5 historias de niños migrantes en África que no te dejarán indiferente
3 de cada 4 migrantes que huyen de la violencia, la pobreza y el cambio climático en África se quedan en este continente
Cada año, 12 millones de migrantes, entre ellos 7 millones de niños, cruzan las fronteras de África occidental y central en busca de un futuro mejor. La mayoría, 3 de cada 4, se quedan en el continente africano y son pocos los que se dirigen a Europa.
El crecimiento exponencial de la población, el cambio climático, la desigualdad y los persistentes conflictos están empujando a cada vez más niños y jóvenes a emprender este peligroso viaje.
Estas son las historias de 5 de ellos. Protagonistas directos o indirectos de la migración en África. Su situación no te dejará indiferente.
Elisabeth, 13 años
Elisabeth huyó del conflicto en República Centroafricana hace 2 años. Se separó de su familia durante el viaje, aunque encontró refugio en una familia de acogida. Sin embargo, tuvo que pagar un alto precio: se comprometió con un hombre al que no conocía. "Sé que la educación es la única forma de alcanzar mis sueños".
Yusuf, 4 años
Yusuf sueña con volver a su país de origen, Guinea. Su padre, Baboucar, quiso llegar a España pero se quedó sin dinero en Mauritania y tuvo que empezar a trabajar como albañil para poder vivir. Ya han pasado 6 años y ha abandonado la esperanza de llegar a Europa. Ahora solo quiere volver a casa con su familia.
Cira, 16 años
Cira es la otra cara de la migración: los que se quedan. Con solo 16 años está casada y tiene un bebé. Sin embargo, su marido se fue de Malí para buscar trabajo en Guinea Ecuatorial. Hace mucho que no sabe nada de él, aunque le manda dinero con el que la familia ha podido hacerse una pequeña casa con tejado. Cira trabaja en un yacimiento de oro con su bebé a la espalda.
Mahazouna, 6 años
El padre de Mahazouna salió de su pueblo en Níger hace más de 5 años para buscar trabajo en Libia. Su madre emprendió un peligroso viaje por el desierto para intentar hacer algo de dinero en Argelia, pero la enviaron de vuelta a Níger. Finalmente, la situación económica de la familia ha obligado a sus hermanas mayores a dejar el colegio para casarse.
Issaa, 14 años
La madre de Issaa murió hace 2 años en Níger. Poco después, el joven decidió salir del país para ayudar a sus 5 hermanos menores. "Mi padre reunió dinero para mi viaje, me deseó buena suerte y me dejó marchar", nos cuenta en un centro de detención para migrantes en Libia, donde de momento se ha truncado su sueño de llegar a Europa.
En UNICEF recordamos que los niños son, ante todo, niños. Proteger a los niños refugiados y migrantes contra la violencia, el abuso y la explotación es una obligación de todos.