Desnutrición, sequía y enfermedades amenazan la vida de millones de niños en el noreste de Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen
Mantener la acción humanitaria es crucial para salvar la vida de los niños
NUEVA YORK / DAKAR / NAIROBI / AMMAN, 23 de junio de 2017 – La bienvenida al anuncio del fin de la situación de hambruna en Sudán del Sur esta semana no debe distraer el hecho de que la grave inseguridad alimentaria sigue poniendo en peligro la vida de millones de niños en el noreste de Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, advirtió hoy UNICEF.
"No hay lugar para la complacencia", dijo Manuel Fontaine, director de Programas de Emergencia de UNICEF. "Mientras la hambruna se ha revertido en Sudán del Sur, la vida de millones de niños sigue pendiendo de un hilo. La crisis está lejos de terminar y debemos seguir ampliando nuestra respuesta e insistir en la urgencia del acceso incondicional a la ayuda humanitaria, de lo contrario los progresos realizados podrían perderse rápidamente".
En los cuatro países, la situación sigue siendo motivo de gran preocupación y el número de niños en riesgo inminente de muerte sigue siendo alarmante.
En el noreste de Nigeria, la violencia de Boko Haram continúa contribuyendo al desplazamiento de la población a gran escala, limita la actividad del mercado y restringe los medios de vida normales. Alrededor de 5,2 millones de personas están gravemente afectadas por la inseguridad alimentaria, se estima que 450.000 niños sufran desnutrición aguda grave este año. El comienzo de la temporada de lluvias complicará aún más la respuesta humanitaria: el deterioro de las condiciones de las carreteras y las inundaciones provocarán mayor dificultad para llegar a las poblaciones más aisladas; y aumentará el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
En Somalia, una población frágil, abatida por décadas de conflicto, ha quedado aún más expuesta por las prolongadas condiciones de sequía. Se calcula que hasta 2017, 275.000 niños sufrirán desnutrición aguda grave, lo que los hace nueve veces más propensos a morir por enfermedades mortales como el cólera, la diarrea aguda acuosa y el sarampión, que se están propagando por todo el país.
En Sudán del Sur, el número de personas que luchan por encontrar suficiente comida cada día ha aumentado a seis millones, el nivel más alto de inseguridad alimentaria que se ha experimentado nunca en el país. Este año, se calcula que cerca de 276.000 niños sufren desnutrición aguda y necesitan ayuda inmediata para salvar su vida. La hambruna se ha reducido después de un aumento significativo de la respuesta humanitaria, según un nuevo análisis publicado esta semana. Sin embargo, la situación sigue siendo grave en todo el país.
En Yemen, donde se calcula que hay casi 400.000 niños gravemente desnutridos, un brote de cólera sin precedentes, con más de 175.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertos hasta la fecha, ha complicado la respuesta humanitaria en curso. Algunos de los niños que han enfermado o han muerto de cólera ya estaban sufriendo desnutrición, lo que debilita su sistema inmunológico. El sistema de salud está al borde del colapso. Los hospitales y los centros de tratamiento luchando para hacer frente a la situación y los medicamentos y suministros médicos se están agotando rápidamente. Mientras continúe el conflicto, en el peor de los escenarios, la hambruna podría pasar de amenaza, a realidad.
Más allá de estos cuatro países, las crisis de alimentos, agua y salud ponen en peligro a cientos de miles de niños en el Gran Cuerno de África, la cuenca del Lago Chad y el Sahel.
Este año, UNICEF está trabajando con sus aliados para proporcionar tratamiento terapéutico que pueda salvar la vida de más de 314.000 niños gravemente desnutridos en Nigeria, más de 200.000 niños que sufren desnutrición aguda en Sudán del Sur, más de 200.000 niños con la misma dolencia en Somalia y 320.000 niños en similar situación en Yemen.
UNICEF también está restaurando y equipando instalaciones de salud, desarrollando tuberías de abastecimiento médico y nutricional y proporcionando agua limpia y segura a niños y familias vulnerables. En Somalia, se ha llegado a 1,8 millones de personas con agua potable, y en Nigeria el suministro básico de agua limpia llegará a más de 2,6 millones de personas este año.
En Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen UNICEF necesita 251 millones de dólares (224,7 millones de euros) para proporcionar a los niños servicios de alimentación, agua, salud, educación y protección hasta final de año.
Más información sobre el trabajo de UNICEF en la emergencia de Sudán del Sur, AQUÍ
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