Jordania: el reto del agua para los refugiados
El campamento de Za’atari, en el norte de Jordania, es un refugio seguro para los casi 30.000 refugiados que han huido del conflicto en Siria. Cientos de personas llegan a diario. Desde su apertura en julio, el campamento ha establecido rápidamente los servicios de una pequeña ciudad, especialmente en el caso del agua.
Todos los días, los camiones atraviesan el campamento y reparten más de un millón de litros de agua potable. Sin embargo, en uno de los países más áridos del mundo, elsuministro de agua potable para todos es un desafío enorme. Por esta razón, es tan importante el trabajo de los promotores de agua e higiene, como es el caso de Hala Abu Omar, que trabaja con UNICEF en coordinación con la Agencia de Cooperación Técnica y Desarrollo.
Su mensaje es sencillo: hay que utilizar agua con prudencia y tratar de mantener las tiendas limpias para evitar brotes de enfermedades, una tarea difícil en un campamento ubicado en un terreno seco y polvoriento.
Difundir mensajes sobre agua potable e higiene tienda por tienda
Todos los días, el equipo de Abu Omar se reúne temprano en su oficina del campamento para planificar el trabajo. Mediante un mapa satélite del campamento establecen exactamente qué familias y tiendas de campaña van a visitar y señalan los problemas de saneamiento que se encuentran.
En una de las primeras tiendas que visita, Abu Omar habla con una familia de Damasco que ha estado viviendo enZa’atari durante casi tres meses y explica a todos sus miembros la importancia de la conservación del agua. Además, ofrece algunos consejos prácticos sobre cómo ahorrar agua en tareas cotidianas, como por ejemplo lavar la ropa.
Garantizar agua para el futuro
El suministro de agua por camión a Za’atari no puede seguir siendo una solución a largo plazo, ya que resulta caro, consume mucho tiempo y se puede retrasar o interrumpir. UNICEF y su aliado Mercy Corps tienen el objetivo de perforar dos nuevos pozos cerca del campamento para que los refugiados puedan tener acceso al agua.
Otro de los objetivos es mejorar el abastecimiento de agua en los pueblos cercanos a Za’atari, lo que beneficiará a los refugiados sirios y a las comunidades de acogida. Por ejemplo, el caso de Mafraq, la ciudad más cercana a Za’atari, donde los residentes tienen agua corriente tan solo durante unas 10 horas a la semana. El Especialista en Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF, Saeed Hameed, dice que el trabajo que se está llevando a cabo en Mafraq para ampliar una tubería beneficiará a 25.000 refugiados sirios y a los residentes locales.
UNICEF y Mercy Corps también trabaja en la mejora del acceso al agua en Ramtha, otra ciudad en el norte de Jordania que recibe a los refugiados: “El trabajo que hacemos aquí no sólo ayudará a los refugiados sirios en el campamento, sino que también servirá a las personas en las comunidades circundantes”, afirma Hameed. Se espera que los nuevos pozos de Za’atari estén terminados a mediados de noviembre. Aunque, como todos los días llegan nuevas familias procedentes de Siria, el trabajo de Abu Omar para garantizar que el agua se utilice de la manera más racional posible resulta fundamental.