Etiopía: "muere el ganado... quién sabe si seremos los próximos"
La sequía en el Cuerno de África deja a más de 25 millones de niños y niñas con necesidad de ayuda humanitaria.
04/07/2022
"Dependemos de nuestro ganado. Ya perdimos muchos animales. Quién sabe si los próximos seremos nosotros". Es el alarmante relato de Zaynab Wali, una madre de siete hijos que lamenta no tener suficiente comida para su familia. Vendía sus cabras para traer algo de dinero a casa, pero eso tampoco es una opción tal y como está el ganado.
Cuenta que nunca había visto una sequía así: "mira esta cabra, está enferma y no va a aguantar. Hace cinco años, hubo una sequía en nuestra región, pero al menos teníamos alimentos y forrajes que distribuía el gobierno".
Zaynab vive en el distrito de Kebridahar, en la región Somalí, al sur de Etiopía. La región Somalí está sumida en una grave sequía que ya es crónica. Las imágenes revelan el devastador impacto del clima en la zona: grandes superficies de tierra seca porque allí no ha caído una gota de agua en mucho tiempo, ramas de árboles que apenas tienen hojas, donde los frutos también brillan por su ausencia.
Tres temporadas consecutivas de lluvias fallidas secan los pozos de agua, matan el ganado y acaban con los cultivos, empujando a los niños y sus familias al borde del abismo.
Esta pérdida de ganado es significativa. Se estima que unos 235.000 han muerto desde diciembre del año pasado (vacas, ovejas, cabras, camellos y burros), lo que está obligando a las comunidades de pastores a tomar medidas drásticas para intentar salvar los animales que aún están vivos. Es fundamental para salvarse a si mismos. Por ello, ya están huyendo lejos de sus pueblos de origen.
Sin escuelas y sin comidas escolares
La sequía también tiene su coste en la educación de los niños y niñas. Escuelas completamente cerradas y otras funcionando parcialmente, dejan a 197.000 niños y niñas fuera de las aulas en un momento clave, justo cuando las comidas escolares son más cruciales que nunca.
Junto a la escasez de agua y la pérdida del ganado, los casos de desnutrición aumentan cada día. La disminución de la producción de leche se manifiesta directamente en la desnutrición infantil, con graves consecuencias para las mujeres embarazadas y lactantes.
El cierre de los centros educativos también es la consecuencia de la huida de los maestros, en busca de agua y alimento. Los propios niños tienen que ocuparse de los animales, desplazándose a sitios cada vez más lejanos para encontrar agua y pasto que permita sobrevivir al ganado, lo que les quita la posibilidad de asistir a clase.
Bukhari Aden, de 10 años, nos cuenta que nunca ha ido a la escuela. Lo vemos correr detrás de sus camellos porque al fin consiguieron beber agua. "En nuestro pueblo los niños son responsables de cuidar a los animales. No hay agua cerca del pueblo. Si tuviéramos agua disponible cerca, sería fácil para mí ir a la escuela", dice.
Agua, nutrición, salud y educación, prioritarias
Nuestro objetivo es actuar rápidamente en el Cuerno de África, no hay tiempo que perder. Estamos trabajando para atender las necesidades más inmediatas de la enorme población afectada, con un doble propósito: por un lado hay que salvar las vidas de estos niños y sus familias y, por otro, es indispensable construir la resiliencia en las comunidades para que en el futuro puedan afrontar otras crisis similares.
En cualquier emergencia los niños y niñas son los más vulnerables, pero en esta región la infancia está al borde de la catástrofe. Esta enorme sequía deja a más de 25 millones de niños y niñas con necesidad de ayuda humanitaria.
Si recordamos el año 2011, en el que vivimos una crisis similar, aquella emergencia dejó cifras imborrables: la mitad de las muertes relacionadas con la sequía fueron de niños y niñas.
UNICEF trabaja en estrecha colaboración con los gobiernos locales en Etiopía, para garantizar que los niños y las familias tengan acceso a los servicios más esenciales.
Actualmente, estas son nuestras prioridades:
- Agua, saneamiento e higiene: rehabilitar los pozos y sistemas de agua para las personas y los animales, proporcionar agua a través de camiones cisterna y apoyar los establecimientos sanitarios y educativos.
- Nutrición: tratar los casos de desnutrición aguda en niños, mujeres embarazadas y lactantes, rehabilitar los centros de nutrición para hacer frente al aumento de casos, adquirir y distribuir alimento terapéutico listo para usar para tratar la desnutrición.
- Salud: Adquirir y distribuir kits de medicamentos y kits para partos, mantener los equipos de salud materna y nutrición existentes y desarrollar la capacidad de los centros de salud, incluida la rehabilitación de los centros de atención primaria.
- Educación: apoyar la reapertura de escuelas en las zonas afectadas por la sequía e instaurar la educación de emergencia para que los niños continúen estudiando, proporcionar material escolar y atender la salud mental de los afectados.
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