Vuelta al cole: la educación es la mejor vacuna contra la violencia en las escuelas
Con la vuelta al cole en marcha, recordamos que la educación tiene el potencial de dar a las personas la capacidad de solucionar los conflictos sin necesidad de usar la violencia.
10/09/2018
En esta vuelta al cole hemos querido señalar que la violencia que sufren niños, niñas y adolescentes en todo el mundo no se detiene en la puerta de escuelas o centros educativos. Tiene sus manifestaciones particulares y no es exclusiva de determinados países o regiones, se produce en todas las sociedades. De hecho, es muy probable que todos tengamos alguna experiencia cercana y seamos conscientes cada curso escolar de graves y lamentables sucesos relacionados con ella.
Ante esta situación la mejor solución es más educación. La educación tiene el potencial de dotar a las personas de las capacidades necesarias para hacer innecesaria la violencia, nos permite entender los conflictos, su naturaleza, su evolución y las estrategias para solucionarlos.
La educación, particularmente cuando tiene un enfoque de derechos, valores y ciudadanía, nos posibilita entender mejor las emociones humanas, las expectativas, las dinámicas de poder y otros elementos de nuestras relaciones personales y sociales.
La responsabilidad no pertenece solo a los agentes educativos. No es posible una escuela libre de violencia en una cultura violenta o en una sociedad que la tolera. La violencia es una lección difícil de olvidar que ningún niño debería aprender.
Pero... la educación corre peligro por la violencia
Paradójicamente, en muchos lugares en guerra las escuelas están dejando de ser respetadas como entornos seguros, pasando a convertirse en objetivos bélicos. Incluso en épocas de paz, la educación sufre por la violencia cotidiana: el maltrato, los abusos, la negligencia, el bullying y otras formas de violencia contra la infancia ponen en riesgo el potencial educativo de millones de estudiantes en todo el mundo. No es posible aprender cuando se lucha por la supervivencia.
Una educación libre de violencia es un requisito incuestionable en una sociedad democrática: las aulas no pueden ser lugares donde los alumnos se sientan inseguros, los materiales didácticos y los discursos en el aula tienen que estar libres de ideas que apoyen o justifiquen la violencia, los centros educativos no deben ser objetivo de ataques y la convivencia escolar no debe ser fuente de estrés, angustia o inquietud para el alumnado, el profesorado o las familias.
7 medidas para crear escuelas seguras para la infancia
En UNICEF creemos que la vuelta al cole es uno de los momentos clave para abordar y atajar la violencia en las aulas. Porque conseguir escuelas en las que los niños se sientan a salvo de cualquier tipo de violencia es posible y juntos podemos conseguirlo. Aquí van 7 medidas que ayudarán a lograrlo:
1. Adoptar un enfoque de derechos de infancia y ciudadanía global
Toda la comunidad educativa debe alcanzar un consenso y hacerse responsable de la creación de un entorno de aprendizaje seguro. Es clave promover que tanto los estudiantes como los docentes y las familias conozcan sus derechos y respeten los derechos de los demás.
2. Realizar un trabajo continuo y proactivo de prevención
Todas las formas de violencia que afectan a la infancia pueden y deben prevenirse. Es lo correcto y lo inteligente, moral, social y económicamente, ya que incrementa las posibilidades de que un niño permanezca en la escuela, aumenta su capacidad para desarrollar su potencial y rompe el ciclo de la violencia.
3. Buscar una educación inclusiva
Los centros educativos, las autoridades educativas y los gobiernos locales son responsables de asegurar que el entorno físico dentro y alrededor de la escuela sea seguro, accesible y esté diseñado teniendo en cuenta el bienestar de los estudiantes. Es necesario aplicar una disciplina positiva y una enseñanza centrada en las necesidades y derechos de cada estudiante, que tenga en cuenta la inclusión real de todos los niños y niñas.
4. Desarrollar la participación infantil y juvenil
Debemos asegurarnos de que se escuchen las voces de los niños y de que tengan espacio y oportunidades para participar de forma significativa y protagónica.
5. Contar con políticas y procedimientos actualizados
Las políticas y procedimientos de salvaguarda son clave (como los protocolos de protección, los códigos de conducta o las guías de seguridad digital): deben ser conocidos por todo el profesorado, el personal del centro, las familias y los propios alumnos. Estos procedimientos deben comunicarse, aplicarse y revisarse en las escuelas.
6. Dotar a los estudiantes de las competencias para entender la violencia
Ser capaz de situar el contexto de un conflicto, regular sus emociones y resolver problemas de manera no violenta, les da opciones de decisión, libertad de acción y oportunidades de desarrollo. Competencias como el buen trato, la resolución pacífica de conflictos, la mediación, la negociación, la asertividad, la confianza… protegen a los niños y niñas de la violencia y les permiten reaccionar adecuadamente frente a ella. Además son competencias clave para alcanzar su pleno desarrollo académico, personal y profesional.
7. Pedir ayuda
La violencia consigue aislar a las víctimas. Ser capaz de pedir ayuda es un comportamiento que debemos fomentar para tejer la red de apoyo necesaria para combatirla. Pero esto no es exclusivo de niños, cualquier miembro de la comunidad escolar debe ser consciente de que puede y sabe hacerlo.
Seguro que este listado se puede ampliar con tu experiencia. Participa en el debate en redes sociales y aporta tu punto de vista con el hashtag #StopViolenciaInfantil. También puedes descargarte los materiales educativos que hemos preparado sobre el tema.
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