Una grave sequía pone en peligro a millones de personas en Angola y Namibia
Una de las peores sequías de los últimos 30 años está azotando Angola y Namibia, en el sur de África, aumentando cada vez más la amenaza del hambre, la desnutrición, las enfermedades y la pérdida de los medios de vida de las familias.
Después de casi tres décadas de bajas precipitaciones y tras dos años sin llover, más de 778.000 personas en el norte de Namibia están ya afectadas, de manera grave o moderada, por la inseguridad alimentaria, incluyendo unos 109.000 niños menores de cinco años en riesgo de desnutrición aguda. Además, se estima que 1,5 millones de personas en el sur de Angola están sufriendo inseguridad alimentaria.
evitar una crisis nutricional
UNICEF busca apoyo internacional para apoyar a las
personas afectadas, en particular mujeres y niños, para evitar una
crisis nutricional y sanitaria en ambos países. Junto con
otros organismos de ayuda humanitaria, UNICEF hace un llamamiento
de fondos por valor de 7,4 millones de dólares (unos 5,5 millones
de euros) para financiar su trabajo de respuesta en Namibia, y
14.300.000 dólares (unos 10.700.000 euros) para responder en las
provincias más afectadas de Angola, incluyendo Cunene, Namibe y
Kuando Kubango, así como en las regiones del sur de Benguela y
Huila.
"El cambio climático y la presión a la que está siendo
sometido el medio ambiente están complicando cada vez más la vida
de los más pobres y vulnerables en las comunidades más
remotas, donde la vida cotidiana ya es muy difícil para
los niños. La escasez de alimentos y de agua aumenta la
probabilidad de contraer enfermedades y de sufrir
desnutrición", dijo Steven Allen, Director Regional de
UNICEF para África Oriental y Meridional. "Los informes de terreno
indican que los niños ya están abandonando la escuela y que están
siendo separados de sus padres, una clara señal de la tensión y la
vulnerabilidad a la que se enfrentan las familias al tratar de
hacer frente a la sequía."
El apoyo de UNICEF a los gobiernos de Namibia y Angola se
centrará en la prevención y tratamiento de la desnutrición y de las
enfermedades, el suministro de agua y saneamiento, la reducción de
riesgos en la protección de los niños y apoyo para el acceso de los
niños a la educación, a través de la participación coordinada con
las autoridades locales y aliados internacionales.
falta de alimentos y acceso al agua
A pesar de que la emergencia se encuentra en su primera fase,se espera que la situación empeore en los próximos
meses, por lo que para las familias es cada vez
más difícil hacer frente a la situación y
sobrevivir.
La ganadería y los cultivos se han perdido y muchas familias
están vendiendo sus bienes y saltándose las comidas. Los informes
realizados muestran que la asistencia escolar se ha reducido como
consecuencia de la sequía. Además, como los pozos se secan, la
falta de alimentos y el acceso al agua se convertirán en grandes
desafíos.
En Angola, la disminución de las lluvias se ha traducido en
una disminución gradual de la capa freática y muchos ríos se están
secando progresivamente y se estima que entre un 40-50 por ciento
de los puntos de agua ya no están en funcionamiento. En Namibia, el
41 por ciento de las escuelas no tienen acceso a un suministro de
agua.