Proteger a los niños afectados por las inundaciones en Filipinas
Janella Delfino, de 9 años, y su tía Arlene Pakada pertenecen a una de las muchas familias afectadas por las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Washi en Filipinas. Ambas han sufrido la pérdida de sus seres más queridos por causa de las inundaciones: Arlene, la de sus dos hijos, de 1 y 7 años; Janella la de sus padres.
“Se despierta cada mañana llorando, buscando a su madre, a pesar de que sabe lo que ha pasado”, cuenta Arlene. Janella sobrevivió al desastre gracias a su abuelo, que antes de que llegara la tormenta la llevó a un lugar seguro, en una zona elevada.
Arlene, por su parte, sobrevivió con la ayuda de sus amigos y vecinos. Estaba volviendo a casa con siete amigos cuando comenzaron las inundaciones. Formaron una cadena humana para poder salvarse.
Ambas viven ahora en un centro de acogida temporal en la parroquia de San Lorenzo Ruiz, uno de los centros de evacuados enIligan, junto a otros niños y mujeres afectados por las inundaciones.
Proteger a los niños de la emergencia
Muchos niños terminan separados de sus padres y familiares en medio del caos originado por los desastres naturales. Algunos, como es el caso de Janella, pierden a sus padres, con lo que corren el riesgo de quedarfuera del sistema de protección social y educativo.
La violencia sexual y de género también es alarmante después de las emergencias. Por esta razón, UNICEF trabaja para proteger a los niños y las mujeres de
amenazas como laexplotación, centrándose en laprevención, protección yrecuperación.Además, UNICEF se centra en mantener a las familias unidas y la reunificación de los niñoscon sus padres y familiares es una prioridad. Además, también trabaja para proporcionar apoyo psicosocial a los niños y actividades lúdicas y de aprendizaje para ayudar a su recuperación.
Hasta la fecha, la tormenta tropical Washi, conocida localmente como Sendong, ha afectado a más de 700.000 personas. Los niños se enfrentan agraves riesgos para su salud,educación, nutrición ybienestar.
La respuesta inicial de UNICEF incluía el envío de kits de agua y saneamiento a las zonas afectadas. La organización está movilizando actualmente equipos de voluntarios formados en protección de la infancia para atender a los niños afectados, especialmente aquellos que muestran signos severos de estrés. UNICEF también ha enviado tiendas y equipos de recreación para construir Espacios Amigos de la Infancia en los centros de evacuación. En estos espacios, los niños pueden jugar, aprender y empezar a retomar un sentido de normalidad y seguridad.