Ataque convoy humanitario en Siria: no vamos a darnos por vencidos
En UNICEF estamos “conmocionados y horrorizados” por el ataque contra el convoy de ayuda humanitaria en Alepo (Siria), en el que han muerto decenas de civiles, entre ellos un empleado de la Media Luna Roja.
Miles de personas, que necesitan desesperadamente agua y alimentos, no han podido recibir los suministros vitales que iban a ser repartidos en el oeste de Alepo. La comida y los suministros de salud y nutrición han sido destruidos.
Los camiones que transportaban suministros de UNICEF (de salud, nutrición, educación, agua, saneamiento e higiene) han sido gravemente dañados en el ataque. "Estos suministros eran para los niños que ya han sufrido más de cinco años de guerra. Cinco años de desprecio por su vida, su bienestar y su futuro", aclaraba Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF.
“Lo que ha sucedido en las últimas horas es una tragedia. Si se trata de un ataque deliberado, entonces es horrible y es un crimen de guerra”, declaró a BBC Radio el director adjunto de UNICEF, Justin Forsyth. “Eran trabajadores humanitarios haciendo todo lo posible, en circunstancias muy difíciles, para llegar a más de 70.000 personas necesitadas”, añadió.
Siria es uno de los conflictos más peligrosos para los trabajadores humanitarios
Por su parte, Stephen O'Biren, subsecretario general de Asuntos Humanitarios y coordinador de ayuda de emergencia de Naciones Unidas, ha hecho un llamamiento para que se realice una investigación inmediata, imparcial e independiente sobre este incidente.
"No puede haber ninguna explicación o excusa, ninguna razón o justificación para atacar a trabajadores humanitarios valientes y abnegados que intentan llegar a personas que necesitan ayuda desesperadamente.Los autores deben saber que un día serán considerados responsables de violaciones del derecho internacional humanitario y de derechos humanos", añadió O'Brien
"Honramos mejor su trabajo si seguimos adelante. UNICEF mantiene su compromiso de entregar la ayuda a los más de seis millones de niños y sus familias que están en necesidad desesperada de asistencia", aclaró Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF.
Siria es uno de los conflictos más peligrosos para los trabajadores humanitarios. En el último año, decenas de voluntarios y personal contratado de las organizaciones humanitarias han perdido sus vidas. No hay precedentes en la escalada de violencia y necesidades, ni en la respueta humanitaria necesaria.
UNICEF trabaja en Alepo y en todas las áreas sitiadas. "Trabajamos con el gobierno y con los rebeldes y damos lo mejor de nosotros mismos, pero la guerra tiene que parar”, ha dicho Forsyth, director adjunto de UNICEF.
“No vamos a darnos por vencidos. Hay 300.000 personas en Alepo a las que abastecemos de agua todos los días Si nos fuésemos ahora, habría un sufrimiento masivo. Tenemos una clínica de salud móvil en el este de Alepo atendiendo a niños muy necesitados que están desnutridos y necesitan ayuda sanitaria básica. Tenemos que quedarnos y hacer todo lo posible, incluso si la situación es difícil. Necesitamos un alto el fuego”, concluyó.