Un futuro sostenible con las voces y la participación de los niños
Un año después de la Conferencia Mundial de Desarrollo Sostenible Rio +20 construyendo El futuro que queremos, según UNICEF este futuro dependerá de que los niños estén en el corazón de la agenda post-2015.
El nuevo documento El desarrollo sostenible
comienza y termina con los niños a salvo, sanos y bien
educados, esboza tres mensajes que son fundamentales
para conseguir un mundo apropiado para los niños,
hoy y para las generaciones futuras.
En primer lugar, el progreso de los niños puede ser un
importante motor de desarrollo sostenible; en segundo
lugar, los niños son partes interesadas en crear un mundo
sostenible -los que más tienen que ganar y que
perder en el éxito o el fracaso-; y, finalmente, los niños
pueden y deberían ser los principales participantes y colaboradores
en un planeta saludable y sostenible.
"Los niños y los jóvenes son los creadores de un mundo futuro
sostenible y las medidas de sus progresos serán también los
calificadores de ese mundo", ha dicho Richard Morgan, Asesor
Superior de UNICEF sobre la agenda post-2015 sobre Desarrollo. "Su
aprendizaje, su crecimiento nutricional, su seguridad y confianza,
su creatividad y sus ideas (respaldado por la libertad para vivir
sin miedo, asi como la libertad para vivir sin miseria) serán los
calificadores de cuán decisivamente nos estamos moviendo hacia un
futuro sostenible para todos", ha añadido.
El documento establece una relación directa entre lo que es
necesario hacer por los niños hoy, en particular por los más
desfavorecidos, y cómo afectará esto al futuro de sus países.
Por ejemplo, alrededor de 165 millones de niños
menores de cinco años sufren desnutrición crónica, que
puede tener efectos de por vida sobre el desarrollo temprano del
cerebro, la salud y la productividad futura. Prevenir el
retraso del crecimiento infantil puede ayudar a romper el ciclo de
la pobreza y aumentar el PIB de un país por lo menos en un
2 o 3% cada año, y ahorrar miles de millones de dólares en costos
de atención médica y pérdida de productividad.
La exposición a la violencia también tiene
implicaciones dramáticas y permanentes, desde una lesión cerebral y
trauma físico a la depresión y el desarrollo de los retrasos. Los
niños víctimas de la violencia tienen un mayor riesgo de caer en el
uso indebido de drogas, conductas delictivas peligrosas, así como
otros comportamientos violentos en la adolescencia y en la vida
adulta.
La acentuación del cambio climático también
afecta desproporcionadamente a los niños. Son muy vulnerables a la
contaminación ambiental, ya que sus cuerpos y cerebros aún están en
desarrollo. Son fisiológicamente menos capaces que los adultos para
adaptarse al calor y otros riesgos relacionados con el clima, y
también son más vulnerables a los contaminantes del aire. La
escasez de agua y los alimentos contaminados tienen un impacto
negativo directo mayor sobre sus cuerpos jóvenes.
INVERTIR EN LOS NIÑOS
La buena noticia es que la inversión en los niños
produce importantes ventajas para ellos, para sus sociedades y para
el planeta. Por ejemplo, una educación de buena calidad
tiene importantes impactos intergeneracionales. Una niña bien
educada estará más interesada en obtener un mayor desarrollo
personal, será más propensa a retrasar el matrimonio y el embarazo,
y tendrá más probabilidades de acceder a la asistencia de servicios
de salud, dando lugar a menores tasas de mortalidad materna. Las
mujeres educadas tienden a tener menos hijos, más sanos y más
educados.
Según UNICEF, los niños representan aproximadamente un tercio
de la población mundial, y sus derechos y la participación como
parte de un futuro sostenible ya están guiados por una amplia gama
de convenios, tratados y otros instrumentos legales, incluyendo laConvención sobre los Derechos del Niño.
El documento concluye que las voces, las elecciones y
la participación de los niños son fundamentales para el futuro
sostenible que queremos. No sólo son los herederos del
planeta, sino que también le dan forma activamente en el presente.
El desarrollo inclusivo y centrado en las personas significa
invertir en el bienestar y la autonomía de los niños y jóvenes,
para que puedan convertirse en los guardianes eficaces de un mundo
sostenible.