La escuela, un lugar para superar el trauma del seísmo
El terremoto de Haití provocó la destrucción de todo el sistema educativo del país, con el derrumbe de 5.000 escuelas y del propio Ministerio de Educación. Desde entonces, UNICEF ha estado trabajando para la reconstrucción de los colegios y tratar que los niños vuelvan a la normalidad lo antes posible, ya que la educación es la vía principal para la reconstrucción.
Además, la rutina escolar es esencial para restablecer una cierta sensación de normalidad en la vida de los niños, tal y como explica Elizabeth Hyppolite, la directora de una escuela temporal Dalmas 33 Dei Gloria, en Puerto Príncipe. A ella asisten Mackintosh y Freddy Durvier, dos hermanos que el día del terremoto vieron cómo su hogar se derrumbaba ante sus ojos, según cuenta su padre.
"Aquí están con sus amigos, lo que tiene una enorme importancia, y pueden aprender. Es mucho mejor que estén en la escuela y no en su casa, rodeados de los recuerdos del 12 de enero, o en los campamentos", explica Hyppolite.
Hyppolite reanudó la actividad escolar pocos días después de que el terremoto dejara en ruinas el edificio en el que había estado enseñando durante muchos años. Un equipo de ingenieros de UNICEF está haciendo una evaluación del terreno para construir cinco aulas semipermanentes, que contarán también con instalaciones sanitarias y de agua potable.
La escuela, principal vía para la recuperación
"¡Este año sucedieron tantas cosas! Mis hijos me preguntan qué es lo que pasa con Haití. Están muy confundidos", explica Jean André Durvier, el padre de los niños.
"No debemos olvidarnos de los padres, porque ellos también sufren", advierte Hyppolite. "Muchos niños tienen problemas para sobrevivir, ya que sus padres no cuentan con dinero suficiente". Por ello, aunque la escuela es una parte esencial para la recuperación, la educadora advierte que las heridas que sufrieron muchos niños no se curarán de la noche a la mañana.
UNICEF y la escuela
Inmediatamente después del terremoto, UNICEF y sus aliados distribuyeron 1.600 tiendas de campaña para establecer más de 225 espacios temporales de aprendizaje. Además, a partir de abril se pudieron reabrir más de 600 escuelas mediante la distribución de material didáctico y escolar, con lo que en total se beneficiaron 325.000 niños y 42.000 maestros. A este esfuerzo se une el lanzamiento el 4 de octubre de la campaña Todos a la escuela, que ha beneficiado hasta ahora a 720.000 niños en todo el país, 15.000 profesores y 2.000 escuelas.
Una de las prioridades de UNICEF en materia de educación es convertir las escuelas en un espacio donde ayudar a los niños a superar al trauma causado por el desastre, para lo cual la formación de los profesores es fundamental.
UNICEF tiene como objetivo construir 200 escuelas semi permanentes y ayudar junto a otras organizaciones a restaurar las 5.000 escuelas dañadas por el seísmo.
Retos y perspectivas
UNICEF tiene previsto invertir en este año en tres prioridades claves para la educación: la mejora del acceso a la educación, la mejora de la calidad, y la inversión en la reforma y regulación del sector. Además, se está trabajando muy intensamente en tratar de superar las desigualdades en el acceso a la educación, que ya existían antes del terremoto en el país, donde 1 de cada 8 niños de edades comprendidas entre los 7 y los 18 años nunca había ido a la escuela.