Queremos PAZ para los niños de Siria
Mientras evoluciona la situación nos quedamos en Siria con los niños, niñas y familias más vulnerables, trabajando en áreas clave para asegurar su supervivencia y ayudarles a recuperar sus vidas.
© UNICEF/UNI701419/Aldhaher
19/12/2024
Según van pasando los días vemos cómo la población siria traza un nuevo camino para su país. Desde UNICEF no solo pedimos el fin de la guerra, queremos que la PAZ llegue definitivamente, como lo venimos diciendo hace más de 13 años.
Sin lugar a dudas, la crisis de Siria es una de las más complejas del mundo. Más de una década de conflicto, olas de violencia y desplazamiento masivo de la población, catástrofes naturales originadas por el clima, un devastador terremoto en el noroeste del país y, más recientemente, la llegada de medio millón de refugiados procedentes de Líbano en busca de un lugar más seguro, muchos de ellos los mismos ciudadanos sirios que retornan al país.
Cada uno de estos factores conforman una tormenta perfecta que concluye con 17 millones de personas, de los cuales 7,5 son niños y niñas, enfrentándose a necesidades de ayuda humanitaria urgentes.
En UNICEF estamos en Siria desde 1970, lo que nos permitió dar respuesta desde el inicio del conflicto hace 13 años. A pesar de la incertidumbre de la situación actual, nosotros no nos vamos, nos quedamos en Siria con los niños, niñas y familias más vulnerables, trabajando en áreas clave para aliviar su sufrimiento, asegurando su supervivencia y ayudándoles a recuperar sus vidas.
Los niños y niñas de Siria se enfrentan a múltiples desafíos y riesgos. Nuestra prioridad en este momento es identificar las comunidades con mayores necesidades para garantizar que los recursos llegan donde más se necesitan.
Los resultados que conseguimos en el país durante 2024 nos refuerzan en nuestro compromiso con la infancia siria. Prestamos servicios esenciales de educación, nutrición, salud, protección infantil, agua y saneamiento a más de 4,6 millones de personas, incluidos 2,7 millones de niños y niñas, 1,2 millones de mujeres y más de 40.000 personas con discapacidad.
Una niña siria soportando las bajas temperaturas que ya golpean al país. La reciente escalada de violencia en Alepo obligó a su familia a desplazarse a la ciudad de Ar-Raqqa donde llegan multitud de personas a nuestro centro de recepción. © UNICEF/UNI701417/Aldhaher
Salud
El aumento de las hostilidades provocaron un severo impacto en el sistema de salud, particularmente en algunas ciudades como Alepo o Idleb. La capacidad de operar de los hospitales es limitada, las instalaciones están saturadas y se constata la escasez de personal, medicinas y suministros médicos. Los bancos de sangre, centros de diálisis y las ambulancias interrumpieron sus servicios. Esta paralización en la atención médica afecta psicológicamente a la población.
Respuesta de UNICEF: apoyamos a los equipos que brindan servicios básicos de salud, como vacunación y primeros auxilios, a través de clínicas móviles y fijas. En el noreste de Siria ya estamos haciendo controles y atendiendo consultas, a la vez que distribuimos más de 300 kits pediátricos.
Nuestro objetivo en 2025 es llegar a 1,7 millones de niños, niñas y mujeres con atención primaria de la salud.
Nutrición
Una evaluación rápida en el noreste de Siria mostró un índice de desnutrición aguda del 10% entre la población desplazada. Algunas ciudades tienen activado el toque de queda, lo que imposibilita la acción humanitaria. El impacto en las instalaciones sanitarias de Alepo e Idleb provoca la suspensión de algunos centros de tratamiento y de los equipos móviles.
Respuesta de UNICEF: apoyamos con controles nutricionales y distribución de suplementos y otros suministros para prevenir y tratar la desnutrición en niños, niñas y mujeres embarazadas y lactantes.
En 2025 pretendemos llegar a 1,5 millones de cuidadores con consejos para mejorar la alimentación de lactantes y niños pequeños.
Agua, saneamiento e higiene
El acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene es extremadamente limitado por la severa interrupción que están sufriendo. La situación empeoró en las zonas rurales de Alepo por el robo de equipamiento. En este contexto, aumentan los riesgos para la salud pública.
Respuesta de UNICEF: en el noroeste de Siria distribuimos kits de higiene a las familias desplazadas (unas 1.100 personas). Se repararon las líneas eléctricas para la estación de agua de Al-Khafsa. Reparaciones similares se están llevando a cabo en otras ciudades. Además, para mejorar el saneamiento, desplegamos letrinas y duchas en el noreste del país.
En 2025 queremos alcanzar a 3,9 millones de personas, para que tengan agua segura en cantidad suficiente para su supervivencia.
Educación
Miles de escuelas en Siria han resultado dañadas o destruidas, lo que ha restringido drásticamente los servicios educativos a 3,7 millones de niños y niñas. Más de 12.000 escuelas se vieron obligadas a cerrar sólo en las últimas dos semanas, y más de 1.000 escuelas están siendo utilizadas como refugios para familias desplazadas.
Un millón de niños, en particular aquellos con discapacidades, corren el riesgo de abandonar la escuela. Esta ausencia tan prolongada en las escuelas deja a la infancia en situación de mayor vulnerabilidad, aumentando la probabilidad de que un niño abandone definitivamente la escuela, al tiempo que se expone a la trata y al reclutamiento en grupos armados.
Respuesta de UNICEF: estamos rehabilitando escuelas, apoyando con el pago de los salarios de los docentes, ofreciendo actividades de educación no formal y creando espacios temporales de aprendizaje para niños y niñas desplazados.
En 2025 queremos llegar a 2,6 millones de niños y niñas con servicios y suministros educativos en entornos formales.
Protección
Los niños en situaciones de emergencia son particularmente vulnerables a la explotación, el abuso y el abandono. En Siria, el 85% de todos los hogares tienen enormes dificultades para llegar a fin de mes, lo que aumenta el riesgo de recurrir al trabajo infantil y otros mecanismos negativos para afrontar ese contexto.
Respuesta de UNICEF: seguimos dando apoyo psicosocial a los niños, niñas y sus cuidadores. En el noreste de Siria estamos desarrollando sesiones para concienciar sobre la importancia de la protección de la infancia. Además, abrimos espacios amigos de la infancia para ofrecer ayuda esencial a las familias. En el noroeste de Siria estamos brindando servicios similares en los centros de recepción de personas y a través de los equipos móviles.
Después de estos 14 años de guerra en Siria, millones de niños y niñas no han conocido otra realidad más allá del conflicto. Pero aún hay esperanza y la oportunidad de un futuro mejor para ellos. ¡Y tú puedes ayudarles!
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