La paz debe prevalecer para los niños y niñas de Siria

Declaración del director regional de UNICEF para Oriente Próximo y el Norte de África, Edouard Beigbeder

Diaa, de 4 años, participa en una sesión de apoyo psicosocial en un centro de protección infantil apoyado por UNICEF en la ciudad de Alepo, Siria, el 5 de diciembre de 2024

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DAMASCO, 17 de diciembre de 2024 - “Hoy he concluido mi visita a Damasco, Homs, Hama, Alepo e Idlib, donde he sido testigo de la terrible situación de la infancia en Siria. Después de 14 años de guerra, millones de niños y niñas no han conocido nada más que el conflicto, lo que los ha obligado a crecer demasiado rápido. Sin embargo, hay esperanza y una oportunidad para un futuro mejor.

UNICEF sigue sobre el terreno entregando ayuda y apoyando a las familias sirias mientras trazan un nuevo camino para su país. Una transición política creíble e inclusiva debe priorizar los derechos de los 10 millones de niños y niñas de Siria.

Mientras viajaba por Siria, vi que la magnitud de las necesidades de la población es abrumadora. 7,5 millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria, y 6,4 millones servicios de protección urgente, ya que la inseguridad y las dificultades económicas profundizan las violaciones de sus derechos, el miedo y la angustia.

Siria necesita un plan de protección social a gran escala para evitar que los niños y familias más vulnerables caigan aún más en la pobreza extrema, mientras los precios del combustible, el pan y los productos básicos siguen aumentando.

Las dificultades que afrontan las familias se ven agravadas por años de conflicto. Más de 2,4 millones de niños y niñas no asisten a la escuela, y otro millón corre el riesgo de abandonar la escuela. Esto los expone a un mayor riesgo de trabajo infantil, matrimonio infantil, trata y reclutamiento y utilización por las partes en conflicto. 

Priorizar la educación, empoderar a los docentes y fortalecer el sistema educativo son esenciales para fomentar la cohesión social, la tolerancia y la paz.

La atención médica sigue siendo frágil. Casi el 40 por ciento de los hospitales y centros de salud no funcionan en forma total o parcial. Casi 13,6 millones de personas necesitan servicios de agua, saneamiento e higiene, y 5,7 millones de personas, incluidos 3,7 millones de niños y niñas, necesitan apoyo nutricional. El refuerzo de las infraestructuras de salud, agua y saneamiento de Siria debe ser una prioridad.

La recuperación temprana debe contar con el apoyo de la comunidad internacional. Es la única manera de garantizar servicios sostenibles y de calidad para los niños, niñas y jóvenes de Siria.

Trágicamente, cuando las familias regresan a sus hogares devastados por el conflicto, las minas terrestres y las municiones sin detonar plantean una amenaza mortal. Desde 2020, estos restos de guerra han matado a más de 1.260 niños y niñas. Solo en la última semana, al menos 11 niños han perdido la vida en incidentes cerca de Alepo, Daraa y Hama.

Los niños y niñas son particularmente vulnerables a estos peligros, ya que a menudo confunden las municiones sin detonar con juguetes u objetos que les generan curiosidad. Estos riesgos no solo amenazan su seguridad, sino que también dificultan el ir a la escuela, acceder a atención médica y reconstruir sus vidas. Los restos sin detonar inutilizan las tierras agrícolas, lo que perpetúa la inseguridad alimentaria y la pobreza de las familias que regresan. Se necesitan medidas urgentes, como intensificar los esfuerzos de desminado humanitario, sensibilizar a la comunidad y promover campañas de educación sobre el riesgo de las minas y el apoyo a las víctimas.

En el norte de Siria, las infraestructuras indispensables para la supervivencia de la población civil siguen siendo objeto de ataques. La presa de Tishreen, una fuente de agua fundamental para cientos de miles de personas, ha resultado gravemente dañada en los enfrentamientos en curso. Los equipos apoyados por UNICEF están realizando reparaciones, pero se necesita un acceso sostenido y seguro para evitar más daños.

Instamos a todas las partes en conflicto a que se abstengan de realizar actividades militares que pongan en peligro la presa, su personal o las operaciones, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario. Si colapsara, la corriente devastaría 45 aldeas en las que viven 300.000 personas, la mitad de ellas niños y niñas, y causaría una catástrofe de proporciones épicas.

La paz debe prevalecer para los niños y niñas de Siria. Si bien los desafíos que se avecinan son inmensos, UNICEF insta a todas las partes en conflicto y a la comunidad internacional a adoptar cuatro medidas fundamentales:

  • Las instituciones estatales deben reanudar las operaciones para mantener los servicios esenciales, incluida la educación.
  • Se deben tomar todas las medidas posibles para permitir una respuesta humanitaria sólida y la recuperación económica. Tanto el sector público como el privado deben participar en este proceso.
  • Se debe aumentar de inmediato la ayuda humanitaria, incluso para los desplazados internos y los refugiados que regresan, acompañada de un acceso seguro y sin obstáculos para llegar a las familias que lo necesitan.
  • Todas las partes en conflicto deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos para garantizar la protección de los civiles en todo momento.

UNICEF mantiene su compromiso de permanecer y cumplir con la infancia del país. En 2024, UNICEF llegó a más de 4,6 millones de personas con servicios esenciales de educación, nutrición, salud, protección infantil, agua, saneamiento y protección social, incluidos 2,7 millones de niños y niñas, 1,2 millones de mujeres y más de 40.000 personas con discapacidad. En respuesta a las recientes escaladas de violencia, UNICEF ha desplegado 185 equipos médicos móviles, ha facilitado el acceso a educación de 10.000 escolares vulnerables con 12 escuelas prefabricadas y ha garantizado el acceso a agua potable a más de 3 millones de personas. También hemos proporcionado apoyo psicosocial, servicios de protección y formación en habilidades para la vida a miles de desplazados, fomentando la confianza, la cohesión social y la esperanza. Con estas medidas, Siria puede empezar a avanzar hacia una paz duradera.

Espero sinceramente que estos esfuerzos se hagan realidad y que 2025 sea, por fin, un año de paz para los niños y niñas de Siria”.

Para contribuir al trabajo de UNICEF en Siria: https://www.unicef.es/causas/emergencias/conflicto-en-siria

Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.

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Ildefonso González
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