Sudán del Sur: un año de conflicto que puede destruir una generación
El conflicto en Sudán del Sur, que ya dura un año, está destruyendo el futuro de toda una generación, al obligar a cientos de miles de niños a huir de sus hogares, escuelas y comunidades y someterles a la violencia, la desnutrición y la enfermedad.
La magnitud de la crisis en el país más joven del mundo es asombrosa. Desde que estalló la violencia el 15 de diciembre de 2013, casi 750.000 niños han sido desplazados internamente y más de 320.000 están viviendo como refugiados. Se estima que unos 400.000 niños han sido obligados a abandonar la escuela y se informa que 12.000 están siendo utilizados por las fuerzas y los grupos armados en el conflicto.
Debido al debilitamiento de las estructuras sociales tradicionales, los niños también son cada vez más vulnerables a la violencia y al abuso y la explotación sexual.
Sudán del Sur: niños Más vulnerables a la violencia y al Abuso y la explotación sexual
“Los enfrentamientos están comprometiendo gravemente el futuro de los niños de Sudán del Sur, y del propio país en su totalidad”, explica Jonathan Veitch, representante de UNICEF en Sudán del Sur. “Vamos a continuar con nuestra ayuda de emergencia a gran escala dirigida a cientos de miles de niños, pero lo que ellos necesitan más que nada es la paz”.
Las tasas de desnutrición infantil han aumentado más del doble como consecuencia del conflicto. En respuesta, desde UNICEF hemos ampliado nuestro programa de nutrición. Hasta ahora, más de 80.000 niños con desnutrición aguda grave han sido admitidos para recibir atención terapéutica. Y mientras que Sudán del Sur ha evitado la hambruna este año, el país podría enfrentar una crisis alimentaria mucho más devastadora a menos de que a principios de 2015 se alcance la paz y la estabilidad.
A medida que el final de la temporada de lluvias mejora el acceso a los caminos de tierra de Sudán del Sur, por eso, desde UNICEF estamos posicionando suministros vitales en lugares clave y reforzando nuestra respuesta de emergencia en Jonglei, Unidad y Alto Nilo, los tres estados disputados donde las necesidades son más agudas.
Nuestras misiones de respuesta rápida junto al Programa Mundial de Alimentos también están llegando por aire a las comunidades de las zonas más remotas para prestar una serie de servicios esenciales. Las misiones ofrecen a los niños con desnutrición exámenes médicos y tratamiento, así como agua potable y saneamiento. A los niños se les administran vacunas, y a quienes han quedado separados se les registra para que puedan reunirse con sus familias. Siempre que sea posible, se les ofrece educación básica y apoyo psicosocial. Hasta el momento, más de 590.000 personas han recibido ayuda en 34 misiones conjuntas, incluyendo 125.000 niños menores de cinco años.
SUDÁN DEL SUR: 'vuelta al aprendizaje'
Debido a que se ha interrumpido la educación de un gran número de niños, la iniciativa de UNICEF 'Vuelta al aprendizaje' tiene por objeto rehabilitar 225 aulas dañadas y proporcionar acceso a la educación a los aproximadamente 400.000 niños que han tenido que abandonar sus escuelas. UNICEF también está trabajando con el Gobierno para incluir programas de consolidación de la paz en el plan nacional de estudios.
“Debemos aprovechar la oportunidad que nos ofrece la estación seca”, explica Veitch, de UNICEF. “Cualquier avance humanitario que logremos es, sin embargo, extremadamente precario. Si los combates se intensifican, como muchos temen, esto provocará desplazamientos a una mayor escala, y agravará la vulnerabilidad de las comunidades exhaustas y de sus niños”.
Desde UNICEF necesitamos aproximadamente 133 millones de euros para financiar nuestra respuesta de emergencia en Sudán del Sur en 2015.