En estas fechas es muy posible que la preocupación de vuestra comunidad educativa gire en torno a la devastadora DANA que ha asolado el levante peninsular.
Te ofrecemos algunas pistas para adaptar la actividad “Somos infancia”, prevista para celebrar el Día Mundial de la Infancia.
El 20 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Infancia, una fecha dedicada a la participación infantil y adolescente en los centros educativos y a la reflexión grupal en el aula sobre aquellos temas que más interesan al alumnado, desde un enfoque de derechos. Cuando preparamos la actividad para centros educativos “Somos infancia”, hace ya varios meses, nada nos podía hacer imaginar lo que ocurriría el 29 de octubre y las terribles inundaciones que arrasarían parte de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña.
La actividad permite reflexionar en el aula sobre los derechos de la infancia, con un enfoque hacia el futuro: ¿Cómo era ser niño, niña o adolescente antes? ¿Cómo es ahora? ¿Cómo creemos que será en el futuro? Esta misma propuesta puede orientarse como una actividad amplia sobre los derechos de la infancia o la podemos concretar en un derecho en concreto: la salud, la educación, el medioambiente, la protección, los desastres naturales…
Esto último (enfocarnos en una temática) es lo que podemos hacer si vemos que nuestro alumnado necesita hablar sobre la DANA.
Cómo adaptar la actividad
- Si aún no has descargado la guía de actividad (hay 3, una por etapa educativa), puedes descargarla aquí.
- Revisa la guía correspondiente a la etapa de tu aula porque te dará una idea sobre la dinámica de la actividad.
- Entre las pancartas disponibles para educación primaria y secundaria, hay una en blanco. Utilízala para escribir en ella el título “En emergencias, la infancia…” o “En emergencias, la adolescencia…”
- El resto de la actividad sigue el desarrollo que indica la guía, solo que el debate en grupo puede orientarse específicamente hacia el cumplimiento de los derechos de la infancia durante las emergencias y las catástrofes naturales.
Más información
Los niños y niñas de educación infantil pueden ser aún muy pequeños para ofrecerles información sobre los desastres naturales y sus consecuencias. En estas edades un aspecto importante de la protección frente a emergencias es evitarles la exposición a imágenes y noticias que aún no pueden procesar cognitiva y emocionalmente y que les pueden generar frustración, miedos y sensación de indefensión. Más información en este post: Cómo hablar a los niños y niñas sobre desastres, emergencias y catástrofes
Como norma general, la información sobre los peligros debe ir de la mano de la competencia y autonomía del niño o niña para hacer frente al riesgo: si puede autoprotegerse (aunque sea pidiendo ayuda o corriendo), necesita la información fiable para poder hacerlo, pero si su propio nivel de madurez le hace indefenso al peligro, la sobreinformación puede generarle ansiedad. Un cuento que puede ser útil para transmitir de manera amable la importancia de prepararse frente a los desastres naturales es Los tres cerditos y el viento feroz
Lo que sí es muy recomendable es tratar el tema con las familias. La actividad "Somos infancia", en su guía para educación infantil incluye una versión para ser trabajada con las familias del alumnado que puede adaptarse para abordar con padres y madres cuestiones muy relevantes relacionadas con la seguridad y protección de sus hijas e hijos frente a riesgos medioambientales.
A partir de segundo ciclo de educación primaria y durante toda la educación secundaria y bachillerato, no solo es posible sino altamente recomendable abordar la cuestión de las noticias falsas o fake news. De hecho, es posible que gran parte de la información que nuestro alumnado tenga sobre esta emergencia provenga de fuentes poco fiables, algunas de ellas incluso maliciosas.
Podemos recopilar, previamente a la actividad, algunas noticias falsas que nos hayan llamado la atención (no es necesario que sean muchas, ni que sean las más dramáticas) y hacer las siguientes preguntas sobre ellas:
- ¿Sabemos si esta noticia es real o falsa? ¿Cómo podríamos saberlo?
- ¿Quién ha creado este mensaje? ¿Qué sabemos sobre quien difunde la noticia? ¿Es fiable? ¿Por qué? ¿Sabemos cuáles son sus intereses?
- ¿Qué técnicas usa el mensaje para atraer la atención? ¿Es emocional? ¿Es llamativo? ¿Es persuasivo? ¿Cómo lo sabemos?
- ¿Cómo creemos que interpretarán diferentes personas este mensaje? ¿Qué impacto tiene sobre mí? ¿Y sobre una víctima? ¿Sobre alguien que no supiera nada del tema? ¿A quién va dirigido el mensaje? ¿Por qué?
- ¿Qué valores y puntos de vista refleja el mensaje? ¿Cuáles faltan?
- ¿Por qué se envía este mensaje?
Para que la actividad se desarrolle de manera positiva es necesario que, como docentes, hayamos hecho previamente esas mismas reflexiones, del modo más sosegado y reflexivo posible y con la mayor objetividad.
Las emergencias, especialmente si nos tocan de cerca, son altamente emocionales. Resulta difícil conocer ese nivel de sufrimiento humano sin experimentar sentimientos negativos que, en ocasiones, pueden llevarnos a actitudes y comportamientos poco constructivos (si no directamente destructivos). Algunos puntos que nos indican líneas rojas:
- Lo primero, tenemos que tener en cuenta nuestro propio estado emocional, ya que vamos a facilitar la actividad. Si sentimos que nuestra propia emocionalidad sobre la situación puede ser un obstáculo, quizás prudente dejar la reflexión para otro momento.
- La prioridad de las actividades sobre emergencias no debe ser generar debate, ya que son situaciones muy dramáticas que afectan gravemente a los derechos de las personas afectadas. Enfoncarse en entender objetivamente la situación, basándonos en el mayor volumen de datos fiables que podamos obtener y canalizar la emoción hacia la solución de problemas, la empatía y la solidaridad es más recomendable.
- En algunos grupos o aulas podemos conocer o intuir determinadas vulnerabilidades emocionales o de salud mental. Si creemos que algún alumno o alumna puede reaccionar desproporcionadamente frente a contenidos de cierta intensidad, la prioridad es proteger y salvaguardar su bienestar.
Nos gustaría poder decir que donarais a UNICEF pero no es posible porque actualmente no tenemos operativo de emergencias en los países desarrollados. Sin embargo nuestra experiencia de más de 70 años en algunas de las peores emergencias del mundo nos facilitan hacer algunas recomendaciones:
- Busca una organización, institución o asociación que ya esté establecida en la zona y que disponga previamente de recursos y estructura para canalizar la ayuda. Esto hará que su acción sea más coordinada, rápida y eficaz.
- Las donaciones económicas son más prácticas, flexibles y eficaces que las donaciones en especie. A veces los costes de transporte y logística necesarios para llevar cosas son mucho más caros que los objetos en sí. Además, las donaciones económicas permiten a las organizaciones atender a las personas afectadas tiempo después, cuando la emergencia deja de aparecer en las noticias y empieza a ser olvidada.
- Algunas de las necesidades más dramáticas surgen cuando los equipos de emergencia dejan de trabajar en la zona y todo parece más tranquilo. Es muy necesario donar para las primeras labores de emergencia, pero también lo es donar a organizaciones que puedan seguir atendiendo las necesidades más allá de la primera acción de emergencia.
- Por último, algo que no debería ser necesario recordar: Nunca hay que donar lo que nos sobra o cosas rotas, sucias o inservibles. Si es basura en nuestra casa, más lo será en un lugar devastado. No pensemos que la desesperación puede llevar a otros a aceptar lo que nosotros no queremos. Si promovemos la educación en derechos tenemos la responsabilidad de respetar la dignidad de las personas. Además: los objetos inútiles consumen recursos (transporte, almacenaje, horas de trabajo en recogida y selección) que se roban a otras tareas de emergencia.
UNICEF no está captando fondos para la acción de emergencia de esta DANA. Si recibes información de algún miembro de la comunidad educativa pidiendo fondos para UNICEF, verifica que:
- No se haya equivocado de organización (no tenemos un nombre sencillo y, a veces, una persona puede equivocarse sin mala intención).
- No sea un scam o un timo del que la propia persona esté siendo víctima sin saberlo.
- No sea un engaño malintencionado.
Los centros interesados en utilizar nuestros materiales, propuestas de actividad y recursos educativos sobre emergencias podéis hacerlo sin restricciones (de hecho, nos alegra que sirvan de ayuda) pero, si realizais captación de fondos, pedimos que comuniquéis claramente a vuestra comunidad educativa cuál es la organización, asociación o institución a la que se destinan los donativos.
Lo primero es tener en cuenta que los menores de edad no deben participar en labores de voluntariado que puedan poner en peligro su salud física o emocional.
Incluso si se dan las condiciones de seguridad necesarias, es importante que participen bajo la supervisión de un adulto responsable. A diferencia de las actividades cotidianas de los programas de acción y servicio, donde los grupos de adolescentes pueden asumir tareas de coordinación, las emergencias tienen un nivel de imprevisibilidad que no permite asegurar totalmente la seguridad física y, sobre todo, emocional de los y las adolescentes que participan.
Si en vuestro centro educativo no tenéis un programa de voluntariado o de acción y servicio ya establecido, no es recomendable que os estrenéis con una emergencia. Sin embargo, puede ser muy buena idea canalizar la motivación que genera una situación de este tipo para sentar las bases de un grupo que pueda ayudar en el futuro o incluso colaborar en los planes de prevención de emergencias de nuestro propio centro educativo.
Actividades y recursos:
Derechos de la infancia y crisis climática
¡Somos Infancia!
Actividad para celebrar el Día Mundial de la Infancia
Este 20 de noviembre, Día Mundial de la Infancia, queremos proponer una reflexión sobre lo que significa la infancia y la adolescencia, qué nos preocupa, que valoramos más, qué queremos reivindicar desde las aulas... ¿Te sumas?