Cómo plantear una consulta al alumnado
Las consultas al alumnado son aquellos procesos en los que se pide opinión o ideas a los estudiantes sobre aspectos de la organización del centro que son decididos por adultos.
"Cada niño tiene derecho a expresar su opinión sobre los asuntos que le afectan y a que esta opinión se tenga en cuenta."
Convención sobre los Derechos del Niño
Las consultas, cuando se realizan adecuadamente, pueden ser una fuente de información valiosa y relevante y servir de impulso a la mejora del clima escolar. Las consultas son considerados procesos de participación infantil auténtica, pero tienen que darse unas condiciones para que realmente lo sean:
• Ten claro si una consulta es realmente necesaria
Si lo único que necesitas es información objetiva, verifica si se puede obtener por otros medios. Una consulta genera expectativas y mueve emociones, así que conviene reservarlas para cuestiones en las que la opinión del alumnado aporta un valor adicional y puede ser tenida en cuenta.
Por ejemplo: si en un patio hace demasiado sol en primavera, no tiene mucho sentido hacer preguntas como “¿En qué lugar del patio crees que hace más calor?”, ya que hay mediciones objetivas que nos permiten obtener esa información de manera fiable. Puede ser más útil, una vez que hemos determinado que las condiciones el patio no son seguras, hacer participar al alumnado en la propuesta de soluciones.
• Identifica bien qué quieres averiguar y cuáles son los objetivos de la consulta
Es importante que las iniciativas de participación tengan una meta tangible. Incluso si perseguimos un objetivo relacionado con el clima escolar, cuando más claro y específico sea, más relevante será la consulta. Por ejemplo, si el único objetivo de una consulta es “que los estudiantes se sientan escuchados”, podemos estar perdiendo una buena oportunidad de obtener información relevante.
• Diseña el enfoque y la metodología de la consulta
Ninguna opción de diseño o metodología es mejor que otra: todo depende de los objetivos, del contexto y de los participantes. Por ejemplo:
- ¿Va a participar todo el centro o sólo algunas clases?: Si la consulta es global e involucra a gran número de alumnos y alumnas, puede ser necesario adaptar algunas preguntas según las edades o por otras razones.
- ¿Queremos poder tabular las respuestas por cursos o por otras características del alumnado?: Si es así, hay que incluirlo en el diseño de la consulta.
- ¿Vamos a hacer una consulta digital?: Actualmente hay distintas herramientas digitales que permiten hacer encuestas y tratar los datos obtenidos, pero en ocasiones puede ser más valioso hacer consultas presenciales y abiertas al debate o pequeños grupos de discusión.
• Resuelve de antemano cualquier cuestión ética o de privacidad
En una consulta que involucra a niños, niñas y adolescentes es fundamental que el proceso contribuya positivamente a sus derechos y que no tenga para ellos ninguna consecuencia negativa imprevista. Antes de cualquier consulta que involucre a la infancia, asegúrate de que puede llevarse a cabo de modo que proteja los derechos de la infancia y favorezca la inclusión de todos los grupos. Del mismo modo, aseguraos de obtener el consentimiento informado tanto de los participantes como de sus tutores legales cuando sea necesario y de respetar en todo momento las disposiciones vigentes respecto a la protección de datos de carácter personal.
• Informa adecuadamente a los alumnos y alumnas participantes
Una consulta está bien diseñada cuando sus objetivos son transparentes para los participantes, para ello:
- Los niños y niñas participantes entienden la finalidad de la consulta y el proceso en el que se enmarca.
- Saben quién o quienes han tomado la decisión sobre su participación y por qué motivos.
- Tienen un papel significativo en el proceso, no meramente simbólico.
- Participan voluntariamente en la consulta una vez que entienden su valor.
• Recopila y analiza los datos obtenidos e involucra al alumnado, si es posible
No dejes pasar mucho tiempo desde la realización de la consulta hasta el proceso de tratamiento de las respuestas. La realización de una consulta requiere energía y esfuerzo y el paso del tiempo juega en contra de la efectividad del proceso. Si es posible, involucra a parte del alumnado en el proceso de recopilación y análisis de datos: para ellos puede ser una oportunidad inmejorable de consolidar en la práctica conocimientos sobre estadística, trabajo en equipo y toma de decisiones.
• Muestra los resultados a quienes participaron
Esto es fundamental para lograr que la participación sea realmente significativa y, además, sirve de cierre al proceso demostrando que la consulta no fue sólo un medio de obtener información, sino una forma de colaboración. Se pueden utilizar diferentes medios, entre otros:
- Comunicarlo en clase.
- A través de la radio o el periódico escolar.
- Enviando un mailing a las familias.
- Usando las redes sociales y la web del centro.
- En el tablón de anuncios.
• Utiliza los resultados para avanzar en planes de acción
La consulta debe servir para avanzar en un cambio o en una mejora respecto al objetivo planteado inicialmente y el alumnado debe ser consciente del papel que ha jugado su participación en el proceso. De este modo conseguimos dar a la participación infantil y adolescente el valor que realmente tiene, evitando un uso meramente simbólico de la misma.
• Evalúa y reflexiona sobre el proceso
Recopila los aspectos que han funcionado de la consulta y aquellas cosas que harías de manera diferente en otra ocasión. Lo ideal es que este informe tenga formato escrito y que pueda ser accesible para todo el profesorado, de forma que pueda consultarse y ampliarse en futuras iniciativas.
Participació infantil i adolescent
Idees perquè la participació a l'aula i el centre educatiu contribuïsca a desenvolupar el màxim potencial de cada estudiant.
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