Franja de Gaza: más de un millón de niños y niñas llevan más de un mes privados de ayuda humanitaria

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AMÁN, 5 de abril de 2025 - El bloqueo de la ayuda humanitaria está teniendo terribles consecuencias para un millón de niños y niñas en la Franja de Gaza.

No se ha permitido la entrada de ayuda en la Franja de Gaza desde el 2 de marzo de 2025 -el periodo más largo de bloqueo de la ayuda desde el comienzo de la guerra-, lo que ha provocado escasez de alimentos, agua potable, refugio y suministros médicos. Sin estos elementos esenciales, es probable que se disparen la desnutrición, las enfermedades y otras afecciones prevenibles, lo que causará un aumento de muertes infantiles evitables.

“UNICEF tiene miles de palés de ayuda a la espera de entrar en la Franja de Gaza”, ha explicado Edouard Beigbeder, director regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África. "La mayor parte de esta ayuda puede salvar vidas y, sin embargo, en lugar de hacerlo, está almacenada. Debe entrar inmediatamente. No se trata de una elección o de caridad; es una obligación según el derecho internacional".

Los niños y niñas que reciben tratamiento contra la desnutrición corren grave peligro. Veintiún centros de tratamiento -el 15% del total de instalaciones ambulatorias- han cerrado desde el 18 de marzo de 2025 debido a órdenes de desplazamiento o bombardeos. Los 350 menores con desnutrición que dependen de estos centros se enfrentan ahora a un empeoramiento de su estado que puede poner en peligro su vida.

En el centro y el sur de Gaza se han agotado los alimentos complementarios para lactantes, cruciales para el crecimiento cuando las reservas de alimentos son escasas. Sólo queda suficiente fórmula infantil lista para usar (RUIF, por sus siglas en inglés) para 400 niños y niñas durante un mes. UNICEF calcula que casi 10.000 bebés menores de seis meses necesitan alimentación suplementaria, por lo que, sin la RUIF, las familias podrían verse obligadas a utilizar alternativas mezcladas con agua no apta para el consumo.

Debido a las hostilidades en curso y a los desplazamientos masivos, UNICEF se ha visto obligado a reducir no solo los servicios de nutrición, sino también los de salud mental y apoyo psicosocial, educación en torno a minas y gestión de casos de protección infantil.

Durante el alto el fuego, UNICEF comenzó a reparar pozos y puntos de agua críticos para aumentar la disponibilidad de agua potable. Pero ahora, muchos siguen sin reparar o corren el riesgo de sufrir más daños. En el norte, las familias dependen ahora totalmente del transporte de agua en camiones cisterna. En las zonas central y meridional, los cortes de electricidad en la planta desalinizadora del sur han reducido la producción de agua en un 85%, y la tubería principal de agua ha sufrido daños y no se puede acceder a ella para repararla. El acceso al agua potable de un millón de personas, entre ellas 400.000 niños y niñas, se ha reducido de 16 litros por persona y día a sólo seis. Si el combustible se agota en las próximas semanas, esta cifra podría caer por debajo de los 4 litros, lo que obligaría a las familias a utilizar agua no potable, aumentando el riesgo de brotes de enfermedades, especialmente entre los niños.

El bloqueo también ha impedido que UNICEF entregue kits de ocio inclusivos para 1.000 niños y niñas con discapacidad.

“Por el bien de más de un millón de niños y niñas de la Franja de Gaza, instamos a las autoridades israelíes a que garanticen, como mínimo, que se satisfacen las necesidades básicas de la población, de acuerdo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”, ha añadido Beigbeder. “Esto incluye su responsabilidad legal de garantizar que las familias reciben los alimentos, los medicamentos y otros suministros esenciales que necesitan para sobrevivir".

A pesar de una situación extremadamente difícil, UNICEF y sus aliados mantienen una presencia fundamental, dando apoyo a través de medidas como la reanudación de los servicios de atención sanitaria neonatal en el norte y la entrega de 21 máquinas respiratorias para salvar las vidas de 150 recién nacidos; un mayor acceso a agua potable para cientos de miles de personas; la lucha contra la desnutrición, con más de 7.800 menores de 2 años a los que se ha proporcionado alimentos complementarios listos para usar y más de 33.500 a los que se ha examinado para detectar casos de desnutrición aguda; y la prevención de la separación familiar, con más de 300 niños y niñas reunidos con sus padres tras haber sido separados por las órdenes de desplazamiento y las intensas huelgas.

UNICEF sigue pidiendo a las partes en conflicto que cesen las hostilidades y restablezcan el alto el fuego. La ayuda humanitaria y los bienes comerciales deben poder entrar y circular libremente por la Franja de Gaza. Los niños enfermos y heridos deben ser evacuados para recibir atención médica. Hay que proteger a la población civil -incluidos los niños y los trabajadores humanitarios- y las infraestructuras esenciales que quedan, y liberar a los rehenes.

Asimismo, UNICEF insta a los estados con influencia sobre las partes a utilizarla para detener el conflicto y garantizar su respeto por el derecho internacional, incluido el respeto y la protección especiales que merecen los niños y niñas afectados por conflictos armados.

Para contribuir al trabajo de UNICEF en Gaza: https://www.unicef.es/colabora/unidos-por/unidos-por-gaza 

Acerca de UNICEF

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