5 historias esperanzadoras para la infancia en Ucrania
La guerra continúa y los niños y niñas siguen viviendo situaciones dramáticas. La acción de UNICEF no se detiene.
© UNICEF/UN0663679/Pashkina
21/10/2022
La situación que atraviesa la infancia en Ucrania sigue siendo dramática. Desde el inicio de la guerra, en febrero pasado, los niños y niñas están sufriendo cada día una violencia extrema y muchos arrastran traumas que serán difíciles de superar.
Desde el primer momento, en UNICEF estuvimos en la primera línea para ayudar a los niños y las familias, en Ucrania y en los países vecinos en los que buscaron refugio. Desde entonces, nuestras operaciones no han hecho más que aumentar y, aunque las intervenciones son muy complicadas, nos quedaremos allí para salvar y proteger a cada niño y niña que nos necesite.
Gracias a la colaboración de nuestros socios y donantes, la ayuda que estamos llevando a niños y jóvenes es muy significativa, superando ya los 5 millones de suministros de emergencia, entre los que distribuimos material para más de 900 centros de salud.
Por ello, queremos compartir algunas de las historias que conocimos y nos emocionaron, historias esperanzadoras para la infancia en Ucrania.
La familia de Bohdan y Vlad con refugio y suministros vitales
© UNICEF/UN0663684/Pashkina
Bohdan y Vlad, de 7 años, huyeron en coche junto a sus padres el día que un proyectil cayó en el patio trasero de su casa. "Decidimos que nada valía tanto como la seguridad de nuestros hijos", afirma Valentina, la madre, mientras recogían los kits que suministra UNICEF para aliviar la pesada carga familiar. También se les dio una habitación en un centro donde alojarse y recibieron ayuda.
Estos kits que repartimos son fundamentales para las personas desplazadas, satisfacen las necesidades de una familia de cinco miembros durante un mes y contienen tabletas purificadoras de agua, mantas, papel higiénico, ropa interior, compresas y otros elementos para cubrir necesidades vitales en situaciones de emergencia.
A medida que el conflicto avanza, millones de niños, niñas y sus familias están en riesgo. Sus hogares, escuelas, las instalaciones de agua y los hospitales han sido dañados y el acceso a los servicios esenciales es limitado.
UNICEF trabaja día y noche para mantener a estos niños a salvo, asegurando que las familias más vulnerables están en contacto con los servicios sanitarios y de protección de la infancia y proporcionando agua potable y alimentos nutritivos.
Hospitales y maternidades con material médico indispensable
© UNICEF/UN0692848/Pashkina
La Dra. Iryna Kondratova trabaja en el Centro Regional Perinatal de Járkov. Desde que estallaron los combates, la unidad de cuidados intensivos que dirige ha estado atendiendo a miles de recién nacidos y sus madres, muchos de ellos que no tenían a dónde ir.
"Nunca olvidaré mis sentimientos durante un ataque aéreo, cuando en voz alta pedí a las enfermeras que fueran al lugar seguro", recuerda. "Más tarde, regresé a la sala y miré a todos los niños restantes [que no pudieron ser trasladados]. Me di cuenta de que estaba observando a cuántos niños podría esconder con mi cuerpo, si algo sucedía".
El equipo médico recibió ayuda vital de UNICEF, que distribuyó incubadoras, ambulancias, medicamentos y botiquines obstétricos para partos y cesáreas. Cientos de entregas y operaciones han tenido lugar gracias a estos suministros.
Para Iryna, una incubadora móvil es particularmente útil. Mantiene a los recién nacidos a buena temperatura, está insonorizada y puede funcionar hasta ocho horas sin fuente de alimentación adicional. Esto es muy importante durante una guerra, sobre todo cuando el personal del hospital y los pacientes tienen correr a buscar refugio en los sótanos.
Desde UNICEF tenemos el firme propósito de que se pueda mantener la atención médica en el país. Ya llegamos a más de cuatro millones de personas desde febrero (hasta septiembre). Los equipos médicos móviles, enfermeras y psicólogos, también están atendiendo a niños y familias en refugios o áreas de difícil acceso.
Los Puntos Azules, un espacio seguro
© UNICEF/UN0627025/Nicodim
Olena, su hija Anastasia (11) y su hijo Andrei (6), tuvieron que abandonar su hogar y cruzar la frontera a pie hacia Rumanía. "No hay que estar tristes por haber dejado la casa. No hay nada más importante que los niños", afirma convencida Olena.
Una vez llegados al país vecino, entraron en contacto con UNICEF a través de nuestros Puntos Azules, centros integrales que dan servicios clave a las familias y que se identifican rápidamente por su logotipo circular azul.
Allí se les ofrece la posibilidad de registrarse, protección para los niños y niñas no acompañados, restablecimiento del contacto entre familiares, espacios acogedores para que los niños descansen y jueguen, asesoramiento legal, primeros auxilios médicos y psicosociales, acceso a alojamiento y transporte para el viaje que queda por delante.
Cuando el conflicto obliga a los niños a abandonar sus hogares, no sólo corren el riesgo de resultar heridos o morir, también existe el peligro de caer en manos de la trata o ser obligados a trabajar. Las mujeres y niñas desplazadas están especialmente expuestas a sufrir violencia o abusos.
Poner en funcionamiento estos Puntos Azules es una estrategia fundamental en la respuesta de UNICEF, en Rumanía y los demás países, en colaboración con las autoridades locales, así como con otros aliados. Ya se encuentran dando servicio más de 40 espacios como estos.
En un Punto Azul, Andrei ha podido celebrar su sexto cumpleaños durante su estancia y, aunque ha sido diferente, le hemos podido dar un típico dulce rumano que ha hecho de tarta improvisada para soplar una vela.
Continuar con el aprendizaje lo antes posible
© UNICEF/UN0690914/Herasimyuk
Daria Ivanyk, una gimnasta que recientemente se graduó de la escuela en Lutsk, quiere continuar sus estudios fuera de su ciudad natal. Sin embargo: "la guerra puso mi vida patas arriba", cuenta. Quería estudiar en Lviv o Kiev, pero el miedo se había apoderado de ella.
Al igual que Daria, cientos de miles de estudiantes de Ucrania están sufriendo situaciones similares que ponen en juego su futuro y muchos están desmotivados.
Desde UNICEF hemos llegado a más de un millón de niños y jóvenes para que puedan seguir estudiando. Estamos trabajando con los gobiernos, de Ucrania y de los países vecinos, para garantizar que todos tienen acceso a la educación lo antes posible.
Ahora Daria se siente mejor y asiste a las clases para preparar sus exámenes. Nos dice que "son interesantes y los profesores atienden individualmente sus dudas". Ella había perdido toda motivación por estudiar pero ya ha retomado su aprendizaje.
Un innovador chatbot para conseguir un hogar
© UNICEF/UN0702557/Pashkina
En UNICEF pusimos en marcha el chatbot No dejar a ningún niño solo, un proyecto que pone en contacto a las familias que están dispuestas a ayudar con los niños que se quedan sin cuidado parental durante la guerra, para proporcionarles un hogar temporal.
Es el caso de Andriy, de 16 años, que perdió contacto con su familia cuando comenzó el conflicto, debido a que estaba hospitalizado. De la noche a la mañana no supo más de ellos. Era la segunda vez que quedaba alejado de su gente, en este caso su familia adoptiva, con la que llevaba viviendo siete años. Si perder la familia una vez es desgarrador, perderla dos veces es impensable.
Lyudmila y Oleksandr Loginovs conocieron esta historia a través del chatbot. Andrei se adaptó bien a su nueva familia adoptiva. En su tiempo libre, le gusta montar en bicicleta, reunirse con sus nuevos amigos y ser voluntario. Pronto asistirá a una nueva escuela. Dice que su mayor sueño es volver a ver a sus hermanos.
Los niños no acompañados, que viajan solos o que están separados de sus familias, son particularmente vulnerables. Trabajamos sin descanso para identificarlos y registrarlos con especial rapidez para que de forma urgente reciban el apoyo que garantice su protección.
Emergencia Ucrania.
Millones de niños necesitan ayuda urgente. Dona ahora.