Los niños con discapacidad ayudan a construir una sociedad más inclusiva y segura para todos
Post de Ana Moilanen, Técnico de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF España.
Juan Carlos es un joven con discapacidad intelectual causada por un maltrato a los 8 meses de edad. Por nacer en un país como España pudo recibir los apoyos y ayuda suficientes como para superar largas temporadas en instituciones y familias de acogida y para estar, a sus 23 años, disfrutando de una vida plena, trabajando como ayudante de cocina en un centro especializado para personas con discapacidades.
En el mundo se estima que existen al menos 93 millones de niños y niñas menores de 14 años con discapacidad, pero lamentablemente muchos de ellos no han tenido las mismas oportunidades que Juan Carlos.
Afortunadamente, la atención y las actitudes hacia las
personas con discapacidades o simplemente con capacidades
diferentes (según se mire) han cambiado mucho en los
últimos años. Cada vez vamos tomando más conciencia de que
personas como Juan Carlos no son un problema ni un
obstáculo, sino que enriquecen nuestra
vida y aportan valores muy positivos; nos
hacen actuar de forma distinta, más amable y atenta con todos
nuestros semejantes.
El Estado Mundial de la Infancia 2013,
al centrar la atención en niños y niñas con discapacidad, nos
aproxima a cumplir con una deuda pendiente con ellos. Si todos los
niños, por las características inherentes a su edad y momento de
desarrollo, son vulnerables al abuso y la vulneración de sus
derechos, existen grupos de riesgo entre los niñosque requieren de nuestra especial atención y, entre ellos, de forma
muy concreta los niños con discapacidad.
Hay que hacer un esfuerzo especial para que
tengan garantizados sus derechos, empezando por
los más básicos: acceso a la salud, educación y
protección; pero además hemos de incluir una atención
preferente a las familias, tutores, profesionales del
ámbito educativo y sanitario… en definitiva, todos aquellos que
forman parte del día a día de los niños con
discapacidad.
Quizás Juan Carlos, con más apoyo y acompañamiento desde la
primera infancia, en vez de pasar por cuatro instituciones y dos
familias de acogida, hubiera podido disfrutar de una vida más
estable desde sus primeros años de vida. En Españase estima que el coste añadido para una familia con un hijo
con discapacidad es de unos 32.000 euros al año. Una
intervención temprana siempre es una inversión para un futuro de
más calidad y, sin duda, la sociedad recupera dicha
inversión de muchas maneras.
INCLUSIÓN Y EQUIDAD
En este informe, la aproximación a la
discapacidad es desde la perspectiva dela inclusión y la equidad. Una visión que nos
ayuda a la hora de defender los derechos de todos los niños en
todos los lugares, independientemente de su condición.
Sin duda, logrando la inclusión y equidad en todas las áreas
de derechos para los niños con discapacidad, especialmente en lo
referido a la participación, estamos contribuyendo a una
sociedad más justa, enriquecida, solidaria y menos
violenta para todos. Los niños con discapacidad
aportan y enriquecen.
Los niños nos confrontan con nosotros mismos, nos hacen
preguntarnos sobre la coherencia entre lo que decimos y lo que
hacemos, también en nuestra vida personal: ¿son acordes nuestra
acciones con nuestra ideología, sentimientos, y con lo que
profesamos y defendemos? Su vida es un reclamo constante para
defender sus derechos e incluirles como sujetos de pleno derecho,
como reivindica la Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN).
A Juan Carlos, siempre sensible a las necesidades de otras
personas con dificultades por su condición, le encantará saber que
estamos trabajando en la parte que nos toca y él no puede:
construyendo un mundo sin barreras que permita a todos los
niños participar en equidad en todos los aspectos de la
vida que les rodea.