Consejos básicos para el Bienestar Emocional de niños, niñas y adolescentes afectados por situaciones de conflicto armado
Las bases del bienestar psicosocial son:
- El disfrute de los derechos y acceso a las necesidades básicas (alimentación, vivienda, sustento, atención médica, educación, participación).
- La sensación de seguridad, que proviene de vivir en un entorno seguro y de apoyo, con un entorno familiar o cuidador.
Cuando este bienestar se ve interrumpido por una guerra o crisis humanitaria, puede provocar un impacto en el desarrollo psicológico y social de los niños, niñas y adolescentes.
¿Qué reacciones podemos esperar de los niños, niñas y adolescentes?
Cada niño, niña y adolescente, responde de forma diferente a situaciones difíciles, algunas de éstas son reacciones normales al principio, si no remiten en 1 mes aproximadamente, es cuando se debe acudir a un profesional experto y/o a su Centro de Salud de Atención Primaria.
Estas reacciones y comportamientos, no siempre se manifiestan de igual forma en los niños, las niñas y los adolescentes, y pueden verse influidos por haber sufrido situaciones traumáticas o algún tipo de violencia (sexual, de género, trata de personas u otras…).
Podría ser que en el tiempo que haya pasado en tránsito hasta llegar aquí, usted o alguno de los niños, las niñas o los adolescentes que viajan con usted, hayan podido sufrir alguna de esas situaciones que les haya dejado alguna secuela emocional.
Lo más importante en todo momento es su escucha, atención, acompañamiento, calidez y afecto. Asimismo, ante cualquier signo de haber vivido alguna de estas situaciones, asegúrese de pedir ayuda. Aquí tiene una lista de contactos donde puede pedir ayuda.
Familiares y cuidadores
Los familiares y cuidadores también estáis viviendo la situación de crisis humanitaria, por lo que también es común experimentar reacciones diversas como:
- No sentirse capacitado para gestionar la situación y sentir desesperación.
- Sentir dificultad a la hora de establecer comunicación con los niños, niñas y adolescentes.
- Sentirse exhausto y con dificultad para concentrarse.
- Sufrir cambios en los hábitos de alimentación, de sueño y autocuidado.
- Malestar físico (dolor de cabeza, contracturas, dolor de barriga...).
- Miedo, tristeza o irritabilidad.
Cuidarse a uno mismo no es egoísta, de hecho, es responsable. Significa poder seguir siendo eficaz para ayudar a otros.
Evitar la sobreinformación: Es importante estar bien informado, pero con informarse una o dos veces al día es suficiente. Es recomendable no estar todo el día pendiente de tener noticias, sino tener ratos de desconexión. Cuando nos informemos, lo haremos seleccionando información positiva.
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Webs oficiales
de Ciudades y Comunidades Autónomas
con la colaboración del Programa de Psiquiatría Transcultural del Hospital Vall d'Hebron