Coronavirus: redoblamos esfuerzos en países con sistemas sanitarios frágiles
El brote puede tener un impacto más dramático aún en los países y comunidades que ya están en una situación difícil, como Siria o los migrantes y refugiados.
20/03/2020
El coronavirus no entiende de fronteras, pero no todos los lugares están preparados de la misma manera para afrontar una crisis sanitaria de estas características.
Por ejemplo, el16% de los hospitales y centros de salud de todo el mundo no tienen instalaciones de lavado de manos, y 2 de cada 3 personas de África subsahariana que viven en zonas urbanas (unos 258 millones) carecen de acceso a ellas. En un contexto así, dar una respuesta adecuada para frenar la transmisión del virus y atender a los enfermos supone un reto difícil de alcanzar.
“Esto es especialmente preocupante en los países con sistemas de salud ya frágiles antes de la llegada del virus”, explica nuestra responsable de Programas, Blanca Carazo.
“En esos lugares donde ya sufren carencias en las infraestructuras, equipamientos y personal médico, puede ocurrir que, ante otras enfermedades, la atención médica no esté disponible o que se interrumpan servicios esenciales como las vacunaciones. También nos preocupa el efecto que pueda tener el COVID-19 en niños y niñas debilitados por la desnutrición, el VIH/SIDA o las enfermedades respiratorias”, añade.
Hasta 159 países o territorios están afectados por el COVID-19. Desde UNICEF estamos trabajando con nuestros aliados, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), y con los gobiernos para desarrollar planes de contingencia en los países más vulnerables. Además, seguimos adelante con nuestros programas para reforzar los sistemas nacionales de salud, que incluyen:
• La formación de profesionales sanitarios.
• El equipamiento médico.
• La provisión de agua y electricidad para hospitales y centros de salud.
Coronavirus: impacto psicológico en niños y familias
Nos preocupa especialmente el impacto psicológico de esta crisis sobre los niños y sus familias, así como el aumento de la estigmatización de determinados grupos y etnias asociados con la enfermedad. Durante estos momentos tan complicados, es fundamental no estigmatizar a grupos vulnerables y no difundir informaciones que fomenten el racismo o la xenofobia.
“La situación es muy difícil y estresante para todos, y esta emergencia es particularmente complicada porque la estamos sufriendo en primera persona. Todos nos estamos viendo afectados por las medidas de aislamiento o el cierre de escuelas, y nos enfrentamos a semanas muy duras”, valora nuestro director ejecutivo, Javier Martos.
“Pero en países como Siria, que lleva 9 años de guerra; en lugares como Moria, en Grecia, donde los refugiados y migrantes se hacinan; o en países africanos cuyos sistemas de salud no están preparados para responder a un brote como este, el impacto puede ser dramático”, agrega.
Coronavirus: 700 millones de estudiantes sin clases
Por otra parte, el brote del COVID-19 está repercutiendo también en otras áreas, como la educativa. El cierre de escuelas y universidades en muchos países ha dejado sin clases a más de 770 millones de estudiantes de todos los ciclos educativos.
Esta circunstancia, como ocurre en todas las situaciones de emergencia, afecta especialmente a los más vulnerables: en países como España pone de manifiesto la brecha digital, ya que los niños y niñas de los hogares más pobres no disponen en muchas ocasiones de las plataformas digitales a través de las cuales los educadores están impartiendo sus clases o compartiendo los materiales docentes; y en países en desarrollo complica aún más el acceso a la educación de millones de niños y niñas.
“Nuestra experiencia nos dice que el cierre de escuelas tiene consecuencias adversas para el bienestar y el aprendizaje de los niños, especialmente en los países y comunidades más vulnerables. Por eso es necesario que existan planes alternativos que garanticen la continuidad de la educación”, recuerda Carazo.
Junto a la OMS y Cruz Roja Internacional, hemos elaborado y distribuido una guía para ayudar a proteger del virus a los niños y escuelas que permanezcan abiertas en otros países. Además, estamos apoyando a los Ministerios de Educación con pautas, programas y materiales para facilitar la educación a distancia, bien sea online o a través de programas de radio y televisión.