La escasez de agua en Oriente Medio y Norte de África crece y tiene ya un impacto sin precedentes
Mientras se conmemora la Semana Mundial del Agua, el 90% de los niños de la región vive en zonas de alto estrés hídrico, lo cual afecta a su salud, nutrición y desarrollo.
AMMÁN, 23 de agosto 2021- Cerca de nueve de cada diez niños en Oriente Medio y Norte de África (MENA, por sus siglas en inglés) viven en zonas de alto o extremadamente alto estrés hídrico, lo cual tiene graves consecuencias en su salud, nutrición, desarrollo cognitivo y medios de vida futuros. Según los datos, esta región es la que más escasez de agua sufre de todo el mundo: de los 17 países con más estrés hídrico, 11 [1] se encuentran en esta región. Cerca de 66 millones de personas de la zona carecen de saneamiento básico, y solo una proporción muy baja de aguas residuales es tratada de manera adecuada. Así lo refleja un nuevo informe de UNICEF, titulado Running Dry: the impact of water scarcity on children in the Middle East and North Africa (en español Quedándose sin agua: el impacto de la escasez hídrica en los niños de Oriente Medio y Norte de África).
El informe, publicado en el marco de la Semana Mundial del Agua, destaca las principales causas que hay tras la escasez de agua en la región, que incluyen el aumento de la demanda de la agricultura y la expansión de tierras irrigadas a través de acuíferos. Mientras que a nivel mundial la agricultura representa el 70% de media del uso de agua, en la región de Oriente Medio y Norte de África el porcentaje es de más del 80%. Otros factores que contribuyen a la escasez de agua son los conflictos –especialmente en Siria, Yemen y Sudán-, la migración de la gente de las zonas rurales a las urbanas, el crecimiento de la población, una gestión deficiente del agua, el deterioro de la infraestructura de agua y temas de gobernanza.
“La escasez de agua está teniendo un profundo impacto sobre los niños y sus familias, empezando por su salud y nutrición. También está empezando a ser cada vez más una causa fundamental de conflictos y desplazamiento”, ha explicado Bertrand Bainvel, director adjunto regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África. “En este contexto, es todavía más inaceptable que quienes combaten en conflictos tengan como objetivo las infraestructuras de agua. Los ataques sobre esas infraestructuras deben parar”, ha añadido.
Los conflictos y la inestabilidad económica y política de la región han aumentado la demanda de fuentes de agua de emergencia, incluido el transporte en camiones, lo que agrava aún más el agotamiento de las aguas subterráneas.
Si bien no es la única razón de la escasez de agua, el cambio climático hace que llueva menos, lo que repercute en la agricultura, y deteriora la calidad de las reservas de agua dulce debido al movimiento de agua salina hacia los acuíferos de agua dulce y al aumento de las concentraciones de contaminación.
“En muchos países de la región, los niños tienen que caminar distancias cada vez más largas para ir a buscar agua, en lugar de pasar ese tiempo en la escuela o con sus amigos jugando y aprendiendo”, ha explicado Chris Cormency, asesor regional de UNICEF para temas de agua y saneamiento en Oriente Medio y el Norte de África.
UNICEF seguirá apoyando a sus aliados locales, a los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado para abordar la vulnerabilidad de los recursos hídricos en Oriente Medio y Norte de África. Esto incluye:
Preservar el derecho humano de los individuos a acceder a servicios de agua y saneamiento sin que este se vea comprometido por otras formas de usar el agua o amenazado por los ataques contra infraestructuras de agua en situaciones de conflicto.
Crear un entorno robusto y propicio con políticas y sistemas regulatorios nacionales fuertes que aborden la escasez de agua, incluyendo su extracción subterránea excesiva, la contabilización y el análisis de datos.
Trabajar con la sociedad civil, especialmente los jóvenes como agentes del cambio, desde la perspectiva del valor del agua y su conservación.
Iniciar planes de respuesta al cambio climático, incorporar la escasez de agua como un componente prioritario y asignar suficiente presupuesto nacional para abordar la escasez de agua.
Crear grupos de coordinación entre ministerios clave (por ejemplo, agua, agricultura, energía y finanzas) y actores sectoriales para apoyar la revisión de políticas y el aumento de la capacidad técnica.
Apoyar el desarrollo de las capacidades de los actores clave del sector del agua, incluidos los organismos reguladores, los operadores del sector privado y las empresas de agua nacionales para mejorar la infraestructura obsoleta, desarrollar maneras sostenibles de operar y reducir el desperdicio de agua.
Notas para editores:
Estrés hídrico: ocurre cuando la demanda de agua representa una parte sustancial de la cantidad disponible durante un período determinado o cuando la mala calidad del agua restringe su uso.
Acerca de UNICEF
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