El aumento de enfermedades prevenibles con vacunas pone en riesgo años de progreso

Vacunando a Hanzala, de 6 meses, en Afganistán. Abdulbaqi lleva 13 años trabajando como vacunador y cuenta que implementan un plan de vacunación mensual para prevenir una serie de enfermedades como la neumonía, la polio o la tuberculosis, entre otras. © UNICEF/UNI777830/Azizi
25/04/2025
Inicia la Semana Mundial de la Vacunación, un momento clave para recordar los progresos que conseguimos con la inmunización en todo el mundo. Aunque este año, tenemos que destacar que los esfuerzos de vacunación a nivel mundial están bajo amenaza.
La desinformación, el crecimiento de la población, las crisis humanitarias y los recortes en la financiación están poniendo en riesgo décadas de avances y dejando a millones de niños, niñas, adolescentes y personas adultas expuestas a enfermedades prevenibles.
Los brotes de enfermedades prevenibles con vacunas, como el sarampión, la meningitis o la fiebre amarilla, están en aumento en todo el mundo. Al mismo tiempo, otras enfermedades que parecían controladas, e incluso casi erradicadas en muchos países, como la difteria, podrían volver a resurgir.
Las vacunas han salvado más de 150 millones de vidas en las últimas cinco décadas.
Desde UNICEF hacemos un llamamiento urgente a los gobiernos y a la comunidad global para reforzar los programas de inmunización y proteger los avances alcanzados en la reducción de la mortalidad infantil durante los últimos 50 años.
Aumento de brotes y sistemas de salud al límite
El sarampión experimenta un fuerte repunte
Desde 2021, el número de casos ha ido en aumento año tras año, tras la caída en la cobertura de vacunación durante y después de la pandemia de COVID-19.
En 2023 se registraron 10,3 millones de casos de sarampión, un 20% más que en 2022. Esta tendencia probablemente continuó en 2024 y lo seguirá haciendo en 2025, ya que los brotes siguen intensificándose a nivel mundial.
En los últimos 12 meses, 138 países han reportado casos de sarampión, y 61 de ellos han enfrentado brotes grandes o disruptivos, la cifra más alta registrada en un periodo de 12 meses desde 2019.
“La crisis de financiación global está limitando gravemente nuestra capacidad para vacunar contra el sarampión a más de 15 millones de niños y niñas vulnerables en países frágiles o afectados por conflictos”, afirma Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
La meningitis aumenta en África
En África, los casos de meningitis crecieron notablemente en 2024, y esta tendencia al alza ha continuado en 2025. Solo en los primeros tres meses de este año, se registraron más de 5.500 casos sospechosos y cerca de 300 muertes en 22 países.
Esto se suma a los aproximadamente 26.000 casos y casi 1.400 muertes contabilizadas en 24 países durante el año pasado.
Un grupo de madres acuden con sus hijos e hijas al punto de vacunación donde Abdulbaqi inmuniza a cada uno de ellos frente a enfermedades prevenibles. © UNICEF/UNI777828/Azizi
Retroceso en la lucha contra la fiebre amarilla
Los casos de fiebre amarilla también aumentaron en el continente africano durante 2024, con 124 casos confirmados en 12 países. Esto ocurre después de una fuerte disminución de la enfermedad en la última década, gracias a las reservas globales de vacunas y su inclusión en los programas de inmunización rutinarios.
En América Latina y el Caribe también se han confirmado brotes desde principios de este año, con un total de 131 casos en 4 países.
Todos estos brotes de enfermedades están ocurriendo en un contexto de recortes de fondos a nivel mundial.
Más niños que no reciben vacunas rutinarias
Al mismo tiempo, el número de niños y niñas que no reciben sus vacunas rutinarias se ha incrementado en los últimos años, a pesar de los esfuerzos de muchos países por vacunar a aquellos que se quedaron sin inmunizar durante la pandemia.
En 2023, se estima que 14,5 millones de niños no recibieron ninguna de sus vacunas básicas, frente a los 13,9 millones de 2022 y los 12,9 millones de 2019.
Más de la mitad de estos niños y niñas viven en países afectados por conflictos, fragilidad o inestabilidad, donde el acceso a los servicios básicos de salud suele estar interrumpido.
“Los servicios de inmunización, la vigilancia de enfermedades y la respuesta a brotes ya se están viendo interrumpidos en cerca de 50 países, con retrocesos similares a los vividos durante la pandemia de COVID-19. No podemos permitirnos perder terreno en la lucha contra enfermedades prevenibles”, explica Russell.
Es crucial en este momento seguir invirtiendo en la vacunación de los niños y niñas que se quedaron sin inmunizar durante la pandemia de COVID-19, así como en los demás programas de vacunación rutinaria.
Las vacunas salvan más de 4 millones de vidas al año
Gracias al trabajo conjunto de la OMS, UNICEF, Gavi y otros aliados, muchos países han ampliado el acceso a las vacunas y fortalecido los sistemas de inmunización a través de la atención primaria. Cada año, estas vacunas protegen contra 14 enfermedades y salvan cerca de 4,2 millones de vidas, casi la mitad de ellas en África.
Las campañas de vacunación han logrado eliminar la meningitis A en el “cinturón de la meningitis” en África. Ahora, una nueva vacuna que protege contra cinco cepas de meningitis ofrece una mayor protección, y ya se están llevando a cabo esfuerzos para expandir su uso en la respuesta a brotes y la prevención.
También se han logrado avances en la reducción de casos y muertes por fiebre amarilla, gracias al aumento de la cobertura de vacunación rutinaria y de las reservas de vacunas de emergencia. Sin embargo, los recientes brotes en África, así como en América Latina y el Caribe, evidencian los riesgos en zonas donde no se habían registrado casos con anterioridad, la cobertura de vacunación es baja y existen brechas en las campañas preventivas.
Además, en los últimos dos años se ha progresado significativamente en otras áreas de la inmunización. En África, la región con la mayor carga de cáncer de cuello de útero del mundo, la cobertura de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) casi se duplicó entre 2020 y 2023, pasando del 21% al 40%, lo que refleja un esfuerzo global coordinado para erradicar esta enfermedad.
También ha aumentado la cobertura mundial de la vacuna conjugada contra el neumococo, especialmente en el sudeste asiático, y se ha introducido en países con alta carga de enfermedad como Chad y Somalia.
Otro hito importante es la introducción de vacunas contra la malaria en casi 20 países africanos, lo que sienta las bases para salvar medio millón de vidas adicionales de aquí a 2035, a medida que más países adopten estas vacunas y se acelere su implementación como parte de las herramientas clave para combatir la malaria.
El vacunador explica que acuden a las zonas de vacunación 15 días al mes. Algunas de estas zonas son muy remotas y no se puede llegar en motocicleta, por lo que se ven obligados a caminar y pasar un día entero allí para cumplir con la misión de inmunizar a niños y niñas. © UNICEF/UNI777833/Azizi
Hay que actuar ahora
Desde UNICEF, hacemos un llamamiento a madres, padres, comunidades y responsables políticos para reforzar el apoyo a la inmunización.
Es necesario seguir invirtiendo en vacunas y programas de inmunización, y que los países cumplan sus compromisos en el marco de la Agenda de Inmunización 2030 (IA2030).
Como parte de los sistemas integrados de atención primaria de salud, la vacunación no solo protege contra enfermedades, sino que también conecta a las familias con otros servicios esenciales, como el control prenatal, la nutrición o las pruebas para detectar la malaria.
La inmunización es una de las inversiones más rentables en salud —por cada dólar invertido, se genera un retorno de 54 dólares— y sienta las bases para la prosperidad futura y la seguridad sanitaria.
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