Coronavirus. Guía para madres, padres y educadores
¿Cómo se contagia el coronavirus?
¿Cuáles son los síntomas?
¿Cómo puedo evitar el riesgo de infección?
¿Debería ponerme una mascarilla?
¿Qué debería hacer si mi hijo o hija presenta síntomas? Cuál es la mejor forma de lavarse las manos?
Estas y muchas otras preguntas relacionadas con el coronavirus son las que intenta responder esta completa guía para que madres, padres y educadores protejan mejor a hijos, hijas y alumnos.
"Los medios de comunicación y la alarma social a veces precipitan el trabajo de familias y educadores obligándonos a explicar cosas de las que nunca creíamos que necesitaríamos tener que hablar con los más pequeños. No es el fin del mundo: solo hay que tener muy claras las prioridades".
Proteger sus emociones:
Los niños y niñas muy pequeños aún no han adquirido la madurez suficiente para poder entender algunos aspectos biológicos, sociales y económicos de las enfermedades.
Habitualmente, cuando hablamos con ellos sobre los problemas de salud empleamos eufemismos como llamar a virus y bacterias “bichitos invisibles”, referirnos a la enfermedad como “pupa” o decir que la gente enferma “está malita”.
Estas imprecisiones no contribuyen a su formación científica (para la que aún habrá tiempo) pero contribuyen a otro aspecto muy importante de la educación en esta etapa: proteger su bienestar emocional.
La prioridad en esta etapa debe ser, precisamente, proteger a niños y niñas de toda aquella información que aún no pueden procesar y que les puede llevar a desarrollar ansiedad y miedos debido a la incertidumbre.
Proteger su salud:
En este momento del desarrollo es también muy importante sentar las bases de las competencias de autoprotección que les permitirán ser responsables sobre su salud y la de otras personas a lo largo de su vida.
No es necesario un tratamiento exhaustivo de las causas y efectos de las enfermedades para empezar a incidir educativamente en conductas de protección que sí están al alcance de niños y niñas desde edades muy tempranas y que además les permiten desarrollar su sentido de autoeficacia y su seguridad en sí mismos.
Todas las recomendaciones se refieren a niños y niñas en etapa de educación infantil temprana (hasta los 6 años, aproximadamente, dependiendo del grado de madurez).
En otras edades deberemos tener otros enfoques más adecuados a su nivel de competencia y que les permitan aprender y desarrollarse acorde a su edad.