La vida sigue, la exclusión social también
Post de Cristina Junquera, responsable de políticas de infancia de UNICEF España
Seguramente la mayoría habéis leído o escuchado el dato en las últimas semanas: casi un 30% de los niños y niñas que viven en España viven por debajo del umbral de la pobreza. Pero… ¿sabemos lo que esto significa?
Cuando los expertos hablan de “pobreza monetaria”, se están refiriendo a la falta de recursos económicos. Pero la pobreza, la infantil y la adulta, tiene otra cara: la exclusión social.
Se trata de un fenómeno que ha existido siempre, pero que hoy en día está tomando nuevas formas, vivimos nuevos procesos de exclusión relacionados con nuevas desigualdades y desventajas sociales que van mucho más allá de los recursos materiales.
Estos nuevos procesos tienen que ver con el deterioro de la salud física y psíquica, de los vínculos y relaciones sociales, las condiciones laborales o el estatus profesional. Tiene que ver con un sentimiento profundo, el de sentirse “fuera” de un entorno y de una sociedad, por no disfrutar de sus derechos y oportunidades.
Esta situación, que resulta compleja cuando somos adultos, plantea especiales retos en los niños. Retos relacionados con la vulneración de sus derechos hoy, pero también con la pérdida de oportunidades a medio y largo plazo con consecuencias irreversibles para ellos y para el conjunto de la sociedad.
La exclusión social: el reto de la falta de datos
Cuando nos planteamos la idea de abordar el tema de la exclusión social, nos encontramos con un reto a la hora de disponer de estudios que nos permitieran analizar las situaciones que perpetúan la pobreza y la exclusión social de la infancia, desde un punto de vista amplio de bienestar, esto es recursos económicos, salud, educación, vinculación afectiva o redes de apoyo, entre otras.
Por esta razón pusimos en marcha, junto con la Universidad Pontificia de Comillas, un proyecto ambicioso, cuyo primer paso es la publicación del informe Vulnerabilidad y exclusión social, que pone las bases para avanzar en un sistema de información sobre infancia en exclusión, a partir de estadísticas y registros oficiales, y también de la experiencia y conocimiento directo de distintos actores clave y de los niños.
Un sistema que ofrezca información constante para conocer los cambios que se produzcan y para poder intervenir de manera temprana en los procesos de vulnerabilidad que están llevando a la exclusión, con la idea de revertirlo hacia situaciones de inclusión y seguridad.
No es sencillo. Para poder revertir estas situaciones, hay que identificar quiénes son los niños que se están quedando atrás, por qué se encuentran en esa situación y buscar soluciones que contribuyan a sacarles de un proceso en el que nunca debieron estar.
En definitiva, se trata de poner nombre a las cifras y estadísticas, de hablar de historias con rostro humano.
La inclusión social es una prioridad de UNICEF que persigue la participación activa de los niños en la sociedad, su participación como ciudadanos, su capacidad de tomar decisiones y de elegir.
Se trata de afrontar el reto de llegar a cambiar la vida de los niños que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad para poder llegar a decir algún día que la vida sigue pero la exclusión social ya no.