Aquarius: España debe garantizar la correcta atención a los niños
Hacemos una serie de recomendaciones para que se priorice el bienestar de los 123 niños migrantes y refugiados que llegan a Valencia.
Nuestra compañera Sidonie entrega una mochila con artículos de emergencia a varios niños del barco Aquarius.
15/06/2018
Ante la llegada a España del barco Aquarius y de dos barcos italianos con 629 personas migrantes y refugiadas a bordo, 123 de ellas niños (60 que viajan solos, según los primeros datos del personal a bordo), desde UNICEF pedimos que todas las actuaciones de acogida prioricen las necesidades de la infancia.
De los 60 menores de edad (52 niños y 8 niñas) que llegarán solos o no acompañados, 28 proceden de Eritrea, 14 de Sudán, 6 de Guinea, 3 de Malí, 2 de Nigeria, otros 2 de Ghana, 2 más de Guinea-Bissau, y los 3 restantes de Senegal, Gambia y Chad, respectivamente.
A bordo de la embarcación Dattilo, de la Guardia Costera italiana, viajan Sidonie y Khadim, dos especialistas de INTERSOS, ONG con la que trabajamos en Italia. Sidonie es de Camerún y tiene una sólida experiencia en misiones de rescate. Khadim procede de Senegal y trabaja como mediador cultural. Su labor dentro del barco es apoyar la identificación de los niños no acompañados y otras personas vulnerables, así como proporcionar asesoramiento y apoyo psicosocial a estos niños y distribuir artículos de emergencia.
“Estas 629 personas llegan a España tras pasar varios días de incertidumbre en altamar en condiciones difíciles. Las rescataron cuando huían de la pobreza o de los conflictos que asolan sus países. Van a llegar exhaustos y nos preocupa especialmente el estado en el que pueden encontrarse los niños, los bebés y las mujeres embarazadas”, explica nuestro director ejecutivo, Javier Martos. “España tiene la oportunidad de realizar una acogida acorde con el enfoque de infancia, que priorice por encima de todo el bienestar de todos y a cada uno de los niños que viajan en estos barcos”.
Aquarius: 8 recomendaciones para la protección de los niños
Para ello, hacemos una serie de recomendaciones encaminadas a la protección de los niños que llegan este domingo a Valencia, especialmente de quienes viajan solos o no acompañados, por ser los más vulnerables a la trata de personas o la explotación sexual:
- Realizar una primera acogida, en zonas separadas de los adultos, de los niños y niñas no acompañados, de las mujeres con bebés y niños pequeños, y de las embarazadas.
- Garantizar que estos grupos vulnerables son atendidos desde el primer momento por personal y mediadores culturales especializados, capaces de evaluar el interés superior del niño, las necesidades específicas de protección internacional o la protección de víctimas de trata.
- Que los niños solos o no acompañados cuenten inmediatamente con servicios de protección y asesoramiento jurídico individualizado en presencia de mediadores culturales.
- Para los niños que sí vienen con uno o más adultos, se debe evitar en la medida de lo posible la separación de las familias y de grupos de referencia, o de adultos y menores de edad en los que se evidencia un vínculo afectivo, a menos que haya indicios claros de trata de personas u otras situaciones de violencia.
- La acogida debe incluir apoyo psicológico y asistencia sanitaria.
- Los niños deben estar el menor tiempo posible en los centros de primera acogida, y ser derivados a familias acogedoras o a residencias donde puedan normalizar su situación.
- También ha de garantizarse el acceso a actividades educativas y recreativas.
- Los permisos de residencia, demandas de asilo y escolarización deberían gestionarse rápidamente cuando estén tutelados por la Administración Pública.
La llegada del Aquarius ha provocado una atención mediática, política y social particular, pero la situación de los niños que viajan en ese barco no es diferente a la de los niños y niñas que continúan llegando cada semana por nuestra frontera sur. España debe garantizar la correcta atención a todos los niños y niñas sin excepción, según los estándares internacionales.