Irak: escuelas para los niños refugiados sirios
Por Salam Abdulmunem, Oficial de Comunicación de UNICEF IrakLo primero que te llama la atención cuando entras en el campamento de refugiados de Domiz, en Irak, es el número de niños que hay: corriendo, jugando o simplemente sentados en sus tiendas. Cuando se lo menciono al administrador del campamento, me cuenta que casi todas las familias de refugiados sirios que se han registrado aquí son jóvenes; ninguno de los miembros tiene más de 50 años.
El campamento que se ha creado en la provincia de Dohuk, en el norte de Irak, cuenta actualmente con unas 500 familias sirias, pero puede alojar a otras 500 si fuese necesario. Unas2.000 personas viven en el sector del campamento asignado a las familias y, según el administrador, el 40% de los inscritos son menores de 14 años.
PONERSE AL DÍA EN LA ESCUELA DE VERANO
Mientras que los más pequeños juegan en los toboganes y
columpios proporcionados por la administración del campamento, los
adolescentes y las niñas no realizan ninguna actividad
concreta.
Hassan, un joven de 14 años de edad, se
encuentra en la entrada de la tienda de campaña de su familia con
su hermana menor y su hermano, de 11 y 9 años respectivamente,
viendo a los niños más jóvenes jugar al fútbol. Llevan en
el campamento desde hace casi un mes. Hassan me dice que
no tiene mucho que hacer la mayor parte del día. Cuando le pregunto
por la escuela, la hermana de Hassan, Eveen, dice que le gustaría
volver pronto.
Recientemente, el Departamento local de
Educación, con apoyo de UNICEF y ACNUR,
inició una escuela de verano para ayudar a los niños a recuperar el
tiempo perdido. Cerca de 150 niños y niñas se han
matriculado en esta escuela. Pero el nuevo curso académico
se acerca rápidamente, y se prevé escasez de
espacio para casi 500 niños que ya se han
registrado para unirse a la escuela.
Más tarde, cuando visito el cercano Espacio Amigo de
la Infancia apoyado por UNICEF, me encuentro con Perween
Abdulaziz, una trabajadora social de la ONG Agencia para la
Cooperación Técnica y el Desarrollo (ACTED) que se encarga del
centro. Me cuenta que, mientras que algunos de los niños han visto
violencia, la mayoría de los temores de los pequeños
proviene de escuchar a sus padres hablar de un futuro
incierto. La estructura y las actividades que se les
ofrecen a través de la escuela y el Espacio Amigo de la Infancia
son esenciales para que sus vidas recuperen un cierto
sentido de estabilidad.
ESCASEZ DE AULAS
También me encuentro con Adnan, un niño de 13
años que lleva una camisa blanca impecable y una mirada seria en
sus ojos. Hablamos de cómo su jornada gira en torno a la escuela de
verano y cómo espera el nuevo año escolar. "Estudio un poco
más cuando vuelvo a casa, también, y solo después
me voy a jugar". Su conmovedora determinación de seguir
haciéndolo bien en la escuela, incluso cuando se pasa por momentos
difíciles, merece nuestro respeto y apoyo.
Aunque UNICEF y ACNUR han proporcionado siete aulas
prefabricadas, se necesitan al menos siete más para
garantizar que ninguno de los niños que actualmente están en edad
escolar en el campamento de refugiados se vea privado de suderecho fundamental a la
educación, y para ayudarles a alcanzar su pleno potencial
una vez que este difícil momento en sus vidas haya pasado.
Las autoridades locales, con la ayuda de losorganismos de la ONU, están haciendo todo lo
posible para facilitar el acceso a la educación de calidad
a los hijos de los refugiados sirios en el campamento. Se
necesitan más fondos, sin embargo, para satisfacer las necesidades
educativas del creciente número de niños refugiados sirios.