Crisis en Sudán: los niños viven una "tormenta perfecta"
Uno de cada tres niños en este país africano necesita ayuda humanitaria
Declaraciones de la representante de UNICEF en Sudán, Mandeep O’Brien
Material audiovisual disponible AQUÍ
GINEBRA/JARTUM, 23 de septiembre de 2022 – “Mi objetivo es subrayar la enormidad de los desafíos a los que se enfrentan los niños y niñas de Sudán y compartir alguna idea de qué acción se requiere con urgencia. Los niños y niñas están atrapados en una tormenta perfecta de crisis.
Más de uno de cada tres niños y niñas de Sudán necesita ayuda humanitaria. Esta asombrosa estadística se traduce en casi 8 millones de niñas y niños. Se trata de un aumento de 2,7 millones, es decir, un 35%, desde 2020.
Gran parte de esto se debe a la creciente inseguridad alimentaria, un problema que ha intensificado las crisis persistentes de desnutrición, agua, salud y educación para los niños y niñas en todo Sudán.
Tres millones de niños y niñas menores de cinco años en Sudán se encuentran gravemente desnutridos, de los cuales 650.000 sufren desnutrición aguda grave. Aproximadamente la mitad de ellos morirán sin tratamiento.
Las tasas de inmunización rutinaria en Sudán están disminuyendo. Entre 2019 y 2021 se duplicó el número de niños y niñas que no han recibido ni una sola dosis de las vacunas que salvan vidas.
Cerca del 40% de la población no tiene acceso al suministro básico de agua potable, y un 70% al saneamiento básico.
La atención médica básica, el agua, la higiene y el saneamiento son vitales para salvar vidas infantiles. Es esencial para que un país luche contra las enfermedades infecciosas en la primera infancia e interrumpa el círculo vicioso entre la desnutrición y los brotes de enfermedades.
Finalmente, siete millones de niños y niñas no van a la escuela en Sudán. El 70% de los niños y niñas de 10 años no pueden leer ni comprender una oración simple.
Los niños necesitan una base firme de aprendizaje de calidad que sea relevante para sus vidas y que les proporcione las capacidades necesarias para el mercado laboral del siglo XXI.
Con todo esto en mente, consideren estas últimas estadísticas: el año pasado, el presupuesto de Sudán para sanidad cayó del 9% al 3% del gasto público total, y el de educación descendió del 12,5% al 1%.
Por supuesto, los niños de Sudán no son responsables del deterioro de los sistemas sanitario y educativo. Pero sí son las primeras víctimas en llevarse la peor parte.
Entonces, ¿qué debe hacerse?
Primero, pedimos a las autoridades sudanesas que aumenten urgentemente los gastos públicos para la prestación de servicios sociales para salvar y mantener las vidas de niños y comunidades.
Segundo, pedimos a la comunidad internacional que muestren su solidaridad con los niños de Sudán y que aumenten la financiación humanitaria y de resiliencia para el país.
A cuatro meses de que termine 2022, los aliados humanitarios solo han recibido el 34% de los fondos que necesitamos según el Plan de Respuesta Humanitaria; algunos sectores sufren un serio déficit de fondos, como el de Educación en Emergencias, con solo un 13% cubierto de los 102 millones de dólares (104,5 millones de euros) requeridos.
Sé que hoy hemos compartido algunos datos profundamente preocupantes, pero como frase final: Lo que ya es una crisis para los niños en Sudán se convertirá en una catástrofe si no actuamos.
Gracias”.
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