Proteger a los niños en tránsito
No importa dónde se encuentren o de donde procedan, todos los niños tienen los mismos derechos. Es la premisa de la que parte este informe sobre la crisis de refugiados y migrantes en la Unión Europea (UE), una crisis sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial y una crisis con rostro de niño.
En lo que va de año, más de 200.000 niños han pedido asilo en la UE y unos 700 niños han perdido la vida en aguas del mar Mediterráneo en busca de un lugar seguro y de una vida mejor.
Detrás de los números hay niños con derechos individuales recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), un tratado internacional que compromete a todos los países involucrados en la crisis migratoria para proteger especialmente a los niños refugiados o que soliciten el estatuto de refugiado.
Niños que necesitan un lugar donde descansar y asearse, agua y alimentación adecuada para su edad, ropa de abrigo, atención sanitaria, aprender, jugar y protección frente al abuso, la violencia y la explotación.
En UNICEF mantenemos nuestro compromiso de apoyarlos, tanto en sus países de origen como fuera de ellos, centrándonos sobre todo en los grupos de niños más vulnerables: bebés y niños pequeños, niños perdidos, niños separados de sus padres o cuidadores, niños y adolescentes no acompañados y niños que se quedan en el camino. Entre las acciones que hemos llevado a cabo hasta el momento, destacamos:
- La instalación de espacios amigos de la infancia en siete centros de recepción y registro en la ex República Yugoslava de Macedonia, Serbia y Croacia, donde los niños pueden jugar, descansar y recibir apoyo psicosocial. Miles de niños han pasado ya por estos espacios, que han sido acondicionados para el invierno con calefactores y suelos especiales, así como con ropa de abrigo, calzado y mantas.
- En los países de origen --como Siria, Irak o Afganistán-- y los países vecinos que acogen a millones de niños refugiados y migrantes --como Turquía, Líbano y Jordania--, estamos desarrollando una de las operaciones humanitarias más grandes de nuestra historia.
- En los países industrializados, tanto en ruta como de destino --como por ejemplo Grecia o Alemania--, hemos ofrecido nuestra ayuda a los gobiernos y las autoridades para que sus políticas y procedimientos se apliquen siempre teniendo en cuenta el interés superior del niño y en línea con los estándares internacionales. Asimismo, insistimos en que necesario un continuo apoyo a los esfuerzos humanitarios y de desarrollo en los países de los que huyen.