Prevenir una segunda crisis alimentaria en África
UNICEF aumenta sus esfuerzos para prevenir la segunda crisis alimentaria grave en África en menos de un año.
El año pasado la atención mundial se centró en el Cuerno de África, donde, a causa de la sequía y la inestabilidad,más de 10 millones de personas necesitan asistencia para salvar sus vidas. Hoy, una crisis similar, aunque de menores proporciones, aparece en la región del Sahel en Africa occidental, al sur del desierto del Sahara.
En esa zona, se necesitará una respuesta de emergencia para tratar a más de 1 millón de niños menores de 5 añosque se espera que sufran desnutrición aguda severa en 2012.
La desnutrición puede matar
“Lo que es importante saber es que la desnutrición puede matar. Con un millón de niños en situación de riesgo, necesitamos actuar con rapidez y contundencia para darles tratamiento” dijo David Gressly, Director Regional de UNICEF para África occidental y central.
Las alarmas empezaron a sonar el año pasadocuando la falta de lluvias provocó una sequía severa en muchas zonas del Sahel, una región que se extiende a lo largo de ocho países en África occidental. El país más afectado es Níger, donde casi 331.000 niños menores de 5 años sufren ya desnutrición aguda severa.
UNICEF trabaja con distintos aliados en cada uno de los países afectados para poner en marcha las respuestas necesarias. Estas incluyen desde el transporte de alimento terapéutico hasta la contratación de personal extra, pasando por asegurar el suministro de agua limpia de manera que los niños, ya debilitados por la desnutrición, no mueran de malaria o cólera.
“La clave está en ir por delante de la crisis.Ya hemos completado la preparación inicial, y la primera respuesta está en marcha,” dijo Mr. Gressly.
La crisis política en Libia ha añadido más presión en el Sahel, incrementando la violencia y el tráfico de armas, en particular en Mali, Mauritania y Níger, y forzando el retorno a casa de muchos expatriados. “Está generando inseguridad, lo que provoca desplazamientos de población y refugiados, originando así una segunda crisis en la región, lo que complica el trabajo y requiere una respuesta específica“ añadió Mr. Gressly.