2024 ha sido uno de los peores años de la historia para los niños y niñas en zonas de conflicto

Testimonios en vídeo:
- Munira, Sudán: “Los niños lloran de hambre, aunque saben que no tenemos nada”.
- Milana, 7 años, Ucrania: “Me encantaba bailar, hacer volteretas y acrobacias. Puede que nunca regresemos. Todo estará destruido”.
- Merna, 10 años, Franja de Gaza: “Duermo con miedo y me despierto con miedo”.
- Ketteline, Haití: “Escuché muchas ráfagas de disparos y me escondí debajo de la cama, con mi bebé”.
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NUEVA YORK, 28 de diciembre de 2024 - El impacto de los conflictos armados sobre la infancia de todo el mundo alcanzó niveles devastadores y probablemente sin precedentes en 2024, según un análisis realizado por UNICEF a partir de los últimos datos disponibles y de las tendencias mundiales predominantes.
Se calcula que más niños y niñas que nunca están viviendo en zonas de conflicto o se encuentran desplazados a la fuerza debido a las guerras y la violencia. Los derechos de la infancia se ven sistemáticamente vulnerados en este tipo de situaciones, y un número récord de niños y niñas afectados por conflictos han muerto o han resultado heridos [1], se han visto obligados a abandonar la escuela, no han recibido las vacunas esenciales o padecen graves niveles de desnutrición. Además, se prevé que las cifras sigan aumentando. Los conflictos generan aproximadamente el 80% de todas las necesidades humanitarias en el mundo, al ser uno de los causantes de la interrupción de servicios esenciales como el suministro de agua potable, los alimentos y la atención médica.
Más de 473 millones de niñas y niños -más de uno de cada seis en todo el mundo- viven actualmente en zonas afectadas por conflictos [2], y el mundo experimenta el mayor número de conflictos desde la Segunda Guerra Mundial [3]. El porcentaje de población infantil que vive en zonas de conflicto se ha duplicado, pasando del 10% en la década de 1990 a casi el 19% en la actualidad [4].
A finales de 2023, la cifra de niños y niñas desplazados a causa de conflictos y violencia ascendía a 47,2 millones. Las tendencias registradas en 2024 indican desplazamientos adicionales debido a la intensificación de los conflictos, especialmente en Haití, Líbano, Myanmar, el Estado de Palestina y Sudán. Los niños representan el 30% de la población mundial, pero por término medio constituyen aproximadamente el 40% de las poblaciones de refugiados y el 49% de los desplazados internos. En los países afectados por conflictos, una media de más de un tercio de la población está en situación de pobreza (34,8%), frente a poco más del 10% en los países no afectados por conflictos.
“Según casi todos los indicadores, 2024 ha sido uno de los peores años de la historia de UNICEF para las niñas y niños en zonas de conflicto, tanto por el número de afectados como por el nivel de impacto en sus vidas”, afirma Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. “Un niño o niña que crece en una zona de conflicto tiene muchas más probabilidades de no ir a la escuela, de estar desnutrido o de verse obligado a abandonar su hogar -con demasiada frecuencia de forma repetida- en comparación con los que viven en lugares de paz. Esta no debe ser la nueva normalidad. No podemos permitir que una generación de niños y niñas se convierta en la víctima colateral de las guerras sin control del mundo”.
Según los últimos datos disponibles, de 2023, Naciones Unidas ha verificado una cifra récord de 32.990 violaciones graves de derechos contra 22.557 niños y niñas, la más alta desde que comenzó el seguimiento por mandato del Consejo de Seguridad. Con la tendencia general al alza en el número de violaciones graves de derechos -por ejemplo, miles de niñas y niños han muerto y han resultado heridos en Gaza, y en Ucrania la ONU ha verificado más víctimas infantiles durante los primeros 9 meses de 2024 que durante todo 2023- es probable que este año se produzca otro aumento.
La situación de las mujeres y las niñas es especialmente preocupante, con denuncias generalizadas de violaciones y violencia sexual en situaciones de conflicto. En Haití, en lo que va de año, se ha producido un aumento del 1.000% en las denuncias de incidentes de violencia sexual contra niños. En situaciones de conflicto armado, los niños con discapacidad también tienden a estar desproporcionadamente expuestos a la violencia y a la violación de sus derechos.
La educación se ha visto gravemente interrumpida en las zonas de conflicto. Se calcula que más de 52 millones de niños y niñas de países afectados por conflictos están sin escolarizar. Los estudiantes de la Franja de Gaza y una parte significativa de los de Sudán han perdido más de un año de escolarización, mientras que en países como Ucrania, República Democrática del Congo y Siria, las escuelas han sido dañadas, destruidas o utilizadas para otros fines, lo cual ha dejado a millones de niños y niñas sin acceso al aprendizaje. La destrucción de infraestructuras educativas y la inseguridad cerca de las escuelas han empeorado una situación ya de por sí grave para la educación de los niños y niñas en estas regiones.
La desnutrición infantil en zonas de conflicto también ha aumentado a niveles alarmantes, ya que el conflicto y la violencia armada siguen siendo los principales impulsores del hambre en numerosos lugares porque perturban los sistemas alimentarios, causan el desplazamiento de las poblaciones y dificultan el acceso humanitario. En Sudán, por ejemplo, este año se ha declarado la primera situación de hambruna desde 2017, concretamente en Darfur del Norte. Se estima que en 2024 más de medio millón de personas en cinco países afectados por conflictos están viviendo en condiciones de fase 5 de la CIF*, la situación de inseguridad alimentaria más extrema.
Los conflictos también tienen efectos devastadores en el acceso de la infancia a la atención sanitaria. Alrededor del cuarenta por ciento de las niñas y niños no vacunados o que no han recibido todas las vacunas vive en países parcial o totalmente afectados por conflictos. Estos niños y niñas suelen ser los más vulnerables frente a brotes de enfermedades como el sarampión y la poliomielitis, debido a la inseguridad y a la falta de acceso o la interrupción de los servicios de salud y nutrición.
El impacto sobre la salud mental es, asimismo, enorme. La exposición a la violencia, la destrucción y la pérdida de seres queridos puede manifestarse en la infancia a través de reacciones como depresión, pesadillas y trastornos del sueño, comportamientos agresivos o retraídos, tristeza y miedo, entre otras.
2024 se ha convertido en el año más mortífero jamás registrado para el personal humanitario, con la muerte de 281 cooperantes en todo el mundo, superando las cifras de años anteriores.
"Los niños y niñas en zonas en guerra se enfrentan a una lucha diaria por su supervivencia que les priva de su infancia", ha afirmado Russell. "Sus escuelas son bombardeadas, sus casas destruidas y sus familias destrozadas. No sólo pierden su seguridad y la posibilidad de cubrir sus necesidades vitales básicas, sino también la oportunidad de jugar, de aprender y, simplemente, de ser niños y niñas. El mundo les está fallando. De cara a 2025, debemos hacer más para invertir la tendencia y salvar y mejorar la vida de la infancia".
UNICEF hace un llamamiento a todas las partes en conflicto, y a quienes tienen influencia sobre ellas, para que tomen medidas decisivas que pongan fin al sufrimiento de los niños y las niñas, garanticen el respeto de sus derechos y cumplan las obligaciones que les impone el derecho internacional humanitario.
Nota para editores
Más información sobre infancia en conflicto y la Agenda de UNICEF en favor del cambio para proteger a los niños y las niñas en los conflictos armados.
*La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) es una escala mundial para clasificar las crisis alimentarias y nutricionales. Más información sobre la CIF.
Para colaborar con el trabajo de UNICEF por los niños y niñas en países con conflictos activos: https://www.unicef.es/ninos-en-guerra
UNICEF trabaja defendiendo los derechos de los más de 473 millones de niños y niñas que viven en zonas de guerra y conflicto en todo el mundo. Niños y niñas que son asesinados, sufren mutilaciones, tienen que abandonar sus hogares o se ven separados de sus familias, siendo especialmente vulnerables a todo tipo de abusos. Colabora haciéndote socio para que podamos seguir llevándoles suministros esenciales y apoyando la rehabilitación de escuelas, hospitales y fuentes de agua.
[1] Informe anual del Secretario General para la cuestión de los niños y los conflictos armados.
[2} PRIO (Instituto de Investigación para la Paz de Oslo).
[3] Índice de Paz Mundial.
[4] PRIO.
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.
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