La lactancia materna es clave para la supervivencia infantil
Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, UNICEF afirma que unas políticas nacionales sólidas que apoyen esta práctica podrían evitar todos los años la muerte de alrededor de 1 millón de niños menores de cinco años en los países en desarrollo.
Las tasas mundiales de lactancia materna se han mantenido relativamente estancadas en el mundo en desarrollo, con un crecimiento del 32% en 1995 al 39% en 2010, a pesar de las convincentes pruebas que demuestran que la lactancia materna exclusiva evita enfermedades como la diarrea y la neumonía, que matan millones de niños cada año. “Si la lactancia materna se promoviera con mayor eficacia y se protegiera a las mujeres de la comercialización agresiva de los sucedáneos de la leche materna, veríamos que más niños sobreviven y prosperan con menores tasas de enfermedad, desnutrición y retraso del crecimiento”, dijo el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. Algunos de los obstáculos para mejorar las tasas de lactancia materna son la comercialización generalizada y sin ética de los fabricantes de sucedáneos de leche materna, las deficientes políticas nacionales que no apoyan los permisos por maternidad, y la falta de comprensión de los riesgos de no practicar la lactancia materna.
En junio, los dirigentes mundiales que se reunieron en Washington DC, como parte del movimiento Compromiso para la supervivencia infantil: Una promesa renovada, se comprometieron a trabajar para poner fin a las muertes infantiles que se pueden evitar. La Semana Mundial de la Lactancia Materna representa una oportunidad para reafirmar el papel fundamental de esta práctica en la reducción de la mortalidad infantil.
La serie sobre nutrición de The Lancet en 2008 publicó que un niño que no recibe lactancia materna tiene 14 veces más probabilidades de morir durante los primeros seis meses de vida que un niño alimentado exclusivamente con leche materna. La leche materna cumple con todas las necesidades nutricionales del bebé y ofrece una de las mejores prácticas a favor de la supervivencia infantil, ya que el coste principal es la nutrición de las madres. “La lactancia materna debe ser valorada como un beneficio no sólo para los bebés, las madres y las familias, sino también por el ahorro que implica para los gobiernos a largo plazo”, dijo Lake.