Tasa de mortalidad infantil: definición y cifras actuales

Un bebé recibe atención neonatal en la Unidad de Cuidados Intensivos apoyada por UNICEF en Uganda. © UNICEF/UNI766099/
09/04/2025
Más allá de las cifras, detrás de la tasa de mortalidad infantil, nos enfrentamos a una realidad difícil de asumir. Cada vida perdida de un niño o una niña, refleja una ausencia irreemplazable para sus familiares y entorno. A pesar de los avances, en muchas regiones la vida de niños y niñas se ve amenazada por desigualdades en el acceso a cuidados y necesidades básicas.
¿Qué es y cómo se calcula la tasa de mortalidad infantil?
La tasa de mortalidad infantil se calcula dividiendo el número de defunciones de niños y niñas menores de cinco años durante un año específico entre el número total de nacidos vivos al año, y luego se multiplica el resultado por 1.000.
Por ejemplo, si en un país hubo 500 muertes de niños menores de un año y 100.000 nacidos vivos durante un año, la tasa de mortalidad infantil sería de 5 por 1.000.
El Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil (UN IGME), (por sus siglas en inglés) es el encargado de recopilar y analizar estos datos a nivel global. Este grupo, compuesto por organizaciones como UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial y la División de Población de las Naciones Unidas, trabaja para proporcionar estimaciones precisas y actualizadas sobre la mortalidad infantil en todo el mundo.
Otro indicador clave es la tasa de mortalidad neonatal, que refleja el número de niños y niñas que mueren antes de los 28 días de vida (el periodo más crítico para su supervivencia), y se usa a menudo también la tasa de mortalidad de menores de 1 año.
Tasa de mortalidad infantil en España
En España, la tasa de mortalidad infantil ha experimentado una notable disminución en las últimas décadas, situándose entre las más bajas a nivel mundial.
Este indicador refleja además el grado de cumplimiento dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y concretamente del número 3: “garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades”, y el último dato que refleja el INE del indicador en España 3.2.1 de tasa de mortalidad de niños menores de 5 años es de un 3,31.
Igualmente, si observamos la tasa de mortalidad de menores de 1 año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España en 2024 se situó en 2,64 defunciones por mil bebés nacidos. Y la evolución es muy positiva, con una gran curva descendente.
Este descenso se atribuye a mejoras en la atención sanitaria prenatal y postnatal, programas de vacunación efectivos y un mayor acceso a servicios médicos de calidad.
Por lo tanto, es esencial mantener y reforzar estas medidas para asegurar que todos los niños y niñas, independientemente de su origen o situación socioeconómica, tengan las mismas oportunidades de sobrevivir y prosperar.
Tasa de mortalidad infantil en el mundo
A nivel global, la tasa de mortalidad infantil ha mostrado una tendencia decreciente. Según el informe del UN IGME, el número anual de muertes de menores de cinco años se ha reducido a 4,9 millones (4,6–5,4) en 2022. Su informe de 2024 revela que hoy en día sobreviven más niños y niñas que nunca, y que la tasa mundial de mortalidad de menores de cinco años se ha reducido en un 51% desde el año 2000. Incluso varios países con bajos recursos económicos han superado esta disminución.
No obstante, persisten disparidades notables entre regiones. África subsahariana y el sur de Asia registran las tasas más elevadas, debido a factores como la pobreza, conflictos, acceso limitado a servicios de salud, y carencias en la nutrición infantil.
Es esencial abordar estas desigualdades mediante intervenciones específicas y colaboraciones internacionales que promuevan el acceso equitativo a servicios de salud esenciales, mejores condiciones de vida y entornos que faciliten la supervivencia y el desarrollo de los más pequeños.
Hajo Wajdi, de 6 meses, se ha vacunado contra la malaria. Su madre, Khaleda Bilal, desplazada de Al-Hasahissa tras la guerra, nos recuerda que la vacuna contra la malaria es muy importante porque "más vale prevenir que curar". Si el niño recibe esta dosis, reforzará su sistema inmunitario y crecerá bien».© UNICEF/UNI677972/Elfatih
Impacto de las intervenciones sanitarias en la mortalidad infantil
Sin duda, el acceso a servicios sanitarios de calidad y con suficientes recursos es básico para seguir avanzando y reducir la tasa de mortalidad infantil.
Los programas de vacunación masiva han prevenido enfermedades mortales como el sarampión, la poliomielitis y la difteria. El acceso a agua potable y saneamiento adecuado ha disminuido la incidencia de enfermedades diarreicas, una de las principales causas de muerte en niños y niñas.
Además, la promoción de la lactancia materna y la mejora en la nutrición infantil han contribuido significativamente a la supervivencia y desarrollo de los niños y niñas.
Sin embargo, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.2 de la Agenda 2030 establece la meta de poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños y niñas menores de 5 años para 2030, lo que implica que todos los países reduzcan la mortalidad neonatal a menos de 12 por 1.000 nacidos vivos y la mortalidad de menores de 5 años a menos 25 por 1.000 nacidos vivos.
Lucha de UNICEF contra la mortalidad infantil
Desde el año 2000, se han logrado avances significativos en la consecución del ODS 3, reduciendo la mortalidad infantil en todo el mundo. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, especialmente para llegar a los niños y niñas en las situaciones más vulnerables y difíciles de alcanzar.
Concretamente, es necesario seguir colaborando con instituciones y gobiernos de las regiones con una mayor tasa de mortalidad en niños y niñas menores de cinco años.
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Preguntas frecuentes
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.2 busca, para 2030, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños y niñas menores de 5 años. La meta es que todos los países reduzcan la mortalidad neonatal a menos de 12 por 1.000 nacidos vivos y la mortalidad de menores de 5 años a menos de 25 por 1.000 nacidos vivos.
A nivel global, la neumonía, la malaria y la diarrea son las principales causas de mortalidad de niños y niñas menores de 5 años. También las complicaciones en el embarazo y el parto, así como la desnutrición, que debilita a los niños y niñas y les hace más vulnerables ante cualquier infección.
Todas estas causas se pueden prevenir y tratar, por lo que es fundamental redoblar los esfuerzos y los recursos necesarios y así salvar muchas vidas.
Existen múltiples factores que afectan la tasa de mortalidad infantil, incluyendo el acceso a servicios de salud de calidad, nutrición adecuada, condiciones de saneamiento e higiene, educación de las madres, programas de protección social y factores socioeconómicos. La pobreza, la falta de infraestructura sanitaria y la educación limitada son determinantes clave que deben abordarse para reducir al máximo la mortalidad infantil.
Los países con las tasas más altas de mortalidad infantil suelen ser aquellos que se enfrentan a una combinación de dificultades como bajos recursos económicos, conflictos armados, falta de acceso a servicios de salud, malnutrición y sistemas de salud débiles. Según los datos más recientes de la OMS, los países con las tasas más altas de mortalidad infantil son Níger, Nigeria, Somalia, Chad, Sierra Leona y Sudán del Sur.