La fiesta de Pau en Miouh
Post de Raquel Fernández, Directora de Comunicación de UNICEF España
Miouh es un lugar repetido en el mapa del cinturón del Sahel chadiano, salpicado de diminutas aldeas a 4 ó 5 horas del asfalto. Llegamos desde Mao por caminos de tierra y arena teñidos por algunos árboles y plantas que han rescatado el verde gracias a las lluvias que abren la esperanza de una buena cosecha para el próximo año. Si hay cosecha, quizás 2013 pueda no ser año de crisis nutricional en Chad.
Según nos vamos acercando a Miouh, empezamos a ver en el camino
personas a pie, hombres a caballo, cabras y alguna vaca. En el
horizonte, el perfil del primer edificio que vemos, del mismo color
que la arena. Es la escuela. Funciona
porque UNICEF ha formado a maestros de la zona ydistribuye materiales escolares a los niños para
que puedan ir a clase curso a curso.
Unos pasos de arena más adelante, asoma un pequeño edificio con una
mancha azul UNICEF, es el centro nutricional al
que acuden 11.000 madres y niños para recibir atención y
asesoramiento en hábitos que pueden evitar la desnutrición y
algunas enfermedades. En la pared unos carteles con
dibujitos explican cómo prevenir el cólera, por ejemplo.
A medida que nos acercamos, vemos un grupo de señores con turbante
saludando con manos y sonidos del desierto, y a otro grupo más
grande de señoras y niños con el mismo saludo.Pau
Gasol sale del vehículo y recibe unamultitudinaria y sonora bienvenida de estas mil
personas, aproximadamente, que se han juntado en Miouh en este
último domingo de agosto.La visita de Pau es una fiesta de juegos, canciones y
bailes improvisados en esta aldea mínima en medio de la
‘agenda’ en la que el Embajador de UNICEF va
conociendo el trabajo integral contra la
desnutrición, que incluye medidas de prevención,
seguimiento, promoción de hábitos de higiene, suministro de
suplementos alimentarios y tratamiento si hace falta.
Antes de irnos, paramos en el pozo de agua,escudado por ramaje con espinos para que los animales no lo
invadan. Pau prueba la experiencia de bombear agua. Otra fiesta
para la gente de Miouh, que tiene una capacidad 100% para disfrutar
cada uno de los segundos con potencialidad de ser disfrutados que
la vida ofrece. Misma capacidad que tiene el Embajador de UNICEF
que festeja con ellos: se pone en la piel del otro para reír,
cantar y saltar, y también para conocer y sentir su situación y
proponer soluciones.