Aumentan los esfuerzos del programa de polio para responder a los nuevos brotes en Sudán y Yemen
Llamamiento a un aumento del acceso sin restricciones para llegar a los niños con vacunas y otros servicios esenciales
Del Dr. Ahmed Al Mandhari, director regional de la OMS para la región del Mediterráneo Orental, y Ted Chaiban, director regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte
AMMÁN/CAIRO, 11 de septiembre 2020- “Los recientes brotes de polio de origen vacunal confirmados en Yemen y Sudán son consecuencia de los cada vez más bajos niveles de inmunidad entre los niños. Cada brote ha paralizado a niños en zonas a las que es extremadamente difícil, si no imposible, llegar con vacunación de polio rutinaria o suplementaria durante periodos de tiempo prolongados.
Estos brotes no son una sorpresa total. En Sudán, los amplios desplazamientos de la población nómada, de los desplazados por el conflicto, los frecuentes movimientos entre países vecinos y el acceso restringido en algunas zonas, han dificultado enormemente el poder llegar a cada niño con vacunas. Los casos en Yemen se agrupan en la gobernación de Sa’adah (en el noroeste de este país asolado por la guerra), una zona cuyos niveles de vacunación rutinaria son muy bajos, y que es inaccesible para el programa de polio desde hace más de dos años. Las últimas campañas casa por casa en esta zona tuvieron lugar en noviembre de 2018.
La polio es una enfermedad terriblemente contagiosa, que se transmite entre personas a través de un contacto estrecho. La única manera de detenerla es a través de la inmunización, con vacunas orales. Los brotes de origen vacunal son la sirena de alarma de que los niveles de vacunación en las comuniddes afectadas son inaceptablemente bajos.
Para la OMS, UNICEF, los gobiernos y los aliados en estos dos países, los brotes como este amenazan con deshacer décadas de progresos logrados por el programa de polio. Sudán tuvo su último caso de polio en 2009 y Yemen en 2005. Ambos países han trabajado mucho para mantener los niveles de inmunidad desde entonces, con un gran uso de la vacuna oral contra la polio; pero estos brotes nos dicen que tenemos que trabajar más duro.
El debilitamiento de la inmunidad a todas las cepas del poliovirus ha sido un riesgo creciente en la región, debido a las dificultades continuas para poder llegar a los niños con vacunas. La pandemia de COVID-19 ha causado un grave descenso en las tasas de vacunación, y ha aumentado las interrupciones de la atención sanitaria (que ya se producían debido a la inestabilidad y los conflictos armados). Los niños de las zonas afectadas por los brotes de polio necesitan desesperadamente otros servicios sanitarios y nutricionales fundamentales. En el momento en que podamos planear una campaña de polio, debemos aprovechar la oportunidad para añadir más valor a los padres y niños, ofreciéndoles otros servicios sanitarios, desde agua y saneamiento hasta vitamina A y tabletas desparasitadoras; así estarán protegidos frente a otras enfermedades prevenibles. La gobernación yemení de Sa’adah, por ejemplo, está sufriendo actualmente también un brote de sarampión. Añadir más servicios sanitarios junto con la vacunación contra la polio es una medida sencilla y de sentido común para salvar más vidas.
Los brotes en Sudán y Yemen son los primeros brotes nuevos de polio en la era COVID-19 en nuestra región. La oficina regional de la OMS en el Mediterráneo Oriental está también respondiendo a brotes de poliovirus de origen vacunal en Somalia, Afganistán y Pakistán. Sabemos que cuando las autoridades nacionales, las comunidades y los aliados del programa de polio se unen, podemos detener los brotes, como ya hicimos en Siria en 2018. Pero si no podemos llegar a cada niño de estas regiones con vacunas vitales, tememos que incuso más países vean cómo los niños quedan paralizados trágica y permanentemente debido a una enfermedad que puede –y debe- erradicarse.
La OMS y UNICEF están profundamente comprometidos con la batalla para librar al mundo de esta enfermedad debilitadora. Hacemos un llamamiento a quienes toman las decisiones, especialmente a las partes en conflicto y a quienes tienen influencia sobre ellos, para que faciliten un acceso humanitario sin restricciones y sostenible en el tiempo, que nos permita llegar con una vacuna contra la polio a cada niño. La polio, en cualquier lugar, es una amenaza para los niños en todos los lugares.
Nunca antes ha habido una necesidad más urgente de aumentar los trabajos de vacunación rutinaria y llegar a cada niño con una vacuna oral contra la polio, la mejor herramienta que tiene el mundo para detener los brotes de polio”.
Notas para editores:
- Hay muchas cepas de la polio, y es fundamental distinguir entre las salvajes o naturales, que hoy solo se encuentran en Afganistán y Pakistán, y el poliovirus derivado de las vacunas.
- El nombre “poliovirus derivado de una vacuna” puede llevar a error: el problema no es con la vacuna oral contra la polio, sino con los bajos niveles de inmunidad.
- La vacuna oral contra la polio contiene una pequeña cantidad del virus (virus vivo atenuado) que permite la respuesta inmune en los niños. Por eso es tan eficaz. Pero a veces, con el tiempo, a medida que ese virus de la vacuna circula por el cuerpo de los niños, puede mutar en una dañina forma del poliovirus que causa parálisis. Si todos los niños de la zona están vacunados de manera adecuada, este virus no tiene a nadie a quien contagiar, y muere. Pero si los niveles de vacunación son tremendamente bajos –y de manera persistente-, los niños pueden contagiarse y desarrollar una parálisis. Esto es lo que ha ocurrido en Sudán y Yemen.
- Este video animado de dos minutos explica cómo surge un brote de poliovirus derivado de vacunas.
Acerca de UNICEF
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