Rohingya en Bangladesh: un niño muere en la primera gran tormenta del monzón
Las primeras lluvias monzónicas ya se han cobrado un alto precio en los campamentos de refugiados rohingya en Bangladesh: un niño muerto y cientos de refugios destruidos por deslizamiento de tierras y fuertes vientos.
14/06/2018
Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos llevan algo más de una semana castigando los campamentos de refugiados rohingya en Bangladesh y los riesgos para miles de niños se multiplican.
La lluvia ha desencadenado inundaciones y deslizamientos de tierra, lo que ha provocado la muerte de un niño de tres años, mientras que los vientos han dañado o destruido cientos de refugios, dejando a las familias indefensas frente a los elementos.
Rohingyas en Bangladesh: la tierra se convirtió en lodo
"Miles de niños y sus familias viven en refugios en áreas montañosas sin árboles, rocas o arbustos para mantener el terreno arenoso, gran parte del cual se ha convertido en lodo, mientras las lluvias continúan y el nivel freático sube rápidamente", explica Edouard Beigbeder, nuestro representante en Bangladesh.
"Es vital que los refugiados en los lugares más vulnerables puedan trasladarse a lugares más seguros, pero muchas familias, que ya han sufrido trastornos varias veces en los últimos meses, son reacios a abandonar sus hogares improvisados", señala.
Desde UNICEF estimamos que 200.000 refugiados rohingya, de los cuales más de la mitad son niños, están actualmente amenazados por el doble peligro de las inundaciones y deslizamientos de tierra.
Rohingyas en Bangladesh: sin servicios básicos
La llegada de la lluvia del monzón aumenta los riesgos para la salud dentro de los campamentos y puede multiplicar las enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea acuosa aguda y el cólera.
En esta situación, el acceso a servicio básicos se ha complicado: 900 refugios, 15 puntos de agua, más de 200 letrinas, dos instalaciones de salud y dos sitios de distribución de alimentos han quedado dañados o destruidos en los campamentos. Ya trabajamos en la rehabilitación de todos ellos.
Además, la mayoría de los caminos que llevan a los asentamientos se han inundado y la principal carretera, que divide el mayor de los campamentos, ha sido cerrada excepto para vehículos médicos. Hemos tenido que cerrar temporalmente, también, varias de nuestras escuelas temporales y espacios seguros para niños y mujeres debido al mal tiempo.
Rohingyas en Bangladesh: 2 metros y medio de lluvia
Se espera que más de dos metros y medio de lluvia caigan en Cox's Bazar durante los meses de junio, julio y agosto, el pico de la temporada del monzón.
En los últimos meses hemos trabajado sin descanso para mitigar el riesgo de las lluvias monzónicas. Tenemos preparados suministros humanitarios, lonas alquitranadas y paneles de hierro, y los iremos movilizando según las necesidades, pero se necesita más ayuda urgente para evitar una catástrofe para miles de niños.