A estos niños sirios su discapacidad no les impide perseguir sus sueños
En un país devastado por el conflicto, los niños sirios con discapacidad enfrentan enormes desafíos cotidianos. Uno de nuestros programas de ayuda económica está cambiando su vida y la de sus familias.
El pequeño Somar, de 8 años de edad, sonríe mientras toca el violín en su casa en Alepo. Más de 6 años de conflicto han hecho la vida aún más difícil para Somar, que tiene síndrome de Down. Su familia recibe una ayuda económica en efectivo a través de un programa de protección social apoyado por UNICEF.
Bashar es uno de los 2,8 millones de niños sirios obligados a huir de sus hogares debido a la intensa violencia. Para Bashar, la vida ya era difícil y el estar desplazado se suma a sus retos diarios.
Este niño de 12 años nació con síndrome de Down, un trastorno genético que causa problemas de aprendizaje y retrasos en el crecimiento. El padre de Bashar murió cuando el pequeño tenía 9 años, dejando solos a él, a sus 2 hermanos y a su madre frente a los horrores de la guerra.
"No pude enviar a Bashar a la escuela, porque no hay escuelas de educación especial cerca", dice Hanan, la madre de Bashar, sentada en un edificio inacabado que actualmente están usando como refugio.
"En cambio, enseñé a Bashar lo básico de la costura", dice. Bashar ahora hace títeres y marionetas usando pedazos rotos de telas coloreadas.
Bashar cose uno de sus muñecos en Alepo. Su familia huyó de su casa durante la intensificación de la violencia y ahora se refugia en un edificio a medio construir.
Como niño con discapacidad, Bashar suele ser juzgado por sus carencias antes que por todo lo que es capaz de hacer.
"En una Siria destrozada por la guerra, los niños con discapacidad son uno de los grupos más excluidos", dice Fran Equiza, representante de UNICEF en Siria. "Los medios de subsistencia han sido devastados por el conflicto y las familias luchan para llegar a fin de mes, lo que puede ser aún más difícil cuando se cuida a un niño con una discapacidad”.
Se calcula que el 85% de la población vive actualmente en la pobreza, con un 69% en pobreza extrema, que vive con menos de 2 dólares al día.
Niños sirios: aliviar la pobreza
A pesar de todos los desafíos, Bashar sigue teniendo ambiciones. "Quiero ser sastre", dice con sus ojos brillantes de optimismo.
Para ayudar a los niños como Bashar a realizar sus sueños, en UNICEF proporcionamos ayuda económica a algunas de las familias más vulnerables.
El objetivo es aliviar el impacto de la pobreza en las familias, apoyar su papel en el cuidado infantil y mejorar su acceso a los servicios básicos. Se trata de un esquema innovador de protección social dirigido a los niños con discapacidad, reduciendo su exposición a los riesgos y ayudando a sus familias a desarrollar formas positivas de afrontar la vida.
Según una investigación reciente del Instituto de Desarrollo de Ultramar, las subvenciones directas a los hogares pueden ayudar a proteger a las familias pobres y hacer que la respuesta humanitaria sea más rápida y flexible.
"El pueblo de Siria ha sufrido bastante. Proporcionar ayudas económicas puede, por lo menos, hacer la vida un poco más fácil para algunas de las familias más vulnerables", dice Equiza. "Las familias pueden tomar decisiones sobre cómo utilizar estos recursos según sea lo mejor para sus hijos", añade.
La familia de Bashar es una de las casi 9.000 familias de niños con discapacidad en Alepo, Latakia, Tartous y el Damasco rural que reciben ayuda económica a través de este programa de protección social apoyado por UNICEF. Su familia cobra unos 70 euros cada dos meses.
"Utilizo el dinero para alimentar adecuadamente a Bashar y cubrir sus gastos de transporte a la escuela", dice Hanan. "Estoy muy feliz".
Niños sirios: la guerra le dejó sin piernas
Firas, de 17 años, vende ropa en el este de Alepo para ayudar a su familia. Perdió sus dos piernas en un ataque de mortero en 2015, el mismo ataque que mató a su padre.
Firas, de 17 años, es otro joven sirio que se beneficia de la ayuda económica. Perdió a su padre y sus 2 piernas el mismo día, bajo los intensos combates en el este de Alepo.
"Yo estaba ayudando a mi padre en su pequeña tienda cuando cayó un mortero, matando a mi padre y dejándome gravemente herido", dice.
La madre de Firas ha podido darle una pequeña asignación mensual con la ayuda que recibe de UNICEF. Con sus pocos ahorros comenzó un pequeño negocio de venta de ropa.
Desde UNICEF también remitimos a Firas a un centro de salud, donde fue operado. Dentro de un mes recibirá una prótesis a través de una ONG local.
La ayuda económica a familias como las de Bashar y Firas puede transformar sus vidas y tiene un impacto mayor y más duradero, al darles oportunidades para alcanzar todo su potencial.
"Una vez que reciba mis prótesis voy a poder volver a caminar", afirma Firas con una sonrisa.
¡Tú también puedes ayudar a los niños de Siria! Juntos conseguiremos que niños como Firas, Bashar o Somar puedan cumplir sus sueños.
La vida de millones de niños sirios está en riesgo
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