Momento aterrador para la infancia en Ucrania
Ocho años de conflicto dejan un impacto psicológico devastador en toda una generación de niños del este del país.
25/02/2022
Proyectiles, minas terrestres, metralla... durante casi ocho años el miedo se ha apoderado de las vidas de los niños y niñas en el este de Ucrania. Ahora, con la escalada del conflicto, los niños viven un momento aterrador y están más asustados que nunca. El impacto en su bienestar psicológico es devastador y afecta a toda una generación de niños y niñas.
Daryna y Katia solo han conocido el conflicto
Al igual que muchos otros niños, Daryna, de 9 años, y Katia, de 7, viven en el este del país, en la llamada línea de contacto que divide las áreas controladas por el gobierno de las que no lo están.
Allí los niños y niñas no han tenido la oportunidad de crecer como cualquier otro niño de su edad. Los niños y sus familias viven con la preocupación de la evacuación, preguntándose constantemente a dónde irían si tuvieran que abandonar sus hogares.
"Si tuviéramos que irnos, cogería lo que más necesito: mi oso de peluche, comida y a mi familia", dice Daryna. "No iré a ninguna parte sin mi familia".
Daryna y Katia solo han conocido la vida en conflicto. Se pueden entender perfectamente sus temores: a principios de este mes, una escuela local fue atacada. "Cuando dispararon, vimos que nuestras cortinas empezaron a moverse", dice Daryna. "Katia estaba asustada. Luego descubrimos en Internet que hubo un herido y que se dañó la escuela".
Nastia: leer y dibujar para mantener la calma
Durante años, cientos de miles de niños que viven a lo largo de la línea de contacto han tenido que lidiar con el estrés y la incertidumbre de tener que estar listos para huir con sus familias en cualquier momento.
Nastia tiene 16 años y nos cuenta que, últimamente, ella y su familia han estado hablando sobre lo que harían si hubiera un ataque. "Tenemos una bodega cerca de casa donde podemos escondernos si disparan", afirma. "Pero no quiero volver a vivir un bombardeo, es realmente aterrador. No sabes dónde caerá el proyectil, dónde esconderte".
Nastia reconoce que en el último mes se empezó a sentir cada vez más ansiosa, y manifiesta tratar de lidiar con ello leyendo, dibujando y hablando con su hermana. "Si tuviera que irme, cogería un libro que me ayude a levantar el ánimo, o un juguete blando con el que pudiera quedarme dormida y que me ayudara a calmarme", dice.
Illia: "este sótano nos ha salvado la vida"
Illia, también de 16 años, ha estado ocupado ordenando el sótano debajo de su casa para poder utilizarlo como refugio antiaéreo en caso de una emergencia.
"Este sótano nos ha salvado la vida mil veces", dice. "Nos sentimos más seguros aquí. Hemos abierto la puerta del sótano tantas veces desde el comienzo del conflicto que las bisagras ya se rompieron".
Illia y su familia están preparados para huir de su hogar si fuera necesario. "No parece que tenga sentido arreglar las bisagras ahora".
Incluso antes de que se intensificaran las hostilidades, a finales de febrero, Illia ya se estaba preparando. "Si tienes tiempo para hacer las maletas, las haces. Si no, simplemente huyes. Cuanto antes salgas, mejores serán tus posibilidades de supervivencia".
Este chico tiene claro que hay una pertenencia que definitivamente se tiene que llevar: un brazalete de plata. De hecho, nunca se lo quita de la muñeca. "Significa mucho para mí", dice. "Es un regalo de mis padres".
Nuestra prioridad: proteger a la infancia
Cada día, más de medio millón de niños viven, estudian y juegan en uno de los lugares del mundo con más presencia de minas. Es una zona en la que los hogares, escuelas, hospitales e instalaciones de agua y saneamiento han recibido ataques con regularidad.
Esta prolongada crisis ya ha tenido un efecto devastador en el bienestar psicológico de los niños. Ahora, a menos que los combates cesen, muchas más familias podrían tener que desplazarse y miles de niños más se verán obligados a tomar decisiones que ningún niño debería tener que tomar.
Desde el comienzo del conflicto, UNICEF trabaja para proporcionar asistencia psicológica y formación sobre el riesgo de las minas a niños, jóvenes y sus familias.
Estamos proporcionando, a través de equipos móviles, ayuda psicosocial a niños y niñas traumatizados, lo cual ha aumentado como resultado de la inseguridad. Estos equipos de protección infantil trabajan atendiendo situaciones de violencia, abuso, separación familiar, violencia de género y problemas de salud mental.
Ampliamos nuestros esfuerzos de respuesta para salvar y proteger las vidas de los niños de Urania, nuestra prioridad en todo momento.
Emergencia Ucrania.
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