Sudán: entre la guerra y la hambruna
Los niños muertos y heridos ya se cuentan por miles y la desnutrición amenaza la supervivencia de otros muchos. UNICEF está haciendo lo imposible por salvar las vidas de estos niños y niñas que se llevan la peor parte de la guerra.
Con solo 14 meses, Ismail sufre desnutrición aguda grave, la forma más mortífera de la desnutrición infantil. Afortunadamente, este bebé recibe el tratamiento que necesita gracias a la distribución de alimento terapéutico que hace UNICEF en Darfur. © UNICEF/UNI653168/Tarig
17/01/2025
Desde abril de 2023, fecha en la que inició el conflicto en Sudán, las devastadoras consecuencias para la infancia son evidentes: una violencia brutal, desplazamientos masivos y comunidades y familias enteras destrozadas.
La infancia se lleva la peor parte en esta guerra: miles de niños y niñas han muerto o resultado heridos, además de la confirmación de numerosos casos de violencia sexual contra la infancia y el reclutamiento de niños y niñas por parte de grupos armados.
Recientemente, nuestro director regional para Oriente Medio y el Norte de África, Edouard Beigbeder, visitó el país y nos contaba algunos ejemplos de esta violencia desmedida.
“Mientras concluyo mi visita a Sudán, donde el conflicto no cesa, se ha informado de la muerte de al menos 120 personas tras los bombardeos de los días 13 y 14 de enero en Omdurman. Los primeros informes indican que había niños entre las víctimas. Pocos días antes, entre el 7 y el 8 de enero, 23 niños y niñas murieron y 9 resultaron heridos por bombardeos en el estado de Jartum".
La hambruna se extiende en Sudán
En ese contexto de violencia desmesurada, con la mayor crisis de desplazamiento del mundo y el deterioro del acceso a los servicios de salud o saneamiento, el hambre y los brotes de enfermedades están acechando a los niños y las niñas más vulnerables del país.
Se están produciendo hambrunas en focos críticos en al menos cinco lugares: los campos de Zamzam, Abu Shouk y Al Salam, en Darfur septentrional, y en comunidades de acogida y campos para desplazados internos en las montañas Nuba occidentales. Las estimaciones indican que otras cinco zonas podrían verse afectadas de aquí a mayo, con riesgo de hambruna en otras 17 localidades, lo que amenaza la supervivencia de cientos de miles de niñas y niños desnutridos.
Más de 20 meses de conflicto han disparado las tasas de desnutrición, dejando a Sudán con una crisis nutricional sin precedentes. Es probable que unos 3,2 millones de niños menores de cinco años sufran desnutrición aguda en 2025, de los cuales se espera que más de 770.000 sufran desnutrición aguda grave, la forma de desnutrición infantil más visible y potencialmente mortal.
Niños y niñas mejoran su estado nutricional gracias al alimento terapéutico que UNICEF distribuye en Sudán para tratar la desnutrición aguda y salvar vidas. © UNICEF/UNI653163/Tarig
UNICEF: hacemos lo imposible por salvar vidas como la de Ismail
Hace unos meses, Ismail no estaba bien. Tenía diarrea y vómitos que le hicieron perder mucho peso, dejándolo en un estado de peligrosa debilidad. Su madre Khuloud lo llevó al centro de salud más cercano. Allí le proporcionaron un tratamiento inmediato, a base de alimento terapéutico, muy beneficioso para los niños y niñas por las facilidades que ofrece su administración y conservación.
Sin embargo, todavía necesitaba comidas más nutritivas junto con los alimentos terapéuticos recetados por los médicos para recuperar fuerzas y recuperarse por completo, una enorme preocupación para su madre.
“No tengo suficiente comida. Salgo todas las mañanas a buscar trabajo pero no siempre encuentro... Estoy muy preocupada por la salud de mi hijo, el miedo me invade porque no hay nada en casa para alimentarlo”, explica Khuloud.
Afortunadamente, cinco días después, el pequeño Ismail se sentía mejor, animado y listo para irse a casa con los sobres de esta pasta de cacahuete cargada de nutrientes que hace el milagro de la recuperación.
"Su estado ha mejorado, el tratamiento mejorará su salud porque responde rápidamente. Noté una mejoría inmediata, especialmente después de que cesó la diarrea”.
El rol fundamental de UNICEF
Con la ayuda de nuestros aliados en el país, transportamos cajas de alimento terapéutico a través del puente Wadi Mornei después de que fuera destruido por las inundaciones. La inseguridad que provoca el conflicto está obstaculizando la entrega de suministros necesarios para salvar las vidas de muchos niños y niñas.© UNICEF/UNI653367/Tarig
Hasta hace poco, los centros de salud en Darfur central estaban desabastecidos de suministros críticos para salvar las vidas de niños como Ismail.
La inseguridad, las inundaciones y las carreteras inaccesibles obstaculizaban la entrega de suministros vitales. El colapso del puente Wadi Mornei, principal vía de vinculación en Darfur, planteó un importante desafío para UNICEF y sus aliados a la hora de entregar estos bienes esenciales como el alimento terapéutico que tanto necesitaba el bebé de Khuloud.
El conflicto actual hace que el transporte por todo el país consuma mucho tiempo, ya que las aprobaciones de permisos, los puntos de control y las inspecciones de carga añaden días o incluso semanas a los viajes. Atravesar este vasto país puede entrañar riesgos, ya que las carreteras se inundan y la infraestructura es arrasada.
A pesar de las enormes dificultades, estamos haciendo todo lo posible para llegar con ayuda para los niños y sus familias en Sudán.
Para llegar a Darfur central con estos alimentos vitales, utilizamos soluciones improvisadas, como embarcaciones de fabricación local, en las que los voluntarios transportaron los suministros, incluidas 1.000 cajas de alimento terapéutico listo para usar.
Esfuerzos como este nos permiten contar algunos resultados muy alentadores para la infancia que conseguimos en 2024 en Sudán:
- Prestamos servicios de orientación psicosocial, educación y protección a 2,7 millones de niños, niñas y cuidadores.
- Proporcionamos agua potable a más de 9,8 millones de niños, niñas y familias.
- Examinamos a 6,7 millones de niños y niñas para detectar los casos de desnutrición y proporcionamos tratamiento a 422.000 de ellos.
"He visitado un centro de estabilización en Puerto Sudán, donde algunos de estos niños están recibiendo tratamiento, y he sido testigo de primera mano de lo crucial que es llegar a ellos con una atención a tiempo que les salve la vida", cuenta Beigbeder.
Por ello, pedimos al gobierno de Sudán y a todas las partes implicadas en este conflicto que ayuden a garantizar un acceso sostenido, sin obstáculos y seguro para llegar a los niños y niñas dondequiera que se encuentren.
Nos vamos acercando al segundo año de conflicto y Sudán se enfrenta al riesgo de perder una generación de niños y niñas, con las graves implicaciones que eso tendría para el futuro del país.
El fin del conflicto es la única forma de garantizar que los niños y las niñas de Sudán puedan acceder a la ayuda humanitaria que salva vidas, recuperar la sensación de seguridad y tener la oportunidad de reconstruir su futuro libre de los horrores de la guerra.
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