Reconstruir mejor
La masiva destrucción causada por el Tsunami requirió una repuesta de emergencia sin precedentes y el mundo la dio rápida y generosamente. Este documento proporciona una revisión de lo que UNICEF ha contribuido a la recuperación de una generación de niños que lo perdieron todo. Describe el gradual retorno de la esperanza en Indinesia, Sri Lanka, Maldivas, India, Thailandia, Myanmar, Somalia, Malasia y cede la palabra a los niños protagonistas de la tragedia.Durante este último año UNICEF ha podido alcanzar a un número estimado de 3 millones y medio de niños, niñas y mujeres afectados por el tsunami.
En general, estos últimos meses se han dedicado a tres actividades principales:
Primero se realizó un esfuerzo inmediato de ayuda de emergencia, en el que el mundo se volcó con sus contribuciones, recursos, trabajadores de asistencia y equipamientos. En ese momento, la supervivencia era la prioridad número uno.
En una segunda fase, la actividad principal ha sido proveer de servicios básicos a los cientos de miles de familias desplazadas. Para ellos ha sido necesario realizar esfuerzos importantes en la distribución de agua, las dotaciones de saneamiento, la inmunización, la educación y el cuidado de los niños y niñas que quedaron solos.
Por último, la tercera área de actividad es menos visible, pero crucial: el proceso de planificar y consensuar la reconstrucción. Un esfuerzo de esta magnitud es importantísimo, porque da poder a las personas para hacerse cargo de su propio futuro.