Conflicto en República Centroafricana: los niños son el blanco de las atrocidades

Un año después del inicio del conflicto en la República Centroafricana, 2,3 millones de niños sufren las consecuencias de esta crisis y, de forma creciente, se están convirtiendo en las víctimas de la violencia y del reclutamiento forzoso en medio de las atrocidades que se producen.
 
La resolución de Naciones Unidas aprobada por el Consejo de Seguridad y la cumbre París-África, en marcha, está poniendo el foco, aunque con retraso, en esta crisis olvidada. Pero es necesario actuar cuanto antes para proteger a los niños de la violencia, para liberarlos de grupos armadas, y para proporcionarles acceso seguro a asistencia humanitaria.
 
La tensión crece entre las comunidades y esto aumenta las posibilidades de que enfrentamientos violentos como los de la capital, Bangui, y otras ciudades, se intensifiquen y se conviertan en masacres a gran escala. Se han registrado incidentes confirmados de ataques a niños y mujeres en Mboki hace dos semanas y en Bouali hace tres días.
 
“La acción efectiva no debe retrasarse más; no puede haber excusa para fallar a los niños y las familias de la República Centroafricana,” ha dicho el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. “La acción debe ser imparcial y rápida para poner fin a que los niños sean un blanco, para proteger escuelas, los servicios de salud y los centros de tránsito, y para proporcionar atención y apoyo a las víctimas –sin impunidad para los perpetradores de estos ultrajes contra los niños.”
 

República centroafricana: los niños que no van a la escuela son los más vulnerables

Siete de cada diez estudiantes de enseñanza primaria en la República Centroafricana no van a la escuela desde diciembre de 2012 y el 80% de todas las escuelas de primaria han dejado de funcionar debido a los enfrentamientos. Los niños que no van a la escuela son los más vulnerables al reclutamiento.
 
El número de niños relacionados con grupos y fuerzas armadas en el país ha aumentado hasta al menos 3.500 pero podrían ser tantos como 6.000; y Naciones Unidas ha recibido informaciones de casos de violencia sexual y violaciones a niñas, incluyendo violaciones colectivas.
 
Con más de 480.000 personas obligadas a abandonar sus casas hasta el momento, y las amenazas para la estabilidad de la región, UNICEF y sus aliados siguen trabajando para proporcionar ayuda que salva vidas a la población desplazada en todo el país y para aquellos que han huido a la República Democrática del Congo y a Camerún.
 
Incluso cuando empeora la situación de la seguridad, ese trabajo sigue adelante.