Campaña de vacunación contra la COVID-19 en Senegal
1,9 millones de dosis de vacuna distribuidas para proteger a la población.
8 de diciembre de 2021 en Marsassoum, en la región de Casamance, Senegal. Bourama Manka (43 años) ya está vacunado. © UNICEF/UN0818927
A primera hora de la mañana, Bourama Manka, de 43 años, acudió al centro de vacunación o vacunódromo de Marsassoum, en la Casamance, al sur de Senegal, para recibir la vacuna contra la COVID-19. Tenía muchas ganas de vacunarse y de estar protegido, para así también proteger a su familia de los efectos devastadores del coronavirus.
“Como muchas otras personas, he estado muy pendiente de las noticias sobre la COVID-19 en Senegal y en el resto del mundo. Espero con impaciencia un momento de calma, que parece que sólo llegará con una vacuna", dice Bourama.
"Las vacunas son esenciales para proteger mi salud y la de mis hijos. Entiendo que toda intervención médica puede conllevar un riesgo pero, en conjunto, los beneficios de las vacunas superan con creces los riesgos para mí y mi familia", explica.
La estrategia del vacunódromo
Marsassoum, región de Casamance, Senegal. Los servicios de salud vacunan a la población contra la COVID-19. © UNICEF/UN0818927
A medida que la campaña de vacunación contra la COVID-19 se pone en marcha por todo el país, el personal de salud utiliza nuevas y creativas estrategias para generar confianza en las vacunas en las comunidades.
En la ciudad de Marsassoum, el establecimiento de un vacunódromo ha hecho posible que las personas que no habían podido aún vacunarse, accedieran a la vacuna y, de esta forma, distribuir las vacunas de manera más equitativa y conveniente para salvar vidas por toda la ciudad.
Senegal tuvo en cuenta que el acceso a las vacunas COVID-19 y un despliegue satisfactorio podrían reducir potencialmente la morbilidad y mortalidad por esta enfermedad. Esto motivó a las autoridades a trabajar sin descanso para llegar a un número máximo de personas.
“Cuando me llamaron, el médico me hizo un par de preguntas más para confirmar que entendía los riesgos y beneficios de la vacuna, luego la enfermera me puso la vacuna y, después, tuve que estar 15 minutos en observación", dijo Bourama.
"Me vacuné porque el coronavirus es una enfermedad muy peligrosa que ha causado estragos en el mundo. Si te has vacunado, estás protegido. Conozco a gente que tuvo el coronavirus y estuvo muy enferma. Ahora me alegro de haberme vacunado, estoy más seguro. Por mí y por mi familia", afirmó.
La barrera de la desinformación
Para Bourama, llegar a este momento supuso superar muchas barreras que podrían haberle hecho quedarse en casa. "En mi barrio, había muchas dudas sobre las vacunas. La preocupación por su seguridad o los posibles efectos secundarios y su eficacia es algo que está muy extendida en mi pueblo", afirma. "El acceso a las redes sociales también ha facilitado la difusión de información errónea y teorías conspiratorias".
Con el fin de responder a la desinformación y la propagación de rumores en torno a la vacunación, UNICEF Senegal ha apoyado al Ministerio de Sanidad del país para poner en marcha una estrategia de comunicación en redes sociales y medios digitales.
Un grupo de voluntarios jóvenes ayudaron con la difusión de mensajes, el seguimiento de los rumores y difundir respuestas y datos fiables sobre la vacunación. A su vez, líderes religiosos unieron sus fuerzas para fomentar la confianza en la vacuna contra la COVID-19 a la vez que inspiran a otras personas para que actúen, difundan el mensaje y ayuden a contener la pandemia.
Marsassoum, región de Casamance, Senegal. El personal de salud vacuna contra la COVID-19.. © UNICEF/UN0818928
Un resultado muy positivo
A medida que aumentaba el suministro de vacunas y se ampliaban las campañas de comunicación, se observaban cambios en la decisión sobre la vacunación.
Así, a 6 de enero de 2022 se habían administrado 1,9 millones de dosis de vacuna, y más de 1,3 millones de personas habían recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19.
En 2021 aparecieron nuevas variantes que provocaron un aumento del 192% de los casos en comparación con 2020, con una tasa de letalidad acumulada del 2,5%. Sin embargo, la respuesta a la pandemia experimentó un gran avance cuando se introdujeron las vacunas a principios de 2020, gracias principalmente a la iniciativa COVAX, cuyos socios proporcionaron el 75% del número total de dosis para Senegal.
A lo largo de la crisis de salud, UNICEF Senegal ha colaborado estrechamente con el Gobierno y sus aliados para intensificar la respuesta y evitar una mayor proliferación de la COVID-19 en el país.
Además de liderar la adquisición y el suministro de la vacuna contra la COVID-19, UNICEF, junto con la OMS (Organización Mundial de la Salud) y varios financiadores entre los que está la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo, han ayudado al país a fortalecer sus cadenas de frío y suministro, formando a los trabajadores sanitarios y trabajando con las comunidades para abordar la desinformación y fomentar la confianza en las vacunas y en los sistemas sanitarios que procuran vacunas y salvan vidas.
Esta iniciativa ha sido posible gracias al apoyo financiero a COVAX de, entre otros donantes, USAID (La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional); GAVI (la Alianza para la Vacunación), el Gobierno de Japón, UNICEF Francia, UNICEF Reino Unido y la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo a través de UNICEF España.
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