niñas víctimas, aunque en el caso de la violación y otras formas graves de violencia sexual la mayoría son niñas, un 98%,
- Entre 2016 y 2020, el 79% de todas las víctimas infantiles –o unos 41.900 niños– se verificaron en solo cinco situaciones de conflicto: Afganistán (30%), Israel y el Estado de Palestina (14%), Siria (13%), Yemen (13%) y Somalia (9%),
- El uso de armas explosivas de amplio efecto, sobre todo en zonas pobladas, son una amenaza persistente para los niños y sus familias. En 2020, las armas explosivas y los restos explosivos de guerra fueron responsables de al menos el 47% de todas las víctimas infantiles, dejando más de 3.900 niños y niñas muertos y mutilados.
Dificultades para proteger a los niños
© UNICEF/UNI220712/Romenzi
Estas cifras exponen con la mayor crudeza posible las dificultades a la hora de proteger a los niños y niñas contra las violaciones graves en tiempos de conflicto armado.
"Cualquier guerra es, en última instancia, una guerra contra la infancia", afirma nuestra directora, Catherine Russell, "el mundo no está haciendo suficiente".
Las violaciones graves son devastadoras para los niños, las familias y las comunidades en general, y desgarran el tejido social, lo que hace aún más difícil restaurar y mantener la paz, la seguridad y la estabilidad. Debemos negarnos a aceptar las violaciones contra los niños y las niñas como un resultado inevitable de la guerra.
El aumento en el número de agentes armados no estatales, el desarrollo y el empleo de nuevos medios y métodos de guerra, el uso de artefactos explosivos improvisados y otras armas explosivas, en particular en zonas pobladas, son sólo algunos de los numerosos factores que contribuyen a que hayan surgido nuevos problemas graves que dificultan la protección de los niños en situaciones de conflicto armado.
Es importante señalar que el aumento de la verificación de las violaciones a lo largo del tiempo también pone de manifiesto la creciente solidez del mecanismo de supervisión y presentación de informes a lo largo de los años.
UNICEF: la prevención más urgente que nunca
Russell no duda al afirmar que “no vacilaremos en la tarea de prevenir las violaciones graves contra los niños”. Con más niños y niñas afectados por los conflictos, la violencia y las crisis ahora que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial, "esta tarea nunca ha sido más urgente”.
Desde UNICEF apoyamos la protección de millones de niños y niñas en situaciones de conflicto, favoreciendo su bienestar a través de intervenciones en áreas como la salud mental, la búsqueda y reunificación familiar y el apoyo a los niños que han sobrevivido a la violencia de género.
Concretamente, en 2022 llegamos a 12.500 niños y niñas que salieron de fuerzas o grupos armados para ayudarles en la reintegración en sus comunidades y a otros 9 millones con información para protegerse de los explosivos remanentes de la guerra.
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